El rey David y la esposa de Uría |
El rey David se apoderó de la esposa de Uría
Por Gabriel Marañón Baigorrí
El rey
David se paseaba una tarde por la terraza del palacio real y vio desde allí a
una mujer muy bella. Preguntó el rey quien era y uno de los servidores le dijo:
«Es Betsabé, hija de Eliam, esposa de Urías el jeteo.» David faltando al
sexto mandamiento, envió gentes en busca suya y se apoderó de aquella mujer
que no era suya. Luego pecó con ella, cometiendo pecado de impureza y
adulterio.
Entonces David, como había faltado al honor de Urías,
maquinó algo horrible contra él. Como estaba en guerra, escribió una carta a
Joad diciéndole: «Poned a Urías en el punto donde más dura sea la lucha y
cuando arrecie el combate retiraos y dejadle solo para que caiga muerto.» Joad,
que asediaba la ciudad, puso a Urías en el sitio donde sabía que estaban los más
valerosos defensores. Los de la ciudad hicieron una salida contra Joad y cayeron
muchos, servidores de David y entre ellos murió Urías.
El mal que había hecho David contra Urías y su esposa fue
desagradable a los ojos de Dios. Pero el Señor tuvo misericordia de David.
De parte de Dios fue el profeta Natán donde el rey David
para anunciarle lo mucho que le había ofendido. Natán dijo al rey: «Juzga
este caso: Había en una ciudad dos hombres, el uno rico y el otro pobre. El
rico tenía muchas ovejas y muchas vacas y el pobre no tenía más que una sola
ovejuela, que él había comprado y criado, con él y con sus hijos había
crecido juntamente, comiendo de su pan y bebiendo de su vaso y durmiendo en su
seno, y era para él como una hija. Llegó un viajero a casa del rico, y éste,
no queriendo tocar a su ovejas ni a sus bueyes para dar de comer al viajero que
a su casa llegó, tomó la ovejuela del pobre y se la aderezó al huésped.»
Encendido David fuertemente en cólera contra aquel hombre, dijo a Natán: «¡Vive
Yavé que el que tal hizo es digno de muerte y que ha de pagar la oveja con
siete tantos encima por haber hecho tal cosa, obrando sin piedad.» Natán dijo
entonces a David: ¡Tú eres ese hombre¡ He aquí lo que dice Yavé, Dios de
Israel: Yo te ungí rey de Israel y te libré de las manos de Saúl. Yo te he
dado la casa de tu señor, y la casa de Israel y Judá. ¿Cómo, pues,
menospreciando a Yavé, has hecho lo que es malo a sus ojos? Has herido a espada
a Urías, jeteo; tomaste por mujer a su mujer, y a él le mataste con la espada
de los hijos de Ammon. Por eso no se apartará ya de tu casa la espada, por
haberme menospreciado tomando por mujer a la mujer de Urías, jeteo. Así dice
Yavé: Yo haré surgir el mal contra ti de tu misma casa.» David dijo a Natán:
«He pecado contra Yavé.» Y Natán dijo a David: "Yave te ha perdonado tu
pecado. No morirás.»
Natán abandonó el palacio del rey. Y más tarde Dios castigó
a David. El rey oró y ayunó ante el Señor pasando las noches acostado en
tierra.
Sugerencias metodológicas: 1. El profesor lee y explica esta historia del rey David y el Contenido anterior. 2. Cada alumno responde por escrito a estas preguntas: a) ¿Qué hizo el rey David con Betsabé y Urías? b) ¿Cómo murió Urías? c) ¿Qué historia contó Natán al rey David? d) Cuál fue el pecado de David? e) ¿Qué penitencia hizo David? f) ¿Qué aprendemos de esta historia? 3. Escribir en la pizarra las contestaciones a la pregunta f). Norma de conducta: Reproducido con autorización de: www.encuentra.com |
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de Teruel nº 141, de 29-IX-1999 |