Tridacna

Tridacna es un género de moluscos bivalvos marinos, de la familia Cardiidae.

Tridacna

Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Mollusca
Clase: Bivalvia
Subclase: Heterodonta
Orden: Veneroida
Superfamilia: Cardioidea
Familia: Cardiidae
Género: Tridacna
Bruguière, 1797
Especies

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Sinonimia
  • Dinodacna. Iredale, 1937
  • Persikima. Iredale, 1937
  • Sepidacna. Iredale, 1937
  • Tridachnes. Röding, 1798
  • Tridacna (Chametrachea)
  • Tridacna (Tridacna)
  • Tridacne. Link, 1807
  • Vulgodacna. Iredale, 1937
Anatomía de Tridacna

Sus especies, junto a las del género Hippopus, se denominan comúnmente almejas gigantes. Son muy apreciadas, tanto como alimento, en el sudeste asiático, como en el comercio de acuariofilia internacional, por las impresionantes coloraciones de sus mantos.

Especies

El Registro Mundial de Especies Marinas acepta las siguientes especies, valorando la UICN su estado de conservación:[1][2]

  • Tridacna crocea. Lamarck, 1819. Estado: Preocupación menor.
  • Tridacna derasa. (Röding, 1798) Estado: Vulnerable A2cd.
  • Tridacna gigas. (Linnaeus, 1758) Estado: Vulnerable A2cd.
  • Tridacna maxima. (Röding, 1798) Estado: Preocupación menor.
  • Tridacna mbalavuana. Ladd, 1934 Estado: Vulnerable B1+2c (valoración para T. tevoroa, aceptada como T. mbalavuana)
  • Tridacna rosewateri. Sirenko & Scarlato, 1991 Estado: Vulnerable A2cd.
  • Tridacna squamosa. Lamarck, 1819 Estado: Preocupación menor.
  • Tridacna squamosina. Sturany, 1899 No evaluada.

Morfología

Se caracterizan por presentar entre 4 a 7 ondulaciones, o proyecciones de forma triangular, en sus dos conchas. Asimismo, las valvas presentan, salvo en la especie T. derasa, unas hileras de escamas lobuladas, paralelas al margen superior. Posee músculos para cerrar y abrir la concha.

El músculo pedal es pequeño, en comparación con otros géneros de almejas, y tiene biso para anclarse al sustrato. El manto tiene dos sifones, el inhalante, cuya apertura está al ras del manto, y puede tener unos tentáculos para apartar partículas grandes, y el exhalante, que sobresale de la superficie en forma de cono.

También posee iridóforos, o células que contienen pigmentos que reflejan la luz. La principal función de los pigmentos es proteger al animal de la luz excesiva y de la radiación ultravioleta.[3] El manto puede tener órganos hialinos[4] para potenciar la captación de luz.

Los patrones de colores y formas del manto, que las distinguen con claridad de otras almejas, pueden tener marrón, amarillo, azul, púrpura, verde, blanco o negro; en ocasiones con estrías, motas o estampados, y con combinaciones de los colores descritos. Ciertos estudios,[5] demuestran que la especie T. crocea desarrolla una estrategia defensiva críptica frente a sus posibles predadores, mediante la adaptación de los colores del manto a los colores existentes en su entorno.

Sus tamaños van desde los 15 cm de T. crocea, hasta los 140 cm, en el caso de la especie T. gigas. Su rango de crecimiento promedio entre diferentes especies del género es de unos 2 mm por mes.[6]

Hábitat y distribución

Se encuentran en fondos arenosos y entre corales de arrecifes, normalmente en aguas someras soleadas y sin grandes corrientes.[7]

Su distribución ocurre en aguas tropicales del Indo-Pacífico, desde la costa este africana, incluyendo el mar Rojo, hasta Hawái.

Alimentación

Estas almejas conviven en simbiosis con algas unicelulares, llamadas zooxantelas, que viven dentro de las células que le dan color a aquellas. Las algas realizan la fotosíntesis produciendo oxígeno y azúcares, que son aprovechados por la almeja, y se alimentan de los catabolitos de la misma (especialmente carbono). Esto les proporciona entre el 75 y el 90% de sus necesidades alimenticias, por este motivo necesitan imperiosamente la luz. El resto lo obtienen atrapando plancton microscópico y materia orgánica disuelta en el agua, mediante sus branquias, o ctenidia.

Reproducción

Son animales protándricos, que nacen todos machos, pero después del año se convierten en hermafroditas simultáneos. La fertilización es externa, expulsan primero el esperma y después los huevos, para evitar la auto-fertilización.

Los huevos fertilizados tienen un diámetro de unos 100.0 μm; en 12 horas se convierten en larvas trocóforas libres, y el segundo día, la larva se convierte en velígera y tiene una concha de unos 160.0 μm, desarrollando un pie en unos 8 a 10 días, lo que la convierte en pedivelígera, para facultar su asentamiento. Hacia el undécimo día, la larva se asienta en el sustrato con un tamaño medio de 190 μm. Al siguiente día del asentamiento, se completa la metamorfosis a su forma definitiva; y a los veinte días, las Tridacnas juveniles comienzan a adquirir zooxantelas en los tejidos de su manto, lo que incrementa notablemente su desarrollo y crecimiento. Hacia los 50 días, las conchas de los juveniles comienzan a mostrar signos de volverse opacas.[8]

En unos 2 a 3 años las almejas alcanzan su estado adulto, y alcanzan la madurez sexual entre los 3 y los 7 años, dependiendo de la especie.

Conservación

Las especies de almejas gigantes han sido sobre recolectadas, tanto para el mercado de alimentación, como para el de acuariofilia,[9] resultando la disminución de las poblaciones de gran parte de las especies, en diversos hábitats naturales del género. De tal modo, que, por ejemplo, no se ven ejemplares de T. gigas en Fiyi desde hace 50 años.[10]

Estas almejas están incluidas en el Apéndice II de CITES, que limita y requiere un permiso específico para el comercio con ellas. Cabe destacar el papel que los centros de maricultura vienen realizando en la recuperación y re-introducción de especies. Ejemplos como el trabajo del Centro Australiano para la Investigación Internacional en Agricultura, en colaboración con el Programa "Giant Clam" de la Universidad James Cook, permitieron re-introducir almejas gigantes en Tonga, en 1990.[11]

Galería

Véase también

Referencias

  1. ter Poorten, J. (2013). Tridacna Bruguière, 1797. Accessed through: World Register of Marine Species at http://www.marinespecies.org/aphia.php?p=taxdetails&id=205753. Consultado el 23-07-2013
  2. IUCN 2013. IUCN Red List of Threatened Species. Version 2013.2. <www.iucnredlist.org>. Consultada el 19 de enero de 2014.
  3. http://animal-world.com/Aquarium-Coral-Reefs/Giant-Clams-Hippopus-and-Tridacna-Clams
  4. http://es.wiktionary.org/wiki/hialino
  5. Todd et al. (2009) Polymorphism and crypsis in the boring giant clam (Tridacna crocea): potential strategies against visual predators. Hydrobiologia November 2009, Volume 635, Issue 1, pp 37-43. Springer.
  6. Hart, A.M., J.D. Bell and T.P. Foyle. 1998. Growth and survival of the giant clams, Tridacna derasa, T. maxima and T. crocea, at village farms in the Solomon Islands. Aquaculture. 165:203-220.
  7. Huelsken, T., Keyse, J., Liggins, L., Penny, S., Treml, E.A., Riginos, C. (2013) A Novel Widespread Cryptic Species and Phylogeographic Patterns within Several Giant Clam Species (Cardiidae: Tridacna) from the Indo-Pacific Ocean. PLoS ONE, DOI: 10.1371/journal.pone.0080858.
  8. JAMESON, STEPHEN C. (1976) Early Life History of the Giant Clams Tridacna crocea Lamarck, Tridacna maxima (Röding), and Hippopus hippopus (Linnaeus). Pacific Science (1976), Vol. 30, No. 3, p. 219-233. Great Britain.
  9. Animal Diversity Web - Tridacna gigas, Giant Clam (August, 2002) http://animaldiversity.ummz.umich.edu/accounts/tridacna/t._gigas$narrative.html
  10. Spalding, M.D., Ravilious, C. and Green, E.P. (2001) World Atlas of Coral Reefs. University of California Press, Berkeley.
  11. Norton, J.H., Braley, R.D. and Anderson, I.G. (1993) A quarantine protocol to prevent the spread of parasitic diseases of giant clams (Tridacnidae) via translocation. In: Fitt, W. (Ed.) The Biology and Mariculture of Giant Clams. ACIAR Proceedings No. 47, Canberra.

Enlaces externos

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