Cómo ampliar tu repertorio de pinturas con el puntillismo

Coescrito por Virginia Kelley, MA

Esta técnica de mezclar visualmente los colores tiene su origen en el artista impresionista Georges Seurat en 1886. Se hace utilizando puntos de cada color individualmente para formar un dibujo o representar una imagen. En la era digital, los píxeles o puntos de tinta hacen aproximadamente lo mismo. Esta es una técnica divertida de dibujo y pintura si la emprendes primero a pequeña escala, empleas un dibujo sin complicaciones y sigues algunos pasos sencillos. Es posible que cubrir una zona con puntos en lugar de con una mano de pintura te ponga a prueba la paciencia, pero los resultados valen la pena.

Método 1

Método 1 de 2:
Hacer puntillismo con lápices y rotuladores

1
Reúne los materiales. Para practicar, necesitarás una hoja de papel de acuarela de un bloc. También necesitarás un lápiz normal número 2 y unos rotuladores de colores de distintos tonos, incluidos neutros, grises, marrones y negros.
2
Empieza a explorar el puntillismo con un lápiz normal. En unos pedazos de papel suelto, crea una serie de puntos juntos para formar una zona oscura. Agarra el papel lejos de ti y mira a ver si están lo suficientemente cerca como para aparecer como una mancha de negro. Ahora, espácialos con mayor regularidad y hazlos con un tono más claro para formar una zona gris. Sigue jugando con los puntos haciéndolos más espaciados hasta que se vuelvan blancos.
3
Para comparar, haz una muestra de sombreado como lo harías si estuvieras dibujando. Inclina un poco el lápiz y frótalo para formar un pedazo de tono gris. Luego, hazlo más claro mientras lo aclaras cada vez más hasta que se ponga blanco.
4
Prueba lo mismo usando un rotulador negro.
5
Usa unos rotuladores de colores en amarillo y azul o rojo y azul. Prueba a mezclar los puntos para mirar a ver si puedes crear el verde y el violeta si lo ves desde lejos.

Método 2

Método 2 de 2:
Hacer puntillismo con pintura

1
Haz puntillismo usando la acuarela. Reúne acuarelas y otros materiales. Usa un juego que contenga almohadillas para secar o acuarelas en tubos de colores primarios y en negro. Además, prepara un espacio para trabajar, un recipiente grande de agua y unos pañuelos de papel.
2
Haz un pincel especial. Recorta las cerdas de un pincel barato de pintura de caballete hasta 1,27 cm (½ pulgada) de largo. Pega primero alrededor de las cerdas con cinta adhesiva para sujetarlas bien y corta por ellas con unas tijeras normales. Quita la cinta adhesiva.
3
Encuentra una imagen para tu cuadro. Esta puede ser una flor, un animal, un pájaro, un pez o proponte hacer un dibujo abstracto.
4
Haz el dibujo, con lápiz, sobre un papel acuarela. No lo compliques.
5
Pinta el dibujo. Roza el pincel hacia una zona de pintura y sobre un papel de ensayo. Al estampar el pincel, ponte como objetivo hacer puntos de cada color. Practica hasta conseguir este efecto punteado.
6
Puntea el color sobre el dibujo en el orden que quieras. Un método consiste en hacer primero las zonas oscuras.
7
Ten en cuenta que lo que elijas está bien. Disfruta de la pintura con puntos diminutos.
- Otro sistema consiste en pintar poco una zona con una aguada de acuarela. Utiliza un pincel normal de acuarela para esto. Déjalo que se seque y luego emplea el pincel especial para puntear para pintar los puntos sobre la zona coloreada.
8
Pon la pieza acabada lejos de ti. Ve a ver si los colores se funden desde lejos. Es posible que pienses en volverte atrás y rehacer una zona con puntos más grandes. Hazlo utilizando un pincel pequeño y puntiagudo para pintar cada punto por separado.