16.
Jesús en Galilea |
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Instrucciones: Lee y comprende bien este texto y después haz el crucigrama.
1. El siervo del centurión
Jesús entró en Cafarnaún. Había allí un centurión que tenía un criado enfermo y moribundo a quien estimaba mucho. Habiendo oído hablar de Jesús, le envió unos ancianos de los judíos para rogarle que viniera a curar su criado. Ellos, cuando llegaron junto a Jesús, le rogaban encarecidamente diciendo:
- Merece que le hagas esto, pues aprecia a nuestro pueblo y él mismo nos ha construido una sinagoga. Jesús, pues, se puso en camino con ellos. Y no estaba ya lejos de la casa cuando el centurión le envió unos amigos para decirle:
- Señor, no te tomes esa molestia, porque no soy digno de que entres en mi casa, por eso ni siquiera yo mismo me he considerado digno de venir a ti; pero di una palabra y mi criado quedará sano. Pues también yo soy un hombre sometido a disciplina y tengo soldados bajo mis órdenes: digo a éste:
- Ve, y va; y al otro: ven y viene; y a mi siervo: haz esto y lo hace.
Al oírlo, Jesús quedó admirado de él, y volviéndose a la multitud que le seguía, dijo:
- Os digo que ni aun en Israel he
hallado tanta fe. Y cuando volvieron a casa, los enviados encontraron sano al
siervo.
(Lucas 7, 1-10)
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Es tal la fe y la humildad del centurión al decir esto, que la Iglesia en la
liturgia eucarística, pone en nuestro corazón y en nuestra boca estas mismas
palabras antes de recibir la sagrada Comunión. Esforcémonos, pues, por tener
sinceramente esta misma disposición interior ante Jesús que viene a nuestra
casa, a nuestra alma.
2. Resurrección del hijo de la viuda de Naín
Sucedió, después, que marchó a una ciudad llamada Naín, e iban con él sus discípulos y una gran muchedumbre. Al acercarse a la puerta de la ciudad, he aquí que llevaban a enterrar un difunto, hijo único de su madre, que era viuda, y la acompañaban una gran muchedumbre de la ciudad. Al verla, el Señor se compadeció de ella y le dijo:
- No llores. Se acercó y tocó el féretro. Los que lo llevaban se detuvieron; y dijo:
- Muchacho, a ti te digo, levántate. Y el que estaba muerto se incorporó y comenzó a hablar; y se lo entregó a su madre. Y se llenaron todos de temor y glorificaban a Dios diciendo:
- Un gran profeta ha surgido entre nosotros, y Dios ha visitado a su pueblo. Esta fama acerca de él se divulgó por toda Judea y por todas las regiones vecinas. (Lucas 7, 11-17)
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No es Jesucristo insensible ante el padecimiento, que nace del amor, ni se goza
en separar a los hijos de los padres: supera la muerte para dar la vida, para
que estén cerca los que se quieren, exigiendo antes y a la vez la preeminencia
del Amor divino que ha de informar la auténtica existencia cristiana.
3. Embajada de Juan Bautista
Los discípulos de Juan contaron a su Maestro todos estos sucesos y prodigios. Y Juan, conociendo que algunos de los suyos sentían celos de la preponderancia del otro Maestro, y, sobre todo, para que se convencieran de su prioridad y le siguieran, envió a dos de sus discípulos a Jesús para que le interrogasen. Él no podía ir, pues estaba encarcelado por orden de Herodes en la fortaleza de Macqueronte. Y llegados los discípulos de Juan adonde estaba Jesús, le dijeron:
- ¿Eres tú el que ha de venir o esperamos a otro? Y respondiendo Jesús les dijo:
- Id y contadle a Juan lo que habéis oído y visto. Los ciegos, ven; los cojos, andan; los leprosos son limpiados; los sordos, oyen; los muertos, resucitan, y a los pobres se les anuncia el Evangelio. Y bienaventurado el que no fuere escandalizado por Mí.
Y cuando se fueron los discípulos de Juan, Jesús hizo un caluroso elogio de su Precursor, el Bautista. (Lucas 7, 18-28)
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En la respuesta a los enviados del Bautista, Jesús alude a los milagros que ha
realizado como señal de que con Él ha llegado el Reino de Dios. Él es, por
tanto, el Mesías prometido.
A. Contesta a cada pregunta con una palabra y escríbela en un papel para buscarla después en el crucigrama:
1. El centurión había construido una... |
2. Señor, no soy digno de que
entres en mi... |
3. Ni aun en Israel he hallado
tanta... |
4. Jesús se dirigió a la ciudad
de... |
5. La madre del difunto era... |
6. El Señor se... |
7. El Señor entregó el hijo a su... |
8. Eres tú el que has de venir o
esperamos a... |
9. Los ciegos ven y los cojos... |
10. Se anuncia el Evangelio a los... |
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