En la confirmación se recibe el Espíritu Santo

    27. En la confirmación se recibe el Espíritu Santo

   Si nos fijamos en los Apóstoles, antes y después de la venida del Espíritu Santo en Pentecostés, se observan algunas diferencias importantes: antes tenían miedo y ahora predican la palabra de Dios con decisión; los que eran incultos e ignorantes, después hablan de los misterios de Dios y lenguas extrañas. Este cambio tan sorprendente se produce porque en aquel día recibieron la plenitud del Espíritu Santo.

    De manera semejante, los fieles reciben también la plenitud del Espíritu Santo en el sacramento de la confirmación. Este tema puede servir para conocer mejor la naturaleza y los efectos del sacramento y, si no se ha recibido todavía, para prepararse con la ilusión de recibirlo cuanto antes.

1. Los Apóstoles recibieron la plenitud del Espíritu Santo en Pentecostés; nosotros, en la confirmación

   Los Apóstoles ya habían recibido el Espíritu Santo antes de la ascensión del Señor a los cielos; en la tarde de la resurrección se les apareció Jesús en el Cenáculo y sopló sobre ellos, diciendo: "Recibid el Espíritu Santo" (Juan 20,22). Pero en Pentecostés se llenaron del Espíritu Santo y de dones excepcionales (cfr. Hechos de los Apóstoles 2,1-4).

También nosotros recibimos en el bautismo el Espíritu Santo junto con la gracia, pero el Señor ha instituido el sacramento de la confirmación, que es necesario para la plenitud de la gracia bautismal. La confirmación une más íntimamente a la Iglesia y enriquece con la fortaleza especial del Espíritu Santo; de forma que nos comprometemos mucho más, como auténticos testigos de Cristo, a extender y defender la fe cristiana con nuestra palabras y obras, a mostrarnos ante los demás como verdaderos discípulos de Cristo.

2. Efectos del sacramento de la confirmación

   De manera parecida a lo que sucedió a los Apóstoles en el día de Pentecostés, este sacramento produce en el alma estos frutos:

    a) Aumenta la gracia. La vida de la gracia que se recibe por primera vez en el bautismo adquiere un nuevo resello con la confirmación: hay un crecimiento y profundización de la gracia bautismal.

    b) Imprime carácter. La confirmación imprime una marca espiritual indeleble -el carácter-, para ser testigos de Jesucristo y colaboradores de su Reino; por eso, sólo se puede recibir una vez en la vida.

    c) Fortalece la fe. La palabra confirmación significa fortalecimiento; con este sacramento nuestra fe en Jesucristo queda fortalecida.

    d) Nos hace testigos de Cristo. La confirmación nos da fuerzas para defender la fe y defendernos de los enemigos exteriores de nuestra salvación: el demonio, el mal ejemplo e incluso de las persecuciones, abiertas o solapadas, que se desatan contra los cristianos. Nos da vigor para confesar con firmeza nuestra fe siendo testigos de Jesucristo, colaborando en la santificación del mundo y actuando como apóstoles allí donde vivimos y trabajamos.

3. Ministro, sujeto, materia y forma del sacramento de la confirmación

   Ministro ordinario de este sacramento es el Obispo; extraordinario, el presbítero que goza de esta facultad por derecho común o por concesión peculiar de la autoridad competente; en peligro de muerte, el párroco o cualquier presbítero.

    El sujeto es toda persona bautizada que no lo ha recibido. Para recibirlo se debe estar en gracia de Dios, conocer los principales misterios de la fe y acercarse a él con reverencia y devoción.

    La materia es la unción en la frente con el crisma (mezcla de aceite y bálsamo consagrado por el obispo), que se hace mientras se impone la mano. La unción significa uno de los efectos del sacramento: robustecer la fe.

    La forma la constituyen estas palabras que pronuncia el ministro: "N., recibe por esta señal el Don del Espíritu Santo". Se responde: "Amén".

4. Estimar mucho la confirmación

   Puesto que la confirmación hace del fiel cristiano un testigo de Jesucristo, desarrollando y perfeccionando las gracias recibidas en el bautismo, es preciso luchar por mantener los frutos del sacramento. Sólo así seremos fuertes para confesar con entereza la fe cristiana. Lo conseguiremos si acudimos con frecuencia a la Penitencia y a la Eucaristía.

    De Ordinario, la vida cristiana se desarrolla en circunstancias corrientes y normales; sólo en circunstancias extraordinarias puede pedir el Señor el heroísmo del martirio, derramando la sangre por confesar la fe en Jesucristo. Sin embargo, pide a todos esforzarse en las pequeñas luchas de la vida diaria: trato con los padres y hermanos, trabajo bien hecho y ofrecido a Dios, ayuda generosa y desinteresada a los compañeros, fidelidad a la doctrina de Jesucristo y difusión de la fe con el ejemplo, la amistad y los buenos consejos.


Curso de Catequesis. Don Jaime Pujol Balcells y Don Jesús Sancho Bielsa. EUNSA. Con la autorización de Don Jesús Sancho





 

    SUGERENCIAS METODOLÓGICAS
 

    1. Objetivo. Tener deseos de recibir la confirmación, si todavía no se ha recibido; en caso contrario, dar gracias a Dios por el gran don del Espíritu Santo.


    2. Actividades.-Formar equipos de 4 ó 5 chicos y contestar a estas preguntas:

        a) Explica el cambio de los Apóstoles al recibir el Espíritu Santo.

        b) ¿Cuáles son los frutos del Espíritu Santo en el alma?

        c) Explica el ministro, sujeto, materia y forma de la confirmación.

        d) ¿Cómo mantener los frutos de este sacramento?

        e) ¿En qué debemos esforzarnos en la vida diaria?
 

    3. Puesta en común. Los secretarios de los equipos leen las contestaciones.

    4. Propósito de vida cristiana. Procurar vivir como verdadero cristiano, con valentía y sin respetos humanos, conscientes de que la confirmación hace al fiel "testigo" de Cristo.


    CATECISMO

    1. ¿Qué es la Confirmación? 

    - La Confirmación es el Sacramento que nos llena del Espíritu Santo con sus dones, y nos hace perfectos cristianos, soldados y apóstoles de Cristo.

    2. ¿Cómo se debe recibir la Confirmación? 

    - La Confirmación se debe recibir en estado de gracia y conociendo las principales verdades cristianas.

    3. ¿Quién puede confirmar? 

    - Puede confirmar el  Obispo o un sacerdote delegado especialmente por él; en caso de necesidad, puede confirmar cualquier sacerdote libre de sanción canónica.

    ORACIONES

Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor.

V. Envía tu Espíritu y serán creadas todas las cosas.

R. Y renovarás la faz de la tierra.

OREMOS. ¡Oh Dios, que has instruido los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo!, concédenos que sintamos rectamente con el mismo Espíritu y gocemos siempre de su consuelo. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.


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