13. Conocerse |
Primera parte
Suele haber dos actitudes que los novios deben evitar en su etapa de amistad y después en el noviazgo:
La primera es considerar este tiempo como una simple espera hasta la boda, sin otra preocupación que dejar pasar las semanas y los meses en una pasividad completa. No realizan ningún esfuerzo en lograr un mejor conocimiento y una adaptación recíproca. Se imaginan que ese trabajo se efectuará después. En vez de aprovechar el noviazgo para anticipar e iniciar ya la adaptación de los caracteres, se conforman con dejar pasar el tiempo y soñar que el amor lo resolverá todo después de casarse.
La otra actitud a evitar es la de los que rechazan la conversación seria y se quedan en el nivel de niñerías y jugar a divertirse con abundantes caricias, en vez de analizar los hechos reales. En ambos casos han cultivado los sueños y las ilusiones y cuando llega el matrimonio se sienten infelices y defraudados. Porque a la novia se le trata, pero con la esposa se vive. La esposa resulta ser una mujer completamente distinta de la novia. Lo mismo ocurre con el marido.