13. Comprensión |
Primera parte
Te veo desanimado, casi a punto de abandonar este programa. Estás llegando a creer que eres incapaz de mejorar, porque te parece que no logras los resultados esperados. ¿Es esto lo que te pasa?. Te comprendo. A mi me ocurre algo parecido.
La educación es tarea muy lenta. Y, al no palpar avances, entra el desaliento. Pero te diré que si uno quiere formarse y va poniendo empeño, los avances se producen aunque no se noten. Como no se nota el crecer de las plantas. Estoy contigo, te comprendo; mas no vamos a decir basta; vamos a intentarlo con nuevos bríos, sabiendo que es tarea de toda la vida.
Como ves, te estoy hablando de comprensión. Todos necesitamos que nos comprendan; pero aquí se trata de que tú seas comprensivo con los demás. Es fascinante estar junto al que necesita comprensión, para acompañarle y ayudarle a solucionar sus problemas.
Segunda parte
¿Estudiamos juntos qué es comprensión?
El hombre comprensivo reconoce las circunstancias y los factores que influyen en los sentimientos y comportamientos de otra persona; se hace cargo de su situación, y actúa para ayudarla.
Palabras a considerar:
- Reconocer los factores.
- Sentimientos y comportamientos.
- Otra persona.
- Hacerse cargo.
- Ayudarla.
Hay que saber que las personas estamos influenciadas por múltiples circunstancias que nos condicionan. Reconocer esto en una persona concreta es fundamental para la comprensión.
Muchas veces estos factores crean problemas en los sentimientos y comportamientos. Problemas que hacen sufrir y, a veces, oscurecen la inteligencia para ver la solución. El comprensivo comparte estos problemas, se hace cargo de ellos, los asume como propios, pero con la serenidad de no sufrirlos.
Y esta serenidad da lucidez para ver la solución, y para ayudar a poner los remedios.
A veces, no se puede hacer más que estar junto al que sufre un problema, dándole a entender que lo comprendemos. Ya es ayuda el mero hecho de comprender.
No es comprensión el solo hecho de emitir juicios, ni valoraciones, ni opiniones, ni consejos, aunque, tal vez, haya que darlos. Es, ante todo, reconocer y aceptar al otro con las circunstancias que lo están condicionando. Sólo esto, aunque no demos juicios de valor ni consejos, es comprensión. Lo otro hasta puede ser contraproducente.
Tercera parte
Pautas para la comprensión:
* Estar pendiente de los demás.
* Darse cuenta de que algo les está ocurriendo.
* Superar las preocupaciones propias para poder escuchar con interés los problemas de los otros.
* Despojarse de prejuicios, de ideas preconcebidas, de etiquetas clasificadoras, para no impedir la comprensión hacia el otro.
* Ayudar a que el otro se comprenda a sí mismo lo suficiente como para poner los medios que le ayuden a superar las dificultades.
* Si somos atentos, alegres, afectuosos, flexibles, nos predisponemos a que la comprensión que queremos brindar sea aceptada por los demás.
Texto original de don Samuel Valero.