Zoológico humano

Zoológico humano es una expresión usada por los historiadores para indicar una forma de exhibición de seres humanos cuyas características étnicas o individuales eran vistas como "diferentes", "primitivas" o "salvajes". En este sentido describe una actitud de supremacía cultural.[1][2]

Onas llevados a París por Maître en 1889.

El origen de los mismos puede datarse en la Antigüedad y el Medioevo, en los palacios reales o en los espectáculos de circo. No obstante, su establecimiento como lugar de muestra de especímenes humanos de culturas no europeas para el público masivo, es un fenómeno de la cultura occidental cuyo modelo fue implementado por Carl Hagenbeck, promotor de las exhibiciones humanas realizadas en el Jardín de Aclimatación de París, y se realizaron desde la década de 1870, hasta principios de la década de 1930 [3].[4] Fue popularizado por la publicación en 2002 de la obra Zoológicos humanos, escrito por varios historiadores franceses especialistas del fenómeno colonial.

Las exposiciones coloniales fueron la ocasión de presentar al público de la metrópoli una muestra de los diferentes pueblos colonizados, puestos en escena, en situación forzada en un ambiente reconstruido.

Eufemísticamente también se las rotulaba como «exposiciones etnológicas» o «ciudades de negros», enfatizando las diferencias culturales entre las naciones occidentales y las no europeas. Estos zoos etnográficos han sido criticados[5] por alevosamente degradantes de la condición humana, y por racistas.

Los primeros zoos humanos

Una caricatura de Sara Baartman, la Venus hotentote; nacida en la nación sudafricana joisán, fue exhibida en Londres a principios del siglo XIX.

Hubo exhibición de seres humanos en la antigua Roma, los cuales eran traídos amarrados e incluso en jaulas por los generales victoriosos cuando llegaban de un territorio recientemente sometido. Se los exhibía también en lugares públicos, lo mismo a los gladiadores, cerca de los circos y arena

Uno de los primeros antecedentes de los zoológicos humanos fue la colección de Moctezuma en México, la cual no solo consistía en un auténtico zoológico, lleno de diversos animales importados de toda Mesoamérica y Aridoamérica, sino que también exhibía a personas poco comunes como enanos, albinos y jorobados.[6]

En el siglo XVI el cardenal Hipólito de Médicis tuvo una "colección" de personas de diferentes etnias: moros, tártaros, indios, turcos y africanos. Según su propio testimonio, entre sus "bárbaros" se escuchaban hasta 20 idiomas.[6]

Uno de las primeras exhibiciones públicas de humanos fue la exhibición de P.T. Barnum de la supuesta supercentenaria de 161 años, Joice Heth el 25 de febrero de 1835[7] y, luego, los siameses Chang y Eng Bunker. Sin embargo, la noción de la curiosidad sobre otros humanos tiene una historia tan larga como el colonialismo. Por ejemplo, Cristóbal Colón llevó indígenas de sus viajes al Nuevo Mundo a la corte castellana en 1493.[8] Otro famoso ejemplo fue Sara Baartman de la nación nama, con frecuencia llamada la Venus hotentote, que fue exhibida en Londres hasta su deceso en 1815. Durante los años 50 y 60 del siglo XIX Máximo y Bartola, dos niños microcefálicos de El Salvador fueron exhibidos en Estados Unidos y en Europa bajo el rótulo de " los últimos aztecas" o los "liliputienses aztecas".[9] Sin embargo, los zoos humanos se volvieron comunes a mediados del periodo denominado Nuevo Imperialismo durante el fin de siglo.

Fueguinos en los zoológicos humanos

En septiembre de 1881, once fueguinos fueron exhibidos en el Jardín de Aclimatación, no se tiene claro si eran alacalufes o yaganes. Habían sido raptados en las costas del estrecho de Magallanes por Johann Wilhelm Wahlen, marino alemán. En los primeros días, la hija menor de uno de ellos murió. Luego de París fueron exhibidos durante tres semanas en Berlín, donde los alojaron en el recinto de las avestruces. La gira siguió rumbo a Leipzig, Múnich, Stuttgart y Núremberg. Para entonces ya se encontraban bastante enfermos y camino a Zúrich murió una mujer apodada Grethe, la salud del resto del grupo estaba tan frágil que debieron cancelarse todas las presentaciones en Suiza.[10] Fue en este momento cuando el empresario Carl Hagenbeck intervino y envió de regreso a Punta Arenas a los cinco sobrevivientes de la gira, ya que el responsable de llevarlos había dado un depósito de garantía por los indios. En el viaje murió el fueguino apodado Andrés. Solo sobrevivieron cuatro.

En la representaciones que hicieron de este grupo, nada hacía señalar que eran canoeros, si no todo lo contrario, los representaron como nómadas terrestres. Las fotografía tomadas y los grabados e ilustraciones realizados a partir de aquellas exposiciones fueron tomadas como verdaderas y adquirieron carácter científico con enfoque antropológico.

Desde el 6 de mayo hasta el 31 de octubre de 1889 se celebró en París el centenario de la revolución con una Exposición Universal. En el marco de la celebración de "igualdad, fraternidad y libertad", se exhibieron once indígenas selknam. Maurice Maître[11] raptó en la bahía San Felipe a toda una familia, a quienes llevó atados con cadenas. De los once, dos murieron en el viaje.

Fueron presentados en jaulas como supuestos caníbales, todas las tardes les arrojaban carne cruda de caballo y los mantuvieron sucios y sin posibilidades de higiene, para que tuvieran la apariencia de salvajes, todo para obtener beneficios comerciales. Ante las inhumanas condiciones de la exposición la S.A. Missionary Society comenzó a exigir la liberación y el retorno de esta familia a Tierra del Fuego. Fue tal la presión que obligó a Maître a cancelar la gira por Inglaterra, dirigiéndose a Bélgica.[11]

De los once selknam solo siete llegaron con vida a Petit-Carmes en Bélgica. Una vez en Bruselas fueron exhibidos en el Musée du Nord, el cual ofrecía una amplia variedad de atracciones, desde equipos eléctricos hasta obras de teatro con actores enanos. Fue en este contexto que el grupo de siete selknam fueron encarcelados por la policía belga en la sección de extranjeros. Tras este episodio, Maître y el grupo de selknam volvieron a Inglaterra, desde donde se embarcaron de regreso a Tierra del Fuego. De los once regresaron seis.[10]

Mapuches en los zoológicos humanos

En junio dos familias de Mapuche fueron exhibidas en el Jardín de Aclimatación: un grupo de seis hombres, cuatro mujeres y cuatro niños. Fueron llevados hasta el lugar por el alemán Richard Fritz y según los registros había participado en un Guillatún en la comunidad de estas familias, lo que indica un nivel de cercanía, por ende que no fueron llevados hasta Europa por la fuerza. Durante la exposición en París la representación se hizo a través del juego del palín y por el uso de sus instrumentos, sobre todo por el sonido de la trutruka. Después de París, la gira continuo rumbo al zoológico de Berlín y a una feria navideña en Hamburgo y en el palacio de la moneda (Chile). En términos etnográficos, la Sociedad de antropología de la metrópoli belga, recalcó en numerosas ocasiones lo reacios que eran a ser medidos y fotografiados para fines científicos.[10]

El legado de los zoológicos humanos

Campamento Tuareg en la exposición de 1907 en París.

El concepto de zoológico humano no ha desaparecido completamente; a pesar de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948. Una ciudad congolesa se inauguró en la Exposición General de primera categoría de Bruselas (1958) o Expo 58.[12] Una aldea africana fue inaugurada en el Zoo de Augsburgo, Alemania en julio de 2005.[13]

En agosto de 2005, el London Zoo exhibió a participantes voluntarios desnudos.[14]

En 2007, el Zoo de Adelaida realizó una «Exhibición de Zoo Humano» consistente en un grupo de gente que, como parte de un ejercicio de estudio, simulaban el encierro de un primate durante el día, y retornaban a sus hogares de noche. Los habitantes tomaban parte en varios ejercicios, con mucho de divertimento para los que miraban, que eran invitados a donar para nuevos encierros.

Véase también

Bibliografía

  • Zoos humains, obra colectiva bajo la dirección de Nicolas Blancel, Pascal Blanchard, Gilles Boetsch, Éric Deroo & Sandrine Lemaire - Paris, La Découverte, 2002.
  • Báez, Chistian, Mason, P. “Zoológicos humanos. Fotografías de fueguinos y mapuches en el "Jardín de Aclimatación de París", siglo XIX”. Pehuén Editores, Santiago, Chile, 2006.

Notas y referencias

  1. «Los zoológicos humanos, una siniestra práctica de las sociedades coloniales». mundo.sputniknews.com. Consultado el 6 de diciembre de 2019.
  2. «En Madrid existió un zoológico humano en el Parque del Retiro en 1887». Los Replicantes. Consultado el 6 de diciembre de 2019.
  3. Sánchez Arteaga, Juanma (30 de junio de 2010). «La antropología física y los «zoológicos humanos»: exhibiciones de indígenas como práctica de popularización científica en el umbral del siglo XX». Asclepio 62 (1): 269-292. ISSN 1988-3102. doi:10.3989/asclepio.2010.v62.i1.305. Consultado el 2 de abril de 2019.
  4. López Sanz, Hasan G (2017). Zoos humanos, ethnic freaks y exhibiciones etnológicas : una aproximación desde la antropología, la estética y la creación artística contemporánea. Concreta textos. [València]: Editorial Concreta. ISBN 978-84-946891-0-9.
  5. Sánchez Arteaga, Juanma; Niño El-Hani, Charbel (2010-6). «Physical anthropology and the description of the 'savage' in the Brazilian Anthropological Exhibition of 1882». História, Ciências, Saúde-Manguinhos 17 (2): 399-414. ISSN 0104-5970. doi:10.1590/S0104-59702010000200008. Consultado el 2 de abril de 2019.
  6. Ventura, Dalia (22 de octubre de 2022). «La infame historia de los zoológicos humanos que se mantuvieron abiertos en Europa hasta 1958». BBC Mundo. Consultado el 23 de octubre de 2022.
  7. «Joice Heth». Archivado desde el original el 29 de mayo de 2013. Consultado el 22 de noviembre de 2009.
  8. "On A Neglected Aspect Of Western Racism" por Kurt Jonassohn, diciembre 2000, Montreal Institute for Genocide and Human Rights Studies
  9. Aguirre, Robert D. (2005). «4». Informal Empire: Mexico and. Central America in Victorian Culture. (requiere registro).
  10. Báez, Chistian, Mason, P. “Zoológicos humanos. Fotografías de fueguinos y mapuches en el "Jardín de Aclimatación de París", siglo XIX”. Pehuén Editores, Santiago, Chile, 2006
  11. Báez, Chistian, Mason, P. “Zoológicos humanos. Fotografías de fueguinos y mapuches en el "Jardín de Aclimatación de París", siglo XIX”. Pehuén Editores, Santiago, Chile, 2006
  12. Cobelco. Zoo Humano Belga Archivado el 10 de febrero de 2005 en Wayback Machine.; Peut-on exposer des Pygmées?. Le Soir. 27 de julio de 2002. Archivado desde el original el 8 de febrero de 2005.
  13. ¿Veremos un nuevo zoo humano en Alemania? (texto original en inglés). Indymedia. 6 de diciembre de 2005.; England Hacks Away at the Shaken EU. Der Spiegel. 6 de junio de 2005.; una Visión Diferente de un Zoo Humano. Der Spiegel. 13 de junio de 2005.; Zoo sparks row over 'tribesmen' props for animals, × Allan Hall. The Scotsman. 8 de junio de 2005.; Análisis Crítico del Zoo Humano de Augsburg ("Los organizadores y visitantes no serían racistas, pero participan y reflejan un proceso llamado racialización: la naturalización de separar a los humanos en categorías supuestamente biológicas y desiguales", etc.)
  14. London Zoo official website; Humans strip bare for zoo exhibit. BBC News. 25 de agosto de 2005.; «Humans On Display At London's Zoo». CBS News. 26 de agosto de 2005.; «The human zoo? × Debra Saunders (un poco más crítico)». Townhall. 1 de septiembre de 2005. Archivado desde el original el 25 de octubre de 2014. Consultado el 18 de abril de 2008.

Enlaces externos

Este artículo ha sido escrito por Wikipedia. El texto está disponible bajo la licencia Creative Commons - Atribución - CompartirIgual. Pueden aplicarse cláusulas adicionales a los archivos multimedia.