16. Salidas
Sopa de letras

  Primera parte

   Una buena decisión sería salir dos o tres veces por semana, incluso sin llamarse. Puede ser suficiente salir una noche por semana para hacer alguna visita a la familia o ir a hacer algún deporte.

   Entre muchas parejas se produce un exceso de salidas, llegando hasta cinco o seis veces por semana. Se puede producir un cierto agobio por falta de tiempo, porque todos tienen un trabajo, una familia, la atención a los amigos y otras obligaciones. Si las salidas son excesivas se tiene que prescindir de algunas de esas obligaciones, impidiendo conservar la propia vida.

   En alguna ocasión el novio puede llegar a sentirse cansado, sobre todo si sale seis veces por semana y los trayectos son de una hora y media, porque vive en otra población o por los atascos de las grandes ciudades. En estos casos la solución es reducir la frecuencia a dos o tres salidas por semana.

  Segunda parte

   El tener dominio sobre las salidas es una manifestación del dominio sobre si mismo. Los animales siguen ciegamente su instinto y buscan el placer en el apareamiento, sin tener libertad para hacer otra cosa. Pero el hombre va al amor con su alma y pone en marcha su inteligencia y su voluntad para ponerlo todo al servicio del amor. Es capaz de prescindir o limitar el puro placer por un amor más limpio y duradero. El hombre puede dominar sus instintos para que le obedezcan. Al decir de una persona que “no es dueño de si mismo” se añade siempre: “ése no es un hombre”.

   El animal se aparea con la hembra que encuentra y no tiene preferencia de una sobre otra; todas le dan el mismo resultado. Después de hacer el acto sexual abandona generalmente a su hembra y ya no la reconoce siquiera. Por eso entre los animales no se habla de fidelidad ni de los sentimientos de paternidad. No saben lo que es el bien ni el mal: no tienen razón.

  Tercera parte

   El hombre por el contrario, enriquece su amor. Mezcla en él los sentimientos más nobles e íntimos, las promesas y la fidelidad para toda la vida. El hombre busca proteger su amor, haciendo planes para el matrimonio. Se preocupa de la felicidad de su mujer y encuentra grandes satisfacciones en la educación de sus hijos. Cuando falta a su deber sabe que hace mal.

   El amor del hombre y el de la bestia sólo se parecen en una cosa: en el acto sexual. Pero el animal desconoce completamente lo que es el amor. Por el contrario, el hombre conoce las alegrías puras y profundas del amor, porque es inteligente y libre. Es bueno sentirse satisfecho de ser hombre y conducirse como tal.

  A. Contesta a cada pregunta con una palabra y escríbela en un papel para buscarla después en la sopa de letras:

 El salir dos o tres veces por semana es buena...
 No es positivo que el número de salidas sea...
 Si hay muchas salidas puede llegar el...
 Con muchas salidas se pueden desatender otras...
 Limitar las salidas es una manifestación del...
 Los animales siguen ciegamente el...
 El hombre sigue el camino de la...
 El hombre es capaz de prescindir o limitar el...
 Cuando falta a su deber, el hombre sabe que hace...
 El animal desconoce lo que es el...

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