En lugar de planchar un vestido arrugado, ¡vaporízalo! El vapor hace que las fibras se suavicen, lo cual elimina las arrugas, y el calor mata las bacterias que provocan los malos olores. La aplicación de vapor también es una forma excelente de renovar los vestidos que no pueden lavarse con frecuencia. Si tienes un vaporizador, solo deberás dedicar unos minutos para que el vestido quede listo para usar. Si no tienes un vaporizador, puedes colocar el vestido en el baño y encender la ducha caliente; de esta forma, el calor eliminará las arrugas mientras te preparas.

Método 1
Método 1 de 3:
Seguir las prácticas más adecuadas

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    Usa el vaporizador en los vestidos de algodón, seda, lana y poliéster. Puedes aplicarle vapor a la mayoría de las telas mezcladas, al igual que a muchos materiales más finos como la cachemira, la seda, el satén y el encaje, pero asegúrate de hacer una prueba antes, si nunca les has aplicado vapor.[1]
    • Si el vestido es plisado o tiene pliegues, será mejor que uses una plancha en lugar de un vaporizador, ya que este no te permitirá crear ni remarcar los pliegues.[2]
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    Evita aplicarles vapor a los vestidos que contengan gamuza o cuero. Estos materiales tienden a derretirse o a deformarse con el vapor. Si la gamuza o el cuero no cubren una gran parte del vestido, puedes tratar de cubrir esa sección con una toalla limpia y aplicar el vapor alrededor. Ten cuidado y no sostengas el vaporizador durante mucho tiempo sobre el borde entre el cuero y la tela.[3]
    • Tampoco debes aplicar vapor a ningún tipo de plástico o material ceroso.
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    Haz una prueba en los materiales delicados antes de empezar a aplicarles vapor. El vapor puede decolorar, deformar e incluso encoger algunas telas. Pasa el vaporizador en el interior del vestido, en la parte de atrás. Elige una sección pequeña, como un cuadrado de 10 a 13 cm (4 a 5 pulgadas). Aplícale vapor a esa sección como lo harías normalmente, y luego deja que se seque y se enfríe. Después, revisa si la sección tiene algún indicio de decoloración o encogimiento. Si no ves ninguno, puedes continuar.[4]
    • Si crees que no debes aplicarle vapor al vestido, puedes llevarlo a un profesional de limpieza.
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    Aplícales vapor a las prendas costosas a través de un paño blanco para protegerlas. Si quieres usar vapor para quitarle las arrugas a un vestido de novia o a cualquier otra prenda costosa, evita aplicar el vapor directamente sobre el vestido. En lugar de eso, coloca un paño blanco como barrera entre el vaporizador y el vestido. Puedes usar un pañuelo o una toalla blanca limpia para realizar este proceso. Simplemente sostén el paño contra el vestido mientras le aplicas el vapor y muévelo a medida que avanzas de una sección a otra.[5]
    • Usa unas perchas acolchadas para guardar los vestidos más costosos, como los vestidos de novia o los vestidos de noche, para evitar que los hombros se deformen (ya que no podrás devolverle su forma a la tela con un vaporizador).
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Método 2
Método 2 de 3:
Usar un vaporizador manual

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    Cuelga el vestido en un gancho, en un espacio que no sea angosto. Elige un lugar donde tengas suficiente espacio para manipular el vaporizador y mover el vestido con facilidad. Puedes usar un gancho que esté en la parte de atrás de una puerta o incluso podrías colgarlo en la barra de la ducha en el baño. Asegúrate de colgar el vestido en una percha y luego colgar la percha en el gancho (no cuelgues el vestido directamente sobre el gancho).[6]
    • Algunos vaporizadores cuentan con un soporte. Si el tuyo tiene uno, ¡no dudes en usarlo!
    • Si no sabes si deberías invertir en un vaporizador, pídele a un amigo que te preste uno, antes de nada. De esta forma, podrás probarlo y asegurarte de que quieras hacer la inversión.
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    Llena el vaporizador con agua destilada. El agua no destilada contiene minerales que pueden hacer que aparezca un sedimento duro de color blanco en el vaporizador. Puedes comprar agua destilada en una tienda y llenar el vaporizador con agua limpia cada vez que lo uses.[7]
    • Si ves que se han acumulado algunos minerales en el vaporizador (si has estado usando agua no destilada), llena ⅓ del depósito con vinagre blanco y ⅔ con agua destilada. Enciende el vaporizador hasta acabar con la mayor parte del líquido y luego desecha el líquido restante. Vuelve a llenar el depósito únicamente con agua destilada y vuelve a encender el vaporizador para asegurarte de eliminar todo el vinagre.
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    Deja que el vaporizador se caliente y presiona el botón principal durante 1 minuto. De esta forma, eliminarás el agua vieja del depósito y purificarás la boquilla para evitar transferir bacterias al vestido. Mantén presionado el botón principal hasta que salga una corriente continua de vapor.[8]
    • Si usas el vaporizador con frecuencia, es posible que esté listo en menos de un minuto. Solo asegúrate de que el vaporizador ya no “tosa” o emita ráfagas antes de usarlo en el vestido.
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    Tira del vestido para tensarlo y aplícale vapor por secciones para eliminar las arrugas. Sostén el vaporizador con una mano a unos 15 cm (6 pulgadas) de distancia del vestido. Tensa la tela del vestido con la otra mano. Aplica el vapor por secciones, de arriba hacia abajo, y dedica 1 o 2 minutos a cada área, haciendo movimientos largos y lentos hacia abajo con el vaporizador hasta que veas que la tela se suaviza.[9]
    • Por ejemplo, si tienes un vestido de mangas largas, puedes aplicar el vapor primero en cada brazo, y luego en el área del pecho, la cintura y la parte inferior del frente. Luego, voltea el vestido, y trabaja en la sección de arriba, en el centro y en la sección de abajo de la parte posterior.
    • Si acercas demasiado el vaporizador al vestido, este dejará marcas de agua y el vapor se acumulará, lo que podría provocar una ráfaga de vapor que dañará el vestido cuando lo regreses a su lugar.[10]
    • Para aplicarles vapor a los vestidos de novia hechos de tul, encaje y chifón, hazlo con movimientos circulares pequeños en lugar de hacer movimientos largos. Los vestidos de novia que estén hechos de otros materiales debe tratarlos un profesional.[11]
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    Aplica vapor directamente sobre las arrugas más marcadas. Si el vestido tiene áreas muy arrugadas, sostén el vaporizador sobre ellas durante 30 a 60 segundos sin parar. Sigue estirando la tela y observa cuándo las arrugas empiecen a suavizarse. Cuando hayan desaparecido, continúa aplicándole vapor al resto del vestido.[12]
    • Recuerda que no debes presionar el vaporizador directamente contra la tela, incluso cuando trates de eliminar directamente las arrugas más marcadas. Esto podría quemar o decolorar la tela.
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    Deja secar por completo el vestido antes de ponértelo. Después de aplicarle vapor al vestido, déjalo reposar durante 10 minutos aproximadamente para que se seque y se enfríe. Aunque no estará mojado, sí estará un poco húmedo a causa del vapor. Si te lo pones de inmediato, las arrugas podrían volver a aparecer.[13]
    • Una forma excelente de mantener la ropa en buena forma es dedicar unos cuantos minutos para aplicarle vapor después de usarla. Cuando llegues a casa, dedica un momento para aplicarle vapor al vestido antes de guardarlo en el armario.
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Método 3
Método 3 de 3:
Enciende la ducha con agua caliente

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    Cuelga el vestido en la barra de la ducha. Coloca el vestido en una percha firme y luego cuélgalo en la barra de la ducha. Coloca la percha de tal modo que el vestido no quede muy cerca del cabezal de la ducha (ya que no querrás que se moje). Puedes hacerlo antes de la próxima ducha o cuando necesites aplicarle vapor al vestido.[14]
    • Este método es excelente para aplicarles vapor a los vestidos y a otras prendas cuando estés de viaje y no tengas acceso a un vaporizador.
    • Aunque el vapor de la ducha elimina muy bien las arrugas pequeñas, es posible que no elimine los pliegues más grandes y marcados de la tela.
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    Cierra las ventanas o puertas. Si en el baño hay ventanas o puertas que conducen a otras habitaciones, cierra todas las que puedas. De esta forma, el vapor se quedará en el área principal del baño y esto le permitirá penetrar mucho mejor en el vestido.[15]
    • No enciendas el ventilador de extracción.
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    Enciende la ducha caliente durante 10 minutos. Abre el grifo del agua, lo más caliente posible, (a menos que lo hagas mientras tomas una ducha, en cuyo caso puedes usar la temperatura que prefieras) y déjala correr durante 10 minutos. Si no lo haces mientras te duchas o usas el baño, puedes salir del baño y hacer otra cosa mientras el vapor penetra en el vestido.[16]
    • Mientras más caliente esté el agua, más vapor habrá en la habitación; y mientras más vapor haya en la habitación, mejor quedará el vestido.
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    Estira el vestido por secciones para eliminar las arrugas. Cuando hayan pasado los 10 minutos, apaga la ducha. Mientras el vestido aún está colgado, tensa cada sección para quitarle las arrugas. Por ejemplo, si la falda del vestido está arrugada, tira de la parte de abajo de la falda para tensar y estirar la tela. De esta forma, las arrugas desaparecerán porque la tela estará suave a causa del vapor. Tira de la parte de abajo del vestido, las mangas y la sección intermedia si el vestido tiene cintura.[17]
    • También puedes suavizar el vestido con las manos e identificar otras arrugas que debas eliminar.
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    Deja secar por completo el vestido antes de usarlo. Quizás el vestido no esté precisamente mojado, pero es posible que aún tenga un poco de humedad debido al vapor que absorbió. Déjalo secar y enfriar de 10 a 15 minutos antes de ponértelo.[18]
    • Si aún tiene algunas arrugas, quizás deba planchar el material o usar un vaporizador.
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Consejos

  • Existen vaporizadores portátiles que puedes empacar cuando salgas de viaje si quieres aplicarles vapor a los vestidos en el camino sin tener que desperdiciar el agua de la ducha.[19]
  • Dedica el tiempo suficiente y aplica el vapor de forma lenta. Quizás pienses que el proceso será más rápido si agitas el vaporizador, pero no será así. Aplícale vapor al vestido de una forma meticulosa.[20]
  • Sostén la manguera del vaporizador lo más recta posible todo el tiempo. Evita agacharte, ya que eso podría hacer que la manguera se doble. En lugar de eso, acerca la tela a ti.[21]
  • Si tienes un vestido con muchos bordados o decoraciones, dale la vuelta antes de aplicarle el vapor para proteger los adornos.
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Advertencias

  • Nunca le apliques vapor a un vestido mientras lo tengas puesto. ¡Podrías quemarte![22]
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Acerca de este wikiHow

Susan Stocker
Coescrito por:
Experta en limpieza ecológica
Este artículo fue coescrito por Susan Stocker. Susan Stocker es la directora y propietaria de Susan’s Green Cleaning, la empresa de limpieza ecológica número 1 en Seattle. Susan es conocida en la región por sus excelentes protocolos de servicio al cliente, obteniendo el premio Better Business Torch en el 2017 por su ética e integridad, y por su enérgico apoyo a las prácticas de limpieza ecológicas.
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