¡Seamos amigos! |
Un hombre joven, desanimado de todo, salió a dar una vuelta por el bosque. Una vez allí, se quedó sorprendido al ver como una liebre llevaba comida a un tigre atrapado y herido que no podía valerse por sí mismo. Al día siguiente volvió para comprobar si aquel hecho era una casualidad o era habitual. Y vio que la escena se repetía: la liebre dejaba un buen trozo de carne cerca del tigre. Y así un día y otro.
Admirado por la solidaridad y cooperación de los animales, se dijo: “La naturaleza es maravillosa. Si los animales, que son inferiores a nosotros, se ayudan de esta manera, mucho más lo harán las personas”. Y decidió hacer la experiencia:
Se tiró al suelo simulando que estaba herido, y se puso a esperar que alguna persona pasara por su lado y se compadeciera.
Pasaron las horas, llegó la noche y nadie se acercaba a su lado. Él aguantaba el hambre y la intemperie porque confiaba en los demás hombres. Pero al cabo de unos días de esperar inúltilmente, al límite de sus fuerzas, decepcionado de una naturaleza que consideraba desordenada, sintió una voz que le decía: “Si quieres encontrar a tus semejantes como hermanos, deja de hacer de tigre y haz de liebre”. Se sobresaltó, no sabía si deliraba o soñaba, pero comprendió inmediatamente el mensaje y se levantó para empezar a hacer de liebre.
Adaptación del cuento El tigre y la zorra de Miguel Ángel Ferrés
SUGERENCIAS METODOLÓGICAS
Objetivo.- Descubrir la importancia del servicio generoso en la amistad.
Contenidos.-
Amistad
Los elementos que forjan amistades para toda la vida.
La amistad es un valor universal. Está claro que difícilmente
podemos sobrevivir en la soledad y el aislamiento. Necesitamos a alguien en quién
confiar, a quién llamar cuando las cosas se ponen difíciles, y también con
quien compartir una buena película. Pero ¿Qué es la amistad? ¿De qué se
compone? ¿Cómo tener amistades que duren toda la vida?
Caerse bien
Las amistades suelen comenzar de imprevisto, y muchas veces
sin buscarlas. En el camino de la vida vamos encontrándolas. Y todo comienza
porque alguien "nos cae bien".
Convicciones, sentimientos, gustos, aficiones, opiniones,
ideas políticas, creencias, religión son algunos de las cosas en común que
pueden hacer que nos hagamos amigos de alguien.
Sentirse a gusto con una persona, conversar y compartir
sentimientos es el principio de eso que llamamos amistad.
Algo en Común
Para que la amistad sea verdadera, debe existir algo en común
y, sobre todo, estabilidad. El interés común puede ser una misma profesión,
una misma carrera, un pasatiempo en común, y la misma vida nos va dando amigos.
Dice el refrán Aficiones y caminos hacen amigos.
La amistad es un cariño, un apreciarse que promueve un dar,
un darse y para ello es necesario encontrarse y conversar.
Después, con el tiempo, la amistad puede desarrollarse en
profundidad y en extensión mediante el trato, el conocimiento y el afecto
mutuos.
La amistad no puede desarrollarse sin estabilidad. Por eso
cuando dejamos de ver durante muchos años a nuestros amigos, a veces nos
enfrentamos a que parecen personas totalmente diferentes, o simplemente no se
pasa de un diálogo superficial que deja un mal sabor de boca. La amistad es
algo que requiere estabilidad en el trato.
Tratarse
Conocer bien al amigo es saber de su historia pasada, de sus
quehaceres actuales y de sus planes futuros; y del sentido que da a su vida, de
sus convicciones; y de sus gustos y aficiones, y de sus defectos y virtudes. Es
saber de su vida, de su forma de ser, de comprenderse; es... comprenderle.
Comprender al amigo es meterse en su piel y hacerse cargo.
Desinterés
Para que una amistad sea verdadera, no basta con caerse bien,
hay que dar el paso definitivo: ayudarse desinteresadamente, sin esperar nada a
cambio. Al amigo se le quiere porque él es él y porque yo soy yo. La amistad
se orienta hacia el tú y consiste más en un servir que en un sentir.
No es amigo ni el compañero ni el camarada. Tampoco es amigo
que el busca aprovecharse del otro. La amistad no es comercio de beneficios.
La verdadera amistad es, en gran medida, servicio afectuoso y
desinteresado.
Vale la pena
Ser amigo de verdad no es fácil, pero vale la pena el
esfuerzo. Es un gozo tener amigos de verdad: estar con ellos, charlar, ayudarle
o ser ayudado y disfrutar y alegrase con ellos ¡poder contar con ellos! Aunque
cueste, vale la pena el esfuerzo que requiere ser un amigo.
Tenerse confianza
No solamente se cree lo que dice el amigo, hay que creer en
él. Tener confianza en el amigo significa que tenemos la seguridad moral de que
responderá favorablemente a as esperanzas de amistad que depositemos en él.
La confianza mutua hace posible la autenticidad.
Dar. Darse.
La generosidad nos ayuda y facilita el dar que es esencial en
la amistad. El dar y el darse es esencial en la amistad. El amigo de verdad es
generoso y da. Da sus cualidades, su tiempo, sus posesiones, sus energías, sus
saberes. Y lo hace para procurar ayudar eficazmente al amigo.
Debemos mirar generosamente, con respeto y con cariño. El
egoísmo se opone radicalmente a la amistad.
Un acto de generosidad especialmente difícil es el perdonar.
Debemos comprender y saber los motivos de una acción que nos ha hecho daño.
Saber perdonar es propio de almas sabias y generosas.
Ser leales
No hay riqueza más valiosa que un buen amigo seguro. Ser
leal supone ser persona de palabra, que responda con fidelidad a los compromiso
que la amistad lleva consigo. Leales son los amigos que son nobles y no
critican, ni murmura, que no traicionan una confidencia personal, que son
veraces. Son verdaderos amigos quienes defienden los interés y el buen nombre
de sus amigos.
Ser leal también es hablar claro, ser franco. Debemos también
ser leales en corregir a un amigo que se equivoca.
Ser agradecidos
Dice un refrán que "El agradecimiento es el más efímero
de los sentimientos humanos" y con mucha frecuencia parece tener razón. La
gratitud es propia de los verdaderos amigos.
¿Cuántas veces nos hemos sentido mal con un amigo porque no
ha sido agradecido del tiempo que le damos? Nosotros debemos agradecerle su
tiempo, los buenos ratos que nos hace pasar, su ayuda cuando nos sentimos mal. A
nosotros nos gustaría que una amistad nos dijera "gracias", demos
entonces nosotros el primer paso.
Un enemigo mortal
El Yo es un enemigo mortal de la amistad. El orgullo y el egoísmo
no caben en la amistad. El orgulloso no mira más allá de su persona, de sus
propias cualidades, de sus intereses. No es capaz de ayudar a nadie.
Mantener las amistades
Las amistades se cultivan, maduran. Es fácil hacer amigos,
pero es mucho más difícil mantenerlos. La vida pone a prueba la generosidad,
la lealtad, el agradecimiento, y no siempre se sale bien de ella. De aquellos
amigos de la universidad, poco a poco la lista se hará menor. De un grupo de 30
o 40 amigos, acabarán quedando, para toda la vida 3 o 4.
Hacer nuevos amigos Con
autorización de: www.encuentra.com
Actividades.-
1. Hacer una fotocopia del texto para cada alumno.
2. El profesor leerá y explicará este cuento.
3. Hacer un coloquio sobre estas cuestiones:
a) ¿Como eran las conductas de la liebre y del tigre?
b) ¿Qué aprendió este hombre joven?
c) ¿Qué deberíamos hacer para mejorar las relaciones con los demás?
4. Escribir en la pizarra las contestaciones a la pregunta c) | Página
principal | Valores | V.
humanos para los pequeños | Arriba | Anterior
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El hecho de que alguien no tenga muchos amigos no es algo que
deba permanecer así. El cultivar aficiones o asistir a alguna clase que nos
interese es uno de los mejores medios para hacer amigos. Una cosa maravillosa de
la amistad, es que incluso la gente más tímida puede hacer amistad ¡Con otros
tan tímidos como ellos mismos! Hacer nuevos amigos es abrir horizontes. Si
alguna vez algún amigo nos ha pagado mal, no significa que ocurra así con todo
el mundo. Lo peor que puede hacer cualquiera es cerrarse.
Las amistades cambian
Un punto fundamental al entender la amistad, es que las
personas ni somos perfectas y cambiamos poco a poco, es decir, que no siempre
encontraremos un "solo mejor amigo". Habrá quien comparta con
nosotros nuestras aficiones, otro quizá nuestros problemas, otro nuestros sueños.
Querer buscar que una sola persona llene todas nuestras necesidades de amistad
es algo que podría llegar a ser una utopía. Además ¿Quién dijo que no se
pueden tener varios amigos?
¿Amistad o complicidad?
Así como la amistad sana es un valor esencial para nuestras
vidas, el tener una amistad con la persona equivocada puede serla fuente de
muchos dolores de cabeza. Problemas de droga, delincuencia, baja en el desempeño
profesional, problemas familiares son unos cuantos efectos de las malas
amistades. La amistad es compartir, pero no es complicidad. También es
importante recordar que somos personas individuales, con una conciencia
individual. El hecho de que tal o cual amistad "lo haga", no significa
que nosotros debemos hacerlo. Tampoco podemos esconder nuestra conciencia
individual en una conciencia "compartida". Es el caso típico de
alguien que se mete en problemas serios porque salió con los amigos y se perdió
el control. "Más vale solo que mal acompañado" es un adagio que, de
haber sido practicado a tiempo, podría haber evitado muchos problemas.
Conclusión
La amistad es tan importante para el desarrollo humano, su
estabilidad y el mejoramiento de la sociedad que es un verdadero valor, que
debemos cuidar y fomentar.
®Arturo Ramo García.-Registro de Propiedad Intelectual
de Teruel nº 141, de 29-IX-1999
Plaza Playa de Aro, 3, 1º DO 44002-TERUEL (España)