Jacob ben Eleazar de Toledo

Jacob ben Eleazar de Toledo fue un escritor, lexicógrafo, gramático, filósofo, traductor y poeta hispanojudío del primer tercio del siglo XIII que redactó sus obras en árabe y hebreo.

Biografía

Poco se sabe sobre él, pese a la abundante obra que dejó. Pertenecía a la nobleza judía, en concreto a la familia toledana de los Abenalazar. Fue educado como los demás jóvenes pudientes judíos de su época en la lengua y cultura árabes además de en las suyas propias, por lo que resultó ser bilingüe. Era coetáneo de Yehuda Al-Harizí (1165–1225) y, buscando mecenazgo como él, viajó por los reinos ibéricos y por Provenza. En esta última región francesa encontró a tres: el médico, escritor y juez Benveniste ben Hiyya, que sufragó su traducción del Calila e Dimna; y Semuel y 'Ezra, hijos de Yehudá ben Natanel de Beaucaire, a los que dedicó su obra de ética Gan Te'udot.

Ben Eleazar compuso libros de carácter gramatical, filosófico o literario en árabe y hebreo. Su versión desde el árabe al hebreo del Calila e Dimna está hecha en prosa rimada. Una de sus obras de carácter lingüístico, el Kitāb al-Kamil / Sefer ha-Šalem, solo ha subsistido en forma de citas por otros autores (por ejemplo, el hijo y sucesor de Maimónides, Abraham Maimónides; David Qimhi; Isaac Israeli ben Joseph). Contenía probablemente una parte gramatical y otra léxica. También se le deben los 23 capítulos del tratado filosófico en verso y prosa Sefer Pardes Rimmoné ha-Hokmá wa-'arugat bosem ha-mezimmá y una obra ética y filosófica que compuso ya en su vejez, el Sefer gan ha-te'udot / Disputa entre el alma racional y el intelecto. Lo más innovador que aportó a la literatura hispanohebrea fueron sin embargo los diez cuentos que escribió en 1233 a la manera de las maqamas musulmanas, el Sefer ha-Mešalim, por petición de sus amigos, a fin de demostrar que la lengua hebrea era tan apta como la musulmana para este género. Empieza por una historia alegórica del alma y el corazón y luego sigue una disputa entre la poesía y la prosa; tras un ejercicio literario sobre el mayor número de metáforas incluidas en un solo verso, viene una disputa entre el cálamo y la espada, donde se defiende la superioridad de las armas sobre las letras.[1] Cuatro de ellas son historias de amor bastante inusuales en la literatura hispanohebrea: por ejemplo, la historia de un viejo que quiere estorbar el amor de dos jóvenes amantes, el combate del rey Markil, animado por su amada, contra un gigantesco etíope; la historia de dos mujeres que vestidas de guerreros se disputan el amor de un hombre, que, naturalmente, acaba quedándose con las dos; no falta la figura del hipócrita santurrón, vicioso y avaro en la realidad, ni el cuento del náufrago enamorado platónicamente de una princesa; acaba con el cuento desolador del que cría a un niño huérfano y un lobato que luego le causan infinidad de daños.[2][3]

Jacob ben Eleazar es el primer judío en tratar el amor platónico y en presentar, como los célebres Aucassin y Nicolette, a dos amantes niños aún; no acude al tópico de la amada cruel, sino que al contrario los amores son correspondidos; el joven que abandona su casa para correr aventuras es también un tema nuevo.[4]

Referencias

  1. Alba Cecilia, Amparo (julio-diciembre 2008). «El Debate del cálamo y la espada de Jacob ben Eleazar de Toledo». Sefarad. vol 68:2.
  2. Fernando Díaz Esteban, "Literatura hispano-hebrea", en VV. AA., Historia de las literaturas hispánicas no castellanas, dir. por José María Díez Borque, Madrid: Taurus, 1980, p. 215.
  3. Abraham David, "Jacob ben Eleazar", en Enciclopedia judaica, 2007
  4. F. Díez Esteban, op. cit.
Este artículo ha sido escrito por Wikipedia. El texto está disponible bajo la licencia Creative Commons - Atribución - CompartirIgual. Pueden aplicarse cláusulas adicionales a los archivos multimedia.