Víctor Choque

Choque llegó a Ushuaia desde su Salta natal en 1991, y se incorporó a la empresa de productos electrónicos Continental Fueguina.[1] Cuatro años después integraría una lista de trabajadores despedidos, originando la protesta que culminó en su fallecimiento.[1][4]

Su muerte se produjo en un contexto de fuerte ajuste económico y represión social, como parte de las políticas neoliberales llevadas a cabo por el gobierno de Carlos Menem durante la llamada Convertibilidad. Con el objetivo de elevar la competitividad de la economía argentina, estas políticas propiciaron un aumento de la desocupación y la pobreza hasta alcanzar niveles récord, y desembocaron en la crisis de diciembre de 2001. En ese marco, la tradicional industria electrónica fueguina (respaldada por una ley nacional que garantizaba exenciones impositivas)[6] sufrió a lo largo de la década un desmantelamiento que alcanzaría su punto crítico en el año 2000, con solamente 120 personas ocupadas en la actividad.[2] Luego de la quiebra de la empresa Continental Fueguina en 1995, otras empresas de renombre como Aurora Grundig y Philco pronto seguirían su mismo camino.[2]

El gobernador de Tierra del Fuego, José Estabillo, fue quien dio la orden a la policía provincial para llevar a cabo la represión que acabó con la vida de Choque.[1][4] El funcionario contó además con un refuerzo de trescientos gendarmes, enviados por el gobierno nacional.[1][3] Por el crimen fue condenado a nueve años de prisión el policía Félix Polo.[1] Accesoriamente, el sargento primero Rafael López y el cabo primero Carlos Flores fueron condenados por los hechos de represión.[1][4]

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