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La tecnología ha avanzado tanto que puedes explorar cosas como la realidad virtual, una experiencia inmersiva en un entorno ficticio, como por ejemplo un videojuego, una película, entre muchas otras cosas.
Pero no conformes con eso, han empezado a salir al mercado diferentes electrodomésticos que se conectan entre sí y que pueden manejarse desde un dispositivo conectado a internet, como un smartphone o teléfono inteligente. Esto se conoce como el internet de las cosas y consiste en conectar todo tipo de objetos a internet, lo cual permite que se sincronicen entre ellos y puedan ser utilizados a distancia. Es una conexión entre el mundo digital y el mundo físico.
Por lo tanto, la red estaría aún más presente en tu vida diaria, sin contar que cambiaría la forma como te relacionas con las cosas. Por ejemplo, objetos de uso cotidiano, como un par de zapatos, hacen parte de este avance.
Podrías preguntarte: ¿por qué unos zapatos necesitarían conectarse a Internet? Bueno, este calzado puede almacenar datos como la cantidad de pasos que das y, si posees un teléfono inteligente con acceso a internet, puedes ver tu progreso. Toda esa información registrada se analiza para decirte cuántas calorías has quemado, darte consejos personalizados sobre tu estado físico y mucho más.
Pero el internet de las cosas no se limita a los productos de consumo. Hay botes de basura en la ciudad que envían alertas cuando necesitan ser vaciados, sensores en puentes que controlan la tensión o los daños en su estructura, y muchos más ejemplos que se extienden a los campos de la salud, la manufactura y la agricultura, entre otros.
Desafortunadamente, también nacen algunas preocupaciones de seguridad. Por ejemplo, si tienes cerraduras inteligentes, un pirata informático podría desbloquear la puerta de tu casa de forma remota.
El tema de la protección de datos es muy importante, ya que todos estos dispositivos están recogiendo grandes cantidades de información como tu ubicación y acciones a lo largo del día y, muchas veces, no conocemos con exactitud todo lo que se almacena o cómo se está utilizando esta información.
El internet de las cosas seguirá creciendo con el paso de los años, trayendo consigo nuevos beneficios y desafíos en la cotidianidad.
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