25. La libertad |
Primera parte
La palabra que más atrae a la juventud es la libertad. ¡Crecer libremente! ¡Desarrollarse libremente! ¡Vivir libremente! Libremente como un pájaro. Un deseo instintivo impele a la juventud hacia la libertad. Y si es instintivo, luego lo dio el Creador, y, si lo dio Él, entonces habrá fijado metas elevadas a este instinto.
Estos deseos de libertad no pueden tener por fin armar el mayor alboroto durante los descansos y burlas los reglamentos de disciplina. Este fin no puede ser otro que dar ánimos al joven para que pueda luchar contra todo lo que impida su desarrollo ideal.
El deseo de libertad de tu corazón tiene como fin asegurar tu desarrollo de espíritu. Así, pues, no has de luchar contra toda regla y contra todo lazo, eso sería libertinaje, desenfreno, sino sólo contra las pasiones, inclinaciones, obstáculos, que se oponen al libre desenvolvimiento de tu carácter.