Tanto la lluvia como otras partículas externas que ingresan en el agua pueden producir niveles bajos de pH en una piscina. Algunas señales de este hecho son la corrosión de los accesorios metálicos, sensación de ardor en la nariz y los ojos, así como escozor en la piel. No obstante, para mantener los niveles de pH en un nivel normal, es necesario llevar a cabo pruebas y tratamientos químicos con regularidad. Por ejemplo, el método más habitual para elevar los niveles de pH es el uso de carbonato de sodio (también conocido como carbonato sódico).

Parte 1
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Probar el pH de tu piscina

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    Examina el pH del agua de piscina utilizando unas tiras de prueba. Puedes adquirirlas en la tienda de la piscina local, un supermercado o pedirlas en línea. Sigue las instrucciones del producto, las cuales generalmente indican que deberás sumergir la tira en el agua y cotejar su color con el rango mostrado en el producto.[1]
    • En algunos kits de prueba de pH, es necesario llenar un tubo pequeño con agua de la piscina y añadir gotas que cambien el color con base en el pH.
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    Revisa los niveles químicos una o dos veces por semana. Registra el nivel de pH en un cuaderno pequeño para llevar un registro del cambio a lo largo del tiempo. El pH de la piscina cambia con frecuencia debido a una serie de causas, por lo que es importante revisarlo regularmente. Anota en un cuaderno el nivel de pH a fin de saber cómo cambia a lo largo del tiempo.
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    Procura lograr un nivel de pH de entre 7,4 y 7,8. Cuando las tiras de prueba quedan expuestas al agua, cambian de color, el cual corresponde a cada nivel de pH. Haz coincidir dicho color con el señalado en el producto y así verás el nivel actual de pH. En el agua de piscina, el nivel de pH ideal se encuentra entre 7,4 y 7,8. Determina la cantidad de puntos necesarios para elevarlo.
    • Por ejemplo, el color de la tira de prueba podría ser amarillo similar al de una banana. De acuerdo con las indicaciones del producto, esto significa que el pH es de 7,2. Opta por elevarlo por lo menos 0,2 puntos y como máximo 0,6.

Parte 2
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Calcular la cantidad de carbonato de sodio necesario

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    Calcula la cantidad de litros en la piscina. Si sabes cuántos litros contiene la piscina, utiliza dicho número. Si necesitas calcular la cantidad de litros, multiplica el volumen por un multiplicador basado en la forma de la piscina. Para hacerlo, utiliza una cinta métrica.[2]
    • En el caso de una piscina rectangular, la fórmula es “largo x ancho x profundidad promedio x 7,5”. Si la piscina tiene un extremo profundo y uno superficial, súmalos y divide el resultado entre dos para calcular la profundidad promedio.
    • Si la piscina es redonda, la fórmula es “diámetro x diámetro x profundidad promedio x 5,9”. Si una parte de la piscina es más profunda, súmala con la más superficial y luego divide el resultado entre dos.
    • En el caso de una piscina con una forma anormal, adapta estas fórmulas para así calcular la cantidad de litros en cada sección, o consulta con un experto en piscinas para que te brinde un estimado de su capacidad.
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    Determina la cantidad de carbonato de sodio que necesitarás. Utiliza aproximadamente 170 g (6 oz) de carbonato sódico para aumentar 0,2 puntos de pH en una piscina con capacidad de unos 38 000 litros (10 000 galones) de agua. Comienza utilizando este cálculo a modo de guía y luego añade más carbonato de sodio en caso de que necesites aumentar más el pH.[3]
    • Por ejemplo, si al examinar el nivel de pH del agua, obtienes un valor de 7,2, elévalo a 7,6. Si la piscina tiene una capacidad de 38 000 litros (10 000 galones) de agua, utiliza 340 g (12 oz) de carbonato de sodio para la primera tanda.
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    Puedes comprar el carbonato de sodio en una tienda de artículos para piscina o pedirlo vía Internet. Ten en cuenta que también puedes encontrarlo con muchos otros nombres de fábrica. Revisa el contenido del producto y asegúrate de que el carbonato de sodio sea el ingrediente activo. Si no sabes a ciencia cierta qué comprar, consulta con un empleado para que te indique qué productos contienen carbonato sódico.
    • Si no hay ninguna tienda para artículos de piscina cerca de ti, ve a una tienda de artículos para tratamiento del agua, una ferretería o un supermercado.

Parte 3
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Añadir el bicarbonato de sodio en la piscina

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    Deja activo el filtro de la piscina mientras añades el bicarbonato de sodio. El bicarbonato sódico funciona mejor cuando puedes hacerlo circular por toda la piscina, así que para que eso ocurra, deja el filtro en su configuración de circulación habitual. Si lo apagaste para limpiar la piscina, vuelve a encenderlo.
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    Consigue un balde de 19 litros (5 galones) y llénalo con agua. Evita verter el bicarbonato de sodio directamente en la piscina, pues así no se mezclará de manera efectiva. Por consiguiente, disuélvelo en agua y luego viértelo ampliamente en la piscina. Si no tienes un balde con esta capacidad, utiliza cualquier otro que tengas. Mezcla el bicarbonato de sodio en al menos 4 litros (1 galón) de agua.
    • Es importante que primero llenes el balde con agua y que luego agregues el carbonato de sodio.
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    Mide el carbonato de sodio en el balde de agua. Mide el carbonato de sodio necesario con base en las cantidades señaladas anteriormente. Utiliza una taza medidora o una balanza para medir la cantidad que necesitarás. A continuación, vierte el carbonato de sodio en el balde con agua.[4]
    • No olvides que primero debes llenar el balde con agua antes de colocar el carbonato de sodio.
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    Vierte el agua con carbonato de sodio por toda la piscina. En el caso de piscinas sobre suelo, desplázate por todo el perímetro mientras viertes lentamente el agua del balde. Por su parte, en el caso de piscinas construidas sobre el suelo, vierte la mezcla por todo el borde de la mejor manera posible.
    • Si deseas, utiliza una vieja taza de plástico para verter el agua del balde en la piscina.
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    Revisa el pH del agua al cabo de una hora. Espera un tiempo para permitir que el carbonato de sodio circule por toda la piscina y modifique el pH del agua. Después de una hora, sumerge una tira de prueba nueva en el agua y revisa si el pH se encuentra dentro del rango necesario.
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    Si es necesario, añade más carbonato de sodio. Por lo general, no es necesario añadir más de 450 g (1 lb) de carbonato de sodio por cada 38 000 litros (10 000 galones) de agua. Si añades una mayor cantidad, el agua comenzará a enturbiarse.[5]
    • Si el nivel de pH no es el deseado, vuelve a revisarlo al cabo de uno o dos días y añade más carbonato de sodio en las cantidades ya calculadas.

Consejos

  • Las tiras de prueba analizan el nivel de cloro, la alcalinidad y la dureza de calcio. Mantén todas estas sustancias químicas dentro de los rangos apropiados a fin de mantener el agua de la piscina limpia, higiénica y segura.

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