Confiteor

El Confiteor (conocido por su traducción al español "yo confieso" o "yo pecador"), es una oración en latín usada en el rito romano de la misa en el cual la persona que dice el rezo realiza el Acto de confesión de los pecados o Acto penitencial ante Dios, y pide a los Santos la intercesión por su alma. También es usado en los servicios luteranos y en los cultos anglicanos.

Rezo del Confiteor en la Misa Solemne del rito romano.

El texto

El texto aparece en el Ordo Missæ del Misal romano. Es decir, forma parte fija del rito romano de la misa y de la administración del sacramento de la comunión. Su motivación es la de pedir perdón humildemente, por parte del sacerdote, primero, y de los acólitos y fieles después, por sus pecados antes de acercarse al altar y que la misa se desarrolle.[1]

Latín Castellano
Confiteor Deo omnipotenti, et vobis, fratres;
quia peccavi nimis cogitatione, verbo, opere et omissione:
mea culpa, mea culpa, mea maxima culpa.
Ideo precor beatam Mariam semper Virginem,
omnes angelos et sanctos et vos, fratres,
orare pro me ad Dominum, Deum nostrum. Amen.[2]
[Yo] Confieso ante Dios todopoderoso, y ante vosotros/ustedes, hermanos:
que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra, y omisión;
por mi culpa, por mi culpa, por mi gran/grandísima culpa.
Por eso, ruego a Santa María, siempre Virgen,
a los Ángeles, a los Santos, y a vosotros/ustedes, hermanos,
que intercedáis/intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor. Amén.[3]

Usos en el rito romano

En la forma tradicional del rito romano (la llamada Misa Tridentina), el Confiteor se dice, al empezar la Misa, dos veces: primero por el sacerdote (que sustituye tibi, Pater y el te, Pater por vobis fratres y vos fratres, respectivamente) y luego por los ministros o los feligreses. Una costumbre opcional es volver a rezar el Confiteor mientras el sacerdote comulga del Cáliz.

Cosas relacionadas

Rezar esta oración es conocido también como "entonar el mea culpa", debido a la contundencia de sus palabras: mea culpa, mea culpa, mea máxima culpa (por mi culpa, por mi culpa, por mi gravísima culpa), y la persona que lo dice golpea su pecho tres veces, como un gesto del dolor y penitencia ante el pecado. Este gesto del arrepentimiento se puede encontrar también en Las Escrituras (véase el Jer. 31,19: "siempre que me redimo… golpeo mi pecho").

Referencias

  1. Ribera C.M.F., Luis de (marzo de 1959). Misal diario latino-español y devocionario. Barcelona: Regina. p. 19.
  2. Missale Romanum : ex decreto sacrosancti Concilii Tridentini restitutum summorum pontificum cura recognitum (Editio iuxta typicam edición). Barcinone: Herder. 1961. p. 337.
  3. «Opus Dei - Devocionario móvil». multimedia.opusdei.org. Consultado el 29 de septiembre de 2019.

Véase también

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