Hechos imposibles |
Algunos automovilistas no encuentran una explicación racional al accidente de tráfico y se amparan ante el juez en fenómenos paranormales, como el siguiente:
“Un coche invisible que salió de la nada me dio un golpe y desapareció.”
“Llevaba”, dice otro en su declaración, “cuarenta años conduciendo cuando me dormí al volante.”
“Cuando llegué al cruce apareció de pronto una señal donde nunca había habido una señal de STOP antes y no pude parar a tiempo.”
“Había estado todo el día comprando plantas”, detalla otro afectado, “y cuando llegué al cruce, un arbusto surgió de pronto oscureciendo mi visión y no pude ver el coche que venía”.
Los hay también que les cuesta comprender qué pasó exactamente. Cuenta uno: “Volviendo al hogar me metí en la casa que no es y choqué contra un árbol que no tengo”.
En un caso, el automovilista inmiscuye a la madre de su esposa, que le acompañaba en el viaje, en el accidente: “Saqué el coche del arcén, miré a mi suegra y me fui de cabeza al terraplén”.
De militares
En la mili:
-Compañía, ¡armas al hombro!
-El del
cañón no, ¡hombre!
En la mili:
-¡Soldado, ice la bandera!
-Pues le ha quedado muy bonita, mi sargento.
-Teniente, ¿da su permiso?
-Sí.
-Pues, me voy un mes.
El capitán de un barco, de noche, ve unas luces dirigiéndose directamente hacia él, y rápidamente intenta hablar con el otro capitán por radio:
-Aquí el capitán del “Invencible”, dirigiéndose al barco inidentificado, estamos en rumbo de colisión, cambie su rumbo 10 grados al sur. Cambio.
-Rectifique usted su rumbo 10 grados al norte. Cambio.
-¡Oiga, que soy un capitán, y le ordeno que cambie su rumbo 10 grados al sur! ¡Cambio!
-Pues mire, yo solo soy un marinero de segunda, pero insisto en que sea usted el que modifique su rumbo 10 grados al norte. Cambio.
-¡Pero es que esto es un portaaviones, y tengo prioridad, y tengo prioridad! ¡Cambio!
-Me da igual, esto es un faro.
Un “sargento de hierro” les está echando el rollo a los recién llegados a la mili, y le pregunta a uno:
-Y a usted, ¿qué rango le gustaría alcanzar en el ejército?
-General.
-¿General? ¿Está usted loco?
-No, ¿hace falta?
Un general está pasando inspección a la tropa, cuando de repente se le ocurre poner a prueba a sus soldados, y le pregunta a uno:
-A ver, usted, ¿qué haría si en un combate muriese el sargento de su patrulla?
-Nada, señor.
-¿Cómo que nada?
-Es que yo soy el sargento, señor.
Un sargento de hierro hablando a uno de sus soldados el día que acaba la mili:
-Bueno, y ahora que ya eres un civil, me imagino que lo único que deseas es que me muera para poder mear en mi tumba, ¿no?
-No, sargento. Ahora que he acabado la mili no quiero volver a hacer más colas en mi vida.
Un soldado, durante la instrucción, se cruza en el cuartel con otro militar:
-Paasa...
-¿Pero es que no sabes saludar?
-Anda, ¿y pa qué tantos miramientos?
-¿Es que no has visto los galones?
-¡Ah! Perdón, pensé que era el de la Citroën.
El sargento decide hacer una prueba a los soldados y pregunta:
-¿Cuánto es 4 x 8 ?
El soldado Ramírez responde con voz fuerte y clara:
-¡¡¡ 48, mi sargento !!!
-El sargento responde:
-¡Así me gusta!, bruto pero enérgico.
Exageraciones
No es que sea patizambo, es que le pasó un caballo entre las piernas.
No puedes tenerlo todo... ¿dónde te meterías?
Preferiría ser rico a ser estúpido.
Si Supermán es tan listo, entonces, ¿por qué lleva los calzoncillos fuera?
Si usted ha entendido este artículo, no dude en ponerse en contacto conmigo, y gustosamente se lo volveré a explicar hasta que no lo entienda.
Suelen hacer falta tres semanas para preparar un discurso improvisado (Mark Twain)
®Arturo Ramo García.-Registro de Propiedad Intelectual
de Teruel nº 141, de 29-IX-1999
Plaza Playa de Aro, 3, 1º DO 44002-TERUEL