Zheng Xiaoxu
Zheng Xiaoxu —en chino tradicional, 鄭孝胥; en chino simplificado, 郑孝胥; pinyin, Zhèng Xiàoxū; Wade-Giles, Cheng Hsiao-hsu— (Suzhou, 2 de abril de 1860-Hsinking, 28 de marzo de 1938) fue un estadista, diplomático y calígrafo. Persona cercana a Puyi, último emperador de China, Zheng acabó convirtiéndose en primer ministro del Estado marioneta de Manchukuo.
Zheng Xiaoxu | ||
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9 de marzo de 1932-21 de mayo de 1935 | ||
Monarca | Kangde | |
Predecesor | cargo creado | |
Sucesor | Zhang Jinghui | |
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Información personal | ||
Nombre en chino | 鄭孝胥 | |
Nacimiento |
2 de abril de 1860 Suzhou (Dinastía Qing) | |
Fallecimiento |
28 de marzo de 1938 (77 años) Changchun (Manchukuo) | |
Familia | ||
Padre | Zheng Shoulian | |
Información profesional | ||
Ocupación | Diplomático, pintor y poeta | |
Partido político | Asociación Concordia | |
Biografía
Formación y carrera
Nacido en 1860,[1] en Suzhou. En 1882 superó los exámenes imperiales y tres años después pasó a servir como secretario de Li Hongzhang. En 1891 fue destinado a la legación china en Tokio, y durante los siguientes años desempeñó diversas funciones en los consulados de Tsukiji, Osaka y Kobe. Con posterioridad, Zheng destacó en el ámbito de la poesía[1] y la caligrafía.
Tras la Revolución de Xinhai de 1911 y el colapso del sistema imperial, Zheng se alejó del nuevo gobierno republicano, no volviendo a desempeñar puestos públicos. A partir de entonces fue un convencido partidario de la restauración imperial.[2]
Posteriormente —en 1923— pasó a ser tutor del destronado emperador Puyi, junto al británico Reginald Johnston.[3] También fue puesto al frente del Departamento de la Casa Imperial,[n. 1] realizando una importante reforma interna que llevó a la expulsión de todos los cargos corruptos.[5] Ello le hizo ganarse muchos enemigos, a pesar de lo cual contó con el firme apoyo de Puyi y Johnston.[5] Cuando en 1924 Puyi se vio expulsado de la Ciudad prohibida de Beijing, Zheng fue uno de los que le recomendó que se refugiara en la sede diplomática japonesa.[6] En los siguientes años siguió acompañando a Puyi en su «exilio» particular.
A finales del verano de 1927 Zheng visitó Japón para reunirse con diversas personalidades políticas y militares, tratando de convencerlas a favor de una restauración de Puyi.[7] Los japoneses, sin embargo, le contestaron que era mejor esperar el momento oportuno para ello.[7] En septiembre de 1931, tras el «incidente de Mukden», los japoneses invadieron Manchuria y en poco tiempo dominaron toda la región. En poco tiempo organizaron un estado bajo control nipón, Manchukuo, y a Puyi le fue ofrecida la jefatura del Estado —posteriormente sería nombrado emperador de Manchukuo—. Zheng fue uno de los que siguió a Puyi en su traslado a Manchuria.[8]
Manchukuo
En 1932 se convirtió en primer ministro del nuevo Gobierno de Manchukuo.[9] Sin embargo, en el seno del gabinete pronto se vio carente de apoyos políticos, y en realidad ministros como Xi Qia —Finanzas—, Zhang Shiyi —Asuntos civiles— o Zhang Jinghui —Asuntos militares— disponían de sus propios feudos de poder autónomos.[10] También empezó a mostrar reticencias en su cooperación con los japoneses. Inicialmente mostró muchas reservas para firmar el Protocolo Japón-Manchukuo y llegó a enfrentarse con algunos funcionarios japoneses,[n. 2] aunque al final terminó por suscribir el documento.[11] La firma del protocolo incluyó también la suscripción de un pacto adicional con el representante japonés, el barón Nobuyoshi Mutō.[11] Zheng, que creía sinceramente en la restauración de la dinastía Qing, quedó muy desilusionado con el desarrollo de los acontecimientos.[12] Además, se vio alejado de Puyi.[10] En los siguientes años, durante las reuniones del Consejo Nacional solía no intervenir y mantenerse en silencio.[13]
Crecientemente descontento con la situación a su alrededor, Zheng dimitió de todos sus puestos en mayo de 1935. Falleció en 1938.[1]
Notas
- Constituía la primera vez en varios siglos que un chino de etnia Han ocupaba este puesto,[4] habitualmente reservado para manchúes.
- Llegó a declarar que «al firmar el Protocolo, acabaría siendo visto como un traidor», y su temor de convertirse para siempre en «el hombre que entregó Manchuria a los japoneses».[11]
Referencias
- Schmidt, 2013, p. 227.
- Mitter, 2000, p. 80.
- Crossley, 1990, p. 206.
- Rhoads, 2000, p. 246.
- Airlie, 2012, p. 189.
- Airlie, 2012, p. 198.
- Yamamuro, 2006, p. 95.
- Crossley, 1990, p. 210.
- Yamamuro, 2006, p. 110.
- Yamamuro, 2006, p. 149.
- Yamamuro, 2006, p. 148.
- Yamamuro, 2006, pp. 148-150.
- Yamamuro, 2006, p. 150.
Bibliografía
- Airlie, Shiona (2012). Scottish Mandarin: The Life and Times of Sir Reginald Johnston. Hong Kong University Press.
- Crossley, Pamela K. (1990). Orphan Warriors: Three Manchu Generations and the End of the Qing World. Princeton University Press.
- Mitter, Rana (2000). The Manchurian Myth: Nationalism, Resistance, and Collaboration in Modern China. University of California Press. ISBN 0-520-22111-7.
- Nakai, Yoshifumi (2000). Politics of state building and economic development in Manchuria, 1931-1936. University of Michigan.
- Rhoads, Edward J.M. (2000). Manchus and Han. University of Washington Press. ISBN 0-295-97938-0.
- Schmidt, Jerry D. (2013). The Poet Zheng Zhen (1806-1864) and the Rise of Chinese Modernity. Leiden: Koninklijke Brill NV.
- Yamamuro, Shin'ichi (2006). Manchuria Under Japanese Dominion. Philadelphia: University of Pennsylvania Press.