Tratado de Trianón
El tratado de paz de Trianón se firmó después del final de la Primera Guerra Mundial, el 4 de junio de 1920, entre los Aliados y el Reino de Hungría. Se rubricó en el Gran Palacio de Trianón, en Versalles, Francia. El acuerdo establecía la nueva situación de Europa, con los Estados que habían de reemplazar al antiguo reino de Hungría, después de la desaparición del Imperio austrohúngaro. Los Aliados eran: Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Reino de Italia y Japón, y sus asociados fueron: Rumanía, el Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos, y Checoslovaquia. Hungría, como parte del Imperio austrohúngaro, fue uno de los países derrotados en la Primera Guerra Mundial.
Tratado de Trianón | ||
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Firma del tratado el 4 de junio de 1920 en el Palacio del Gran Trianón de Versalles y la llegada de los dos signatarios, Ágost Benárd y Alfréd Drasche-Lázár | ||
Firmado |
4 de junio de 1920 Versalles, Francia | |
En vigor | 31 de julio de 1921 | |
Firmantes |
Aliados: República Francesa Estados Unidos Reino de Italia Reino Unido Potencia Central: Hungría | |
Depositario | Gobierno francés | |
Texto completo en Wikisource | ||
Condiciones del Tratado
Fronteras de Hungría
Hungría dejó su alianza con Austria el 16 de noviembre de 1918.[1] Las fronteras temporales «de facto» de Hungría fueron las mismas que las trazadas por las líneas del armisticio de noviembre de 1918. En comparación con el antiguo Reino de Hungría, esas fronteras no incluían:
- Parte de Transilvania, al sur del río Maros (en rumano: Mureş) y al este del río Szamos (río Someş), que pasó a Rumanía (conforme al cese de hostilidades de Belgrado, firmado el 13 de noviembre de 1918[2]). El 1 de diciembre de 1918, la Asamblea Nacional de los Rumanos de Transilvania votó la unificación de Transilvania con el Reino de Rumanía.
- Croacia-Eslavonia, Voivodina y Bosnia y Herzegovina, que se unieron en el recién establecido Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos, junto con las ciudades de Pécs, Mohács, Baja y Szigetvár (conforme al mismo cese de hostilidades); desde el reconocimiento internacional del Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos en 1919, esa fue la frontera oficial hasta la firma del Tratado de Trianón.
- Eslovaquia, que llegó a ser parte de Checoslovaquia (statu quo de las legiones checoslovacas aceptado por la Triple Entente el 25 de noviembre de 1918).
- La ciudad de Rijeka (del italiano: Fiume), que llegó a ser una fuente de disputas entre el Reino de Italia y el Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos.
La Triple Entente pidió a Hungría que reconociera los nuevos territorios pertenecientes a Rumanía, a través de una línea trazada a lo largo del río Tisza. Sin la posibilidad de rechazar esos términos, pero tampoco queriendo aceptarlos, los líderes de la Primera República Húngara dimitieron y los comunistas llegaron al poder. Se formó la República Soviética Húngara y se organizó rápidamente un Ejército Rojo Húngaro. Ese Ejército tuvo, en un principio, éxito contra las legiones checoslovacas y llegó cerca de la antigua frontera de Galitzia (polaca), separando de esa manera a las tropas checoslovacas de las fuerzas rumanas. El 1 de julio de 1919 se firmó el cese de hostilidades entre el Ejército Rojo y las tropas checoslovacas, mientras que las tropas rumanas cruzaron el río Tisza, derrotaron al Ejército Rojo húngaro y ocuparon Budapest el 4 de agosto de 1919.
El Estado húngaro fue restablecido por la Triple Entente, quien ayudó al almirante Horthy a llegar al poder, en el mes de noviembre de 1919. En diciembre de 1919, una delegación húngara fue invitada a la Conferencia de Paz de Versailles.[3] Las condiciones expuestas en el tratado habían sido aprobadas por los vencedores el 26 de febrero de 1919, pero solo se presentaron a la delegación húngara un año más tarde, el 16 de enero de 1920.[4] Las protestas del Gobierno magiar de Karoly Huszár fueron presentadas el 10 de febrero e incluían la petición de plebiscitos en las zonas que debían ser cedidas a los países vecinos y el rechazo a la asunción de que las minorías deseaban separarse de Hungría.[4] Las alegaciones húngaras fueron rechazadas el 6 de mayo, indicándose a sus representantes que la redacción del tratado se consideraba definitiva.[4] Contrario a aceptar las condiciones exigidas, el Gobierno de Huszár dimitió poco después, el 14 de marzo.[4]
Las fronteras definitivas de Hungría fueron fijadas por el Tratado de Trianón, firmado el 4 de junio de 1920,[4] que dejaban fuera del país a casi 3 millones de magiares (mayoritarios en muchos distritos y municipios fronterizos).[4] Además de los territorios mencionados anteriormente, Hungría perdió otros territorios ocupados como parte del Imperio austrohúngaro:
- El resto de Transilvania, que pasó a Rumanía.
- Rutenia, que pasó a Checoslovaquia, conforme al Tratado de Saint-Germain de 1919.
- La mayor parte de Burgenland, que llegó a ser parte del nuevo Estado de Austria, también conforme al Tratado de Saint-Germain; el distrito de Sopron optó por quedarse como parte de Hungría después de un plebiscito organizado en diciembre de 1921.
- Međimurje y Prekmurje, que llegaron a ser parte del Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos.
Conforme al Tratado de Trianón, las ciudades de Pécs, Mohács, Baja y Szigetvár, temporalmente bajo administración yugoslava, pasaron a Hungría. Un comité asignó pequeñas partes del norte de los antiguos distritos Árva y Szepes a Polonia, puesto que ahí vivía una mayoría de población polaca.
En total, de un territorio en vísperas de la guerra mundial de 325 000 kilómetros cuadrados, el nuevo Estado independiente sólo conservaba 93 036, mientras que Rumanía obtuvo 103 093, Checoslovaquia 61 633, Yugoslavia 63 092 e Italia, Austria y Polonia porciones menores.[5]
Pérdidas de población
Respecto a las antiguas fronteras austrohúngaras, el nuevo Reino de Hungría, restaurado tras la contrarrevolución encabezada por el antiguo almirante austrohúngaro Miklós Horthy, perdió el 63,5 % de su población, incluyendo a un millón de magiares incorporados a Checoslovaquia, 1,7 millones a Rumania y 500 000 a Yugoslavia.[6] De los 9 945 000 habitantes de lengua magiar, más de 3 000 000 quedaron en los países vecinos.[5] Las asignaciones de población se realizaron sin consultar a esta, asumiéndose que las minorías deseaban separarse de Hungría.[7]
Pérdidas económicas
Hungría perdió la totalidad de sus minas de oro, plata, mercurio, cobre y sal, así como la mitad de sus minas de carbón y todas menos una de las de hierro.[7] Si antes de la guerra Hungría casi no importaba materias primas, tras la contienda tuvo que importar la mayoría.[7]
- Combustibles minerales.
- Molinos harineros.
- Acerías.
- Minas de hierro.
- Producción de porcino (1917).
- Producción de maíz para alimentación de ganado.
- Producción maderera.
- Producción de trigo.
Estadísticas demográficas
Demografía
Según el censo de 1910, el grupo étnico más grande en el Reino de Hungría eran los húngaros, aproximadamente el 48 % de toda la población (el 54 % de la población del territorio a que se refiere como "Hungría adecuada", es decir, con exclusión de Croacia-Eslavonia). El Reino de Hungría no fue un Estado-nación al igual que muchos países de la Europa occidental.
Algunos demógrafos consideran que el censo de 1910 exageró el porcentaje de la población húngara, señalando la diferencia entre un crecimiento improbablemente alto del número de húngaros y la disminución de otras nacionalidades en el reino en el siglo XIX. También argumentan que los resultados fueron diferentes en los censos anteriores del Reino y los censos posteriores en los nuevos Estados. Otro problema con la interpretación de los resultados del censo es que el censo de 1910 no registró el origen étnico de los encuestados, sino sólo el idioma (si se trataba de "lengua materna" o "la mayoría del lenguaje hablado con frecuencia") y la religión, por lo que presentaron cifras del censo de las minorías étnicas en el Reino de Hungría, que son en realidad el número de hablantes de lenguas diferentes, que pueden no corresponder exactamente a la composición étnica.
A pesar de que en los territorios del antiguo Reino de Hungría, que fueron asignados por el tratado a los países vecinos en total, había una mayoría de la población no húngara, que también se incluyen las zonas de mayoría húngara (incluso las zonas más húngaras del 80 - 90 %) e importantes minorías húngaras, que suman 3.318.000 en total. Después del tratado, el porcentaje y el número absoluto de todas las nacionalidades de Hungría disminuyó en las siguientes décadas. Las razones principales de este proceso fueron la asimilación espontánea, así como la política de eslovaquización, rumanización y serbianización de los Estados. Después de la Segunda Guerra Mundial, el gobierno checoslovaco con los decretos de Benes procedió por la fuerza al "traslado de poblaciones" (deportación) en 1945 - 1947 de unos 2,6 millones de antiguos ciudadanos checoslovacos de etnia alemana y húngara a Alemania, Austria y Hungría.
Según un censo realizado en 1910, la población en los territorios del Imperio austrohúngaro administrados por Hungría se estructuraba de la siguiente manera:
- En Eslovaquia: 1.687.977 eslovacos y 1.233.454 de otra nacionalidad (húngaros: 884.000 (30 %), también alemanes, ucranianos, rutenos y gitanos).
- En Rutenia: 330.010 rutenos (ucranianos) y 275.932 de otra nacionalidad (húngaros: 183.000 y también alemanes, rumanos y eslovacos)
- En Transilvania: 2.829.454 rumanos y 2.428.013 de otra nacionalidad (húngaros: 1.662.000 (32 %) y alemanes)
- En Voivodina y Croacia-Eslavonia: 2.756.000 serbo-croatas y 1.366.000 de otra nacionalidad (la mayoría húngaros, alemanes y rumanos)
- En Burgenland: 217.072 alemanes y 69.858 de otra nacionalidad (la mayoría croatas y húngaros).
Otras cláusulas
Hungría se comprometió al rubricar el tratado a pagar una cantidad no estipulada en concepto de indemnizaciones de guerra.[7]
El Ejército Húngaro, al que se prohibía formarse mediante levas, quedaba limitado a 35 000 hombres, soldados profesionales.[7] Se prohibía al país la fabricación de artillería pesada, tanques y aviones, tanto de uso civil como militar.[8]
Consecuencias
El tratado dificultó la recuperación económica húngara y llevó a que la política del país en el periodo de entreguerras se centrase en intentar lograr la revisión del tratado.[8]
Notas y Referencias
- Szilassy, 1971, p. 24.
- Szilassy, 1971, p. 29.
- Szilassy, 1971, p. 70.
- Szilassy, 1971, p. 72.
- Szilassy, 1971, p. 73.
- Vermes, 1973, p. 503.
- Szilassy, 1971, p. 76.
- Szilassy, 1971, p. 77.
Bibliografía
- Rothschild, Joseph (1990). East Central Europe Between the Two World Wars (en inglés). University of Washington Press. p. 438. ISBN 9780295953571.
- Szilassy, Sándor (1971). Revolutionary Hungary 1918-1921 (en inglés). Danubian Press. pp. 141. ISBN 9780879340056.
- Vermes, Gabor (1973). «The Agony of Federalism in Hungary under the Karolyi Regime, 1918/1919». East European Quarterly 6 (4): 487-503.