Yolao

En la mitología griega Yolao, Iolas o Iolao (Ἰόλαος / Iólaos), hijo de Ificles y Automedusa,[1] era uno de los más fieles compañeros de su tío, Heracles, a quien solía conducir el carro. Plutarco y Eurípides lo presentan incluso como su erómeno (amante).

Yolao y Heracles. Mosaico romano del siglo I. Ninfeo de Anzio.

Mitología

Yolao ayudó a su tío a matar a la Hidra de Lerna (cauterizando con fuego sus muchos cuellos a medida que Heracles los decapitaba, para impedir que las cabezas se regenerasen) y a capturar el ganado de Gerión. Tomó parte en la expedición de los argonautas y también en la caza del jabalí de Calidón. También ganó en los primeros Juegos Olímpicos, instituidos por Heracles, conduciendo los caballos de este.

Se casó con Mégara, a quien le había cedido su tío porque le recordaba el asesinato de los hijos de ambos, y tuvo con ella una hija: Leipefilena.[2] Fue enviado por Heracles a Cerdeña al mando de los hijos que había tenido con las hijas de Tespio, los tespíadas, con la orden de fundar una colonia. Allí tomó de los habitantes salvajes las mejores regiones del país, las civilizó, y sería más tarde adorado en ellas. De Cerdeña fue a Sicilia, y luego volvió con Heracles poco antes de la muerte de este.

Después de que Deyanira envenenase a su esposo Heracles, creyendo que le era infiel con Yole, Yolao prendió la pira funeraria en la que se inmoló (si bien otras versiones dicen que fue Filoctetes). Tras esto, cuando sus restos no pudieron ser descubiertos (porque había sido ascendido al Olimpo), Yolao fue el primero que le ofreció sacrificios como un semidiós.

Según Pausanias Yolao murió en Cerdeña, mientras que según Píndaro y otras fuentes fue enterrado en la tumba de su abuelo, Anfitrión, donde fue adorado como un héroe. Sus descendientes en Cerdeña fueron llamados Ίολαεις (Estrabón v, p. 225) y yolaenses.

Tal era su apego por los hijos de Heracles que tras su muerte, cuando Euristeo exigió a los atenienses la rendición de estos, que habían sido amablemente recibidos en la ciudad, Yolao pidió a los dioses del inframundo permiso para recuperar por una hora su juventud y volver de nuevo a la tierra para ayudarlos. El permiso le fue concedido y así mató a Euristeo. Otra versión hace que la juventud la recupere gracias a la intervención de la diosa Hebe, esposa de Heracles en el Olimpo y, por tanto, su tía política.

Culto

Según Diodoro Sículo, Yolao fue objeto de un culto heroico en Sicilia, donde Heracles le había consagrado un bosque y distintos sacrificios. Se le veneraba especialmente en la ciudad de Agira:

Los que permanecen en la ciudad de Agira dedican su cabellera a Yolao y la dejan crecer cuidadosamente hasta que está en condiciones de ser ofrecida a este dios con grandes ceremonias. Su templo es tan santo y respetable que los que faltan a los sacrificios acostumbrados pierden la voz y pasan a estar como muertos. Sin embargo vuelven a su estado original en cuanto hacen voto de satisfacer este deber y dan las seguridades convenientes. Los habitantes de Agira llaman Herculana a la puerta ante la que hacen sus ofrendas a Yolao. Celebran su fiesta todos los años con la misma solemnidad, con ejercicios de lucha y carreras de caballos, sin distinguir en ellas a los amos de los esclavos, admitiéndolos a las mismas danzas, mesas y sacrificios.

En la época de Pausanias aún existía una ciudad llamada Iolaïa en Cerdeña, donde Yolao era adorado como un héroe.

Fuentes

Notas y referencias

  1. Automedusa: Αὐτομέδουσα / Automédousa.
  2. Leipefilena (Λειπεφιλήνη / Leipephilḕnē) o Leipéfile (Λειπεφίλη / Leipephílē).

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