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Estrategias para estudiar bien
Los beneficios de estudiar bien son incontables, van desde la sensación de deber cumplido hasta la realización de un sueño. Por ejemplo, muchas personas sueñan con ser grandes médicos y esto solo será posible a través del estudio. Pero es necesario saber cómo sacar el mayor provecho al tiempo de estudio.
No vale la pena esforzarse estudiando si no se emplean las estrategias necesarias para que nuestro trabajo genere frutos.
El profesor Clovis de Barros hijo, de la universidad de San Pablo, dijo: "el escritor tiene el trabajo de escribir el libro -y usó el ejemplo del filósofo Kant con el libro La crítica de la razón pura- y sólo tenemos que leer atentamente, o sea, el escritor escribió y nosotros tenemos que sentarnos, leer y entender el trabajo que él hizo".
Lo interesante de esto es que él compara los dos trabajos, el de escribir y el de leer. En el primero existe un gran esfuerzo en donde quien escribe tiene que no sólo entender, sino investigar y escribir, dejando el tema lo suficientemente claro para que el lector lea cuidadosamente y entienda.
Por eso necesitamos saber cómo hacer que nuestro estudio sea efectivo y la primera condición es que es un proceso solitario. Cuando estás en una clase, estás atento a lo que el profesor está diciendo, pero no estás estudiando. El estudio es un acto más personal, que se puede hacer después de la clase, y ocurre entre el libro o material que debes estudiar y tú.
Consejos que puedes usar al momento de estudiar:
- Existen grados de dificultad entre los textos que serán estudiados. Por ejemplo, hay textos que al leerlos dos veces los puedes entender muy bien, pero con otros es necesario que los leas cinco o más veces y con ayuda de un diccionario.
- Es necesario ver con cuidado el material que vas a estudiar. Asegúrate que sea de una fuente confiable, investiga los autores y si es un texto de internet, revisa que la página web dónde está la información sea un sitio seguro. Para estos casos, busca en las bibliotecas virtuales y en sitios especializados en revistas electrónicas de diversas áreas del conocimiento.
- Al comenzar a estudiar concéntrate y olvida todo lo que sucede afuera. En ese momento tu atención debe estar absolutamente enfocada en estudiar, nada más sucederá en el mundo o con tu familia mientras estés trabajando. También deja de lado el celular, las redes sociales y todo aquello que robe tu atención.
- Ten contigo todo el material que puedas necesitar, como tu computador, lápiz, borrador, diccionarios, etc., para que no tengas necesidad de pararte a buscarlos. Usa el resaltador para marcar los pasajes importantes o a los que debas prestarle más atención.
- Ten a mano diccionarios tanto de la lengua que vas a estudiar, como diccionarios especializados en el tema que estás estudiando. Por ejemplo, si estás estudiando biología, es bueno tener un diccionario para consultar términos específicos de esta área. Ten en cuenta que para todas las áreas del conocimiento existen diccionarios especializados y puedes acceder a ellos en internet o en las bibliotecas que frecuentes.
- Procrastinar no es compatible con el estudio. Procrastinar es diferir o aplazar actividades, dejar las cosas para después e inventar tareas para postergar lo que debes hacer y es un gran error.
Haz clic en el enlace de un artículo sobre este tema por si quieres leer más sobre él: Consejos para aprovechar mejor el tiempo.
- No te afanes, cada uno tiene su tiempo. La media de lectura por página es de cinco minutos, pero algunas personas tardan más y algunas tardan menos. En cada página resalta o subraya lo más importante y en una hoja toma nota de lo que entendiste de la lectura o de los punto más relevantes, preferiblemente a mano. Se recomienda hacerlo a mano porque fijamos mejor el conocimiento cuando escribimos, de esta forma en comparación a cuando usamos un computador. En un segundo momento puedes transferir esa información a un dispositivo electrónico.
- No siempre en la primera lectura conseguimos entender todo y esta termina siendo más un primer acercamiento al texto. Normalmente, es a partir de la segunda lectura donde realmente empezamos a comprenderlo. Lee cuantas veces sea necesario, no te preocupes, la idea es aprender y nadie está compitiendo para ver quien es el primero. Si es necesario repasar un tema diez veces, ¡perfecto!, lo importante es el resultado.
- Busca un ambiente agradable para estudiar, puede ser una biblioteca o tu cuarto. Puedes adecuar este espacio con todos los elementos que te ayuden a concentrar, por ejemplo: una lámpara, música de fondo agradable y todo lo que fuera necesario. También es importante que estés cómodo así que puedes usar ropa confortable.
- Es común que ocurran fugas de lectura, o sea, cuando lees mas no prestas atención, sino que pasas los ojos por las letras pero estás pensando en otra cosa. En estos casos, lee una vez más ese pasaje.
- No te fatigues de más, ten pausas de tiempo en tiempo. Muchas personas estudian 50 minutos y descansan 10, otros trabajan media hora y descansan 5 minutos. Escoge la técnica que funcione mejor para ti. Evita agotarte al estudiar porque esto puede generar un desagrado en relación al tema que estás trabajando y después no querrás continuar.
- Explica el texto para ti mismo, di y repite lo que entendiste y lee en voz alta cuando sea necesario. Escuchar lo que estás estudiando puede ayudarte a aprender más fácil. Recuerda respetar las comas y los puntos porque pueden cambiar todo el sentido del texto.
- Usa el método filosófico, que es preguntarse acerca del contenido, analizar el texto, cuestionar, procurar entender porqué fue escrito de esa forma y cuál es el mensaje que el autor quiere enviar. Evita el anacronismo, que es abordar un texto sin tener en cuenta el tiempo o momento histórico en que fue escrito.
- En algunos casos vale la pena hacer esquemas o mapas conceptuales de lo que estás estudiando, son formas diferentes de concretar las ideas. Escribe en estos los puntos claves del tema que estás estudiando.
- Cuando estés leyendo, observa que después de ciertas conjunciones, normalmente, puede haber una síntesis importante de lo tratado en el párrafo, donde debes prestar mayor atención. Ejemplo de este tipo de conjunciones son: porque, desde, así mismo, conforme a esto, por esto, en consecuencia, en tanto, con todo, pero, en primer lugar, por otro lado, es decir, etc.
Por último, no existe una fórmula mágica o un medicamento para aprender, hay sólo un elemento fundamental: ESFUERZO.
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