Las dificultades de Ricardo |
Las dificultades de Ricardo
Un día hablaba con Ricardo. La conversación derivó hacia el tema de la Comunión y le pregunté si lo hacía a menudo. Con alegría, satisfecho de sí mismo, me contestó: «Todos los domingos». ¿Y por qué no lo haces dos o tres veces por semana?». Se quedó pensativo y me dijo: «Porque me cuesta vencer mi pereza y comodidad». Me agradó que fuera tan sincero. Pensé que, si era valiente para decir la verdad, podría vencer los obstáculos que tenía para comulgar con frecuencia. Quise ayudarle a que entendiera la importancia de la Comunión. Por eso le hice esta pregunta: “¿Cuántas veces comes durante el día?”. «Cuatro», me contestó. «¿Y por qué lo haces?». «Para vivir y para crecer». «Muy bien, Ricardo». «Has acertado».
En efecto, la comida protege nuestro cuerpo: le da vida y le ayuda a crecer. La Sagrada Comunión es el alimento de nuestra alma y nos da la vida de Dios: cuando comulgamos, Jesús está dentro de nosotros. Recuerda lo que dice el Señor: «El que come mi carne y bebe mi sangre, mora en mí y Yo en él (Juan 6, 56). Cristo, además, con la Eucaristía, transforma nuestra alma: nos aumenta la gracia, el amor a Dios y al prójimo; perdona los pecados veniales, y nos ayuda a vencer los mortales; y debilita nuestras malas inclinaciones.
Si todos los días protegemos nuestro cuerpo con la comida, ¿por qué no cuidamos la vida de nuestra alma -que es más importante- comulgando con mayor frecuencia? Y tú, que lees estas líneas, ¿cuántas veces vas a recibir a Jesús cada semana?
Miguel Ángel Cárceles. La aventura de acercarse a Dios. Juvenil Mundo Cristiano.
SUGERENCIAS METODOLÓGICAS
Objetivo.- Comulgar los domingos y algún día más entre semana.
Actividades.-
1.-Los alumnos leen en voz alta el texto y el profesor comprueba la comprensión.
2.-Contestar a estas preguntas:
a) ¿Cuándo comulgaba Ricardo?
b) ¿Qué dificultades tenía Ricardo?
c) ¿Para qué comemos?
d) ¿Cuál es el alimento del alma?
e) ¿Qué efectos produce la comunión?
3.-Algunos alumnos leen las respuestas.
Oraciones.
LA SALVE
Una súplica confiada a mi Madre del cielo, la Virgen Santísima, Reina del Universo y Madre también de todos los cristianos.
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Catecismo
LA CONFIRMACIÓN (1285-1321)
Fortalece y acrecienta la vida divina: nos convierte en apóstoles de Cristo. La Confirmación perfecciona la gracia bautismal y enriquece el alma con una fortaleza especial de Espíritu Santo para:
* Enraizarnos más profundamente en la filiación divina.
* Incorporarnos más firmemente a Cristo.
* Hacer más sólido el vínculo con la Iglesia y su misión.
Ayudarnos a dar testimonio de la fe cristiana con la palabra y las obras. (1316).
126. ¿Qué es la Confirmación?
- La Confirmación es el Sacramento que nos llena del Espíritu Santo con sus dones, y nos hace perfectos cristianos, soldados y apóstoles de Cristo.
127. ¿Cómo se debe recibir la Confirmación?
- La Confirmación se debe recibir en estado de gracia y conociendo las principales verdades cristianas.
128. ¿Quién puede confirmar?
- Puede confirmar el Obispo o un sacerdote delegado especialmente por él; en caso de necesidad, puede confirmar cualquier sacerdote libre de sanción canónica.
LA PENITENCIA(1420-1498)
Nos devuelve la vida divina perdida por el pecado.
La confesión individual e íntegra de los pecados graves seguida de la absolución es el único medio ordinario para la reconciliación con Dios y con la Iglesia.
Los efectos espirituales de éste Sacramento son:
La reconciliación con Dios por la que el penitente recupera la gracia.
La reconciliación con la Iglesia.
La remisión de la pena eterna contraída por los pecados mortales;
La remisión, al menos temporal, de las penas temporales, consecuencia de pecado.
La paz, la serenidad de la conciencia, y el consuelo espiritual;
El acrecentamiento de las fuerzas espirituales para el combate de la vida cristiana. (1496-1497).
129. ¿Tiene la Iglesia poder para perdonar los pecados?
- La Iglesia tiene poder, recibido de Jesucristo, para perdonar los pecados de los hombres, por muchos y graves que sean.
130. ¿A quién concedió Jesucristo el poder de perdonar los pecados?
- Jesucristo concedió el poder de perdonar los pecados a los Apóstoles y a sus sucesores, cuando dijo: “Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados les serán perdonados; y a quienes se los retuviereis, les serán retenidos”.
131. ¿Cómo nos perdona la Iglesia los pecados?
- La Iglesia nos perdona los pecados en el Sacramento de la Confesión por medio de sacerdote, que nos absuelve en nombre de Jesucristo.
132. ¿Qué es la Confesión?
- La Confesión es el Sacramento instituido por Jesucristo para perdonar los pecados cometidos después de Bautismo.
133. ¿Cuándo tenemos obligación de confesarnos?
- Tenemos obligación de confesarnos al menos una vez al año, cuando estamos en peligro de muerte y si queremos comulgar, teniendo conciencia de pecado mortal. Pero es conveniente confesarse con frecuencia, aunque no haya pecados graves.
134. ¿Por qué es conveniente confesarse con frecuencia?
- Es conveniente confesarse con frecuencia porque la confesión, además de perdonar los pecados y darnos la gracia, nos da fuerza para luchar contra las tentaciones.
135. ¿Qué es necesario para hacer una buena Confesión?
- Para hacer una buena Confesión es necesario:
1. Examen de conciencia.
2. Dolor de los pecados.
3. Propósito de enmienda.
4. Decir los pecados al confesor.
5. Cumplir la penitencia.
136. ¿Qué es examen de conciencia?
- Examen de conciencia es recordar todos los pecados cometidos desde la última confesión bien hecha.
137. ¿Qué es dolor de los pecados?
- El dolor de los pecados es un sentimiento o pena espiritual de haber ofendido a Dios.
138. ¿De cuántas maneras es el dolor de los pecados?
- El dolor de los pecados es de dos maneras: dolor de contrición y dolor de atrición.
®Arturo Ramo García.-Registro de Propiedad Intelectual
de Teruel nº 141, de 29-IX-1999
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