27. Razones para sonreír |
Primera parte
"¿Cómo es que usted sonríe siempre, cómo se las arregla para estar siempre contenta?", preguntaron no hace mucho a una mujer famosa bastante sensata.
Explicó que ella tenía, como todo el mundo, también sus momentos de tristeza, de cansancio, de inquietud, de malestar.
"Pero conozco el remedio, aunque no siempre sepa utilizarlo: de de mí misma, interesarme por los demás, comprender que quienes nos rodean tienen derecho a vernos alegres.
"Pienso que cuando sonrío y me muestro alegre, al hacerlo, comunico felicidad a los demás, aunque a lo mejor lo esté pasando mal. Y, al darla a los demás, me sucede -como de rebote- que crece también en mi interior.
"Creo que quien renuncia a estar siempre pendiente de su propia felicidad y se dedica a procurar la de los demás, se encuentre casi sin darse cuenta con la propia."
Por eso, las personas que se esfuerzan por sonreír cuando no tienen ganas, acaban por tener ganas de sonreír.