Fistula enterovesical

La fistula rectovesical es uno de los tipos de fistula colovesical, en que la comunicación anormal existe entre la parte final del intestino (recto) y la vejiga orinaría o la uretra (rectouretral).^[1] Puede ser adquirida, debido a cáncer o al tratamiento con la radiación o cirugía o a los efectos del tratamiento como estar mucho tiempo sentado; o puede ser benigna, causada por diverticulitis, enfermedad de Crohn, trauma, infección alrededor del recto (sepsis perirectal), o por una complicación de la cirugía como después de una cirugía para retirar la próstata (prostatectomia). Las señales y síntomas incluyen salida de aire por la orina (neumaturia), salida de heces por la orina (fecaluria) y drenaje urinario por el recto. La ubicación de la fístula es detectada por el examen rectal y se puede identificar en exámenes como la uretrocistoscopia, cistouretrografía o con estudio contrastado de recto. El manejo de fístulas rectovesicales requiere una operación.^[1][2]

Los síntomas de la enfermedad que está causando la fistula, como la diverticulitis y la enfermedad de Crohn, pueden estar presentes y causar los síntomas de la inflamación. Además, la inflamación en un área localizada es un hallado típico en el comienzo de la fistula o en casos en que hay una infección en el lugar.^[1][2]

Los pacientes pueden ser tratados con medicamentos y con la colocación de un catéter por un tiempo, pero deben ser operados si los síntomas persisten. Se indica hacer una cirugía para la fistula en los siguientes casos:

• Cuando una fistula está causando síntomas y afectando la calidad de vida 
• Cuando la fistula está causando dolor de estómago, dolor para orinar o orina con mal olor, dificultad para retener la orina (incontinencia), obstrucción en la orina, infección orinaría, o infección del riñón. 

Por favor vea nuestra página de GARD sobre el tratamiento de la fistula, que también puede serle de utilidad.