Los problemas en las articulaciones son comunes en los perros ancianos como resultado del proceso normal de envejecimiento. También pueden ocurrir en perros más jóvenes debido a lesiones en las articulaciones. Muchos factores diferentes pueden contribuir a las enfermedades en las articulaciones, incluyendo tendencias genéticas a la displasia de cadera y de codo y la artritis temprana. El dolor en las articulaciones en una realidad para nuestras mascotas en algunas etapas, por lo que tienes que ayudar a tu perro a llevar una vida cómoda.[1] Si tu perro tiene problemas y rigidez en las articulaciones, puedes seguir unos simples pasos para ayudarlo a sentirse mejor.

Parte 1
Parte 1 de 2:
Comprender los problemas en las articulaciones

  1. 1
    Aprende sobre las articulaciones de tu perro. Una articulación es una unión entre dos o más huesos. Las articulaciones son una maravilla porque permiten un amplio rango de movimientos en una hazaña de la ingeniería natural. Una articulación se forma cuando dos o más huesos se encuentran en una articulación movible. Las estructuras importantes que debes conocer son el hueso; el cartílago, el cual recubre la articulación; los ligamentos, los cuales unen los huesos; y los tendones con un músculo unido, los cuales jalan el hueso y ocasionan que se mueva.
    • La lubricación proviene de una sustancia viscosa conocida como líquido sinovial, el cual también proporciona nutrientes a la capa de cartílago. Este líquido es producido por la membrana sinovial que recubre la cápsula de la articulación y los ligamentos. Ambos son estructuras importantes que básicamente mantienen unidos a las articulaciones o los huesos.[2]
  2. 2
    Comprende los problemas de las articulaciones. Un problema de articulación puede desarrollarse cuando cualquiera de las piezas de la articulación está dañada. Por ejemplo, cuando el revestimiento del cartílago se quiebra, cuando un ligamento se parte o cuando un músculo se tuerce, tu perro sufrirá de una lesión a la articulación.
    • Hay determinadas razas que están predispuestas a los problemas de cadera. Los labradores, los golden retrievers y los pastores alemanes tienen una tendencia genética a la displasia de cadera y de codo, lo cual puede conducir a la artritis temprana. Las razas gigantes, como los leonberger, los san bernardo y los gran daneses, pueden crecer demasiado rápido y dañar sus huesos suaves en el proceso, lo que conduce a las enfermedades de las articulaciones.[3]
  3. 3
    Reconoce los síntomas. El síntoma principal de que tu perro tiene un problema en las articulaciones es el dolor, el cual a menudo se manifiesta por medio de cojeras. Si tu perro de pronto empieza a cojear, trata de minimizar su actividad. También puede mostrar otros síntomas, como movimientos torpes, dificultad para estar en pie, articulaciones inflamadas, negarse a saltar, aversión a las caricias y mal carácter.
    • Si tiene suficiente dolor como para cojear o presenta cualquier otro síntoma, dejar que continúe corriendo, persiguiendo o caminando solamente ocasionará una mayor inflamación y dolor, y hará que el problema empeore. Tampoco debes continuar jugando a tirarle cosas para que las traiga o cualquier otro juego con tu perro.[4] [5]
  4. 4
    Reacciona a la renquera. Si tu perro de pronto se vuelve rengo, llévalo a casa y mantenlo en reposo. Si el perro muestra renquera durante un paseo, llévalo en brazos a casa dependiendo de la gravedad. No le des medicamentos de tu botiquín. Si necesita un alivio para el dolor, contacta a tu veterinario. Si sabes cuál articulación se ha lastimado, prueba a colocar una compresa fría sobre ella durante 10 minutos.
    • Si es demasiado grande como para levantarlo en brazos, colócale la correa y estimúlalo a caminar lentamente.
    • Si continúa rengo, sobre todo si no hay mejoras después de 24 horas, busca atención veterinaria. Mantenlo en reposo hasta que lo hayan revisado.[6]
  5. 5
    Detecta la rigidez general. Hay algunos síntomas aparentes de rigidez en los músculos y articulaciones, la cual es un problema común sobre todo en las mascotas mayores. Los dueños a menudo notan que su mascota se siente rígida o sufre de dolores en las articulaciones cuando camina con un andar rígido o cojea, se vuelve menos activa o tiene dificultades para ponerse de pie. Otros síntomas son estirarse con dificultad, reticencia al ejercicio y detenerse durante los paseos, y dificultad para subir escaleras.
    • Algunos animales también se lamen las articulaciones dolorosas, lo que hace que la piel se infecte y se irrite. Las mañanas frías después de largos periodos de reposo a menudo son las más difíciles para las mascotas con problemas en las articulaciones o los músculos. Puede tomar un tiempo para que tu mascota empiece a andar en estas mañanas.[7]
    Anuncio

Parte 2
Parte 2 de 2:
Tratar los problemas en las articulaciones

  1. 1
    Saca a pasear a tu perro. Para las lesiones agudas (repentinas), el reposo es esencial. Sin embargo, en el caso de los perros mayores que están rígidos debido a la artritis, es útil mantenerlos en movimiento. Si no hacen ejercicio, hay una posibilidad de que sus articulaciones se agarroten. Sin embargo, es crucial encontrar el nivel adecuado de ejercicio para tu mascota. Esto se realiza según el caso y tu veterinario es quien mejor puede aconsejarte. Sin embargo, trata de mantener constante la cantidad de ejercicio. Ejercitarse la misma cantidad de tiempo todos los días puede ayudar con el manejo del dolor y la pérdida de peso. El ejercicio ayudará a estimular el movimiento y la flexibilidad de las extremidades. Demasiado ejercicio no es recomendable y muy poco ejercicio ocasionará una mayor rigidez.
    • Por ejemplo, no des paseos de 10 minutos durante la semana para luego compensar con un paseo de 2 horas el fin de semana. El perro se agarrotará el lunes por la mañana y estará muy adolorido.
    • Varios paseos cortos al día son ideales y mejores que un paseo largo.[8]
  2. 2
    Nada con tu perro. Si quieres ejercitar a tu perro de otra forma, puedes nadar con él. La natación es un excelente ejercicio para un perro rígido porque la actividad física acondiciona a sus músculos y hace que las articulaciones se muevan. Sin embargo, es diferente de caminar porque las articulaciones no tienen que soportar el peso del perro. Asegúrate de trabajar con tu perro porque la hidroterapia implica mucho más que solo llevar a tu perro a la piscina más cercana.
    • No todos los perros son buenos nadadores, y el tuyo podría entrar en pánico y ahogarse. Tampoco es muy higiénico. Si puedes, asiste a una unidad especial de hidroterapia canina que tenga a un técnico veterinario o fisioterapeuta veterinario. Estas piscinas por lo general tienen un arnés de forma que tu perro tenga apoyo en el agua y no corra el riesgo de ahogarse.
    • La temperatura del agua está cuidadosamente controlada de forma que sea agradable para el perro. Además, el agua está desinfectada. Las piscinas más sofisticadas usan chorros de agua que rozan las patas de tu perro para estimular los movimientos de chapoteo.[9]
  3. 3
    Trabaja en el control del peso. Si los problemas en las articulaciones de tu perro se deben al peso, tu veterinario sugerirá que baje de peso. Bajar de peso ayuda a tu perro con la movilidad de las articulaciones artríticas o problemáticas. Un perro con sobrepeso tiene que soportar más peso, lo cual ejerce una presión adicional sobre las patas adoloridas. Para algunos perros en las primeras etapas de la artritis, ponerse a dieta y bajar a un peso normal y saludable hace la diferencia entre necesitar tomar medicamentos y no necesitarlos.
    • Si notas que a tu perro le gusta comer en exceso, no le dejes bolitas para que coma todo el día. También puedes limitar la cantidad de comida que consume al día, sobre todo si consume comida enlatada múltiples veces al día. También puedes comprar comida enlatada y deshidratada desarrollada específicamente para ayudar a tu perro a bajar de peso.
    • Ejercitar más a tu perro lo ayudará a bajar de peso. Si las articulaciones le duelen mucho, incrementa lentamente la cantidad de tiempo que lo saques a pasear todos los días. Cada incremento lo ayudará a obtener fuerza y bajar algunos kilos.
    • Habla con tu veterinario sobre otra forma segura y efectiva de deshacerse de esos kilos no deseados.[10]
  4. 4
    Prueba la fisioterapia. Habla con tu veterinario sobre los tratamientos de fisioterapia para tu perro. Si tu perro es artrítico o tiene problemas en las articulaciones, necesitará calentar sus articulaciones antes de empezar a caminar. Esas articulaciones rígidas incluso pueden sufrir más daño si tu perro no calienta antes de salir a caminar. Trata de adoptar el hábito de hacer en casa la fisioterapia pasiva recomendada por tu veterinario antes de salir a caminar.
    • Los veterinarios normalmente recomiendan la fisioterapia pasiva, la cual incluye ciertos tipos de actividades. Estimula al perro a recostarse boca arriba. Frota suavemente todos los músculos de ambas extremidades superiores, trabajando en una pata a la vez. Luego, empuja sobre su garra y comprime suavemente la pata de forma que todas las articulaciones se flexionen pero solo lo suficiente como para no causar dolor. Luego, jala suavemente la garra para extender la pata.
    • Repítelo de 10 a 20 veces con cada pierna. Rueda a tu perro sobre un costado y haz lo mismo del otro lado. Luego podrá dar su caminata matutina.[11]
  5. 5
    Caliéntalo por la noche. Hay cambios ambientales que puedes hacer para ayudar con el dolor y la rigidez de las articulaciones de tu perro. Muchos perros mayores y artríticos se vuelven rígidos durante la noche porque sus músculos y articulaciones se enfrían. Las articulaciones pueden rebelarse contra el inicio frío del día, por lo que tu perro estará rígido por la mañana. Para reducir la rigidez, mantén al perro caliente durante la noche. Prueba estrategias como darle una cama calentada o una cama en la que pueda acurrucarse y mantener sus articulaciones calientes.
    • Si te lo permite, cúbrelo con una manta durante la noche y asegúrate de que no esté en el camino de alguna corriente de aire. Trata de elevar la cama ligeramente del suelo.[12]
  6. 6
    Usa compresas calientes. Si tu perro tiene una o dos articulaciones problemáticas, considera usar compresas calientes. Consigue una compresa caliente que se pueda colocar en el microondas y aplícala sobre la articulación afectada. Ten cuidado de no quemar al perro. Si la compresa parece muy caliente, envuélvela en una toalla antes de colocarla sobre la articulación. Para evaluar la compresa caliente y ver si es segura para el perro, colócala contra tu piel durante uno o dos minutos.
    • Debe ser placenteramente cálida en lugar de dolorosamente caliente. Si tienes el ansia de retirar la compresa después de dos minutos, está demasiado caliente. Añade una capa adicional de aislamiento envolviéndola en una toalla.[13]
    • Si tu perro tiene demasiado dolor o se retuerce mucho, háblale tranquilamente para calmarlo. El calor a la larga hará su trabajo y lo hará sentir mejor.[14]
  7. 7
    Prueba los masajes. Los masajes tienen un efecto muy beneficioso ya que incrementan el suministro de sangre a los músculos además de acondicionarlos y fortalecerlos. Los músculos respaldan las articulaciones, así que ayudar a los músculos ayudará a las articulaciones. Debes tener una consulta con un fisioterapeuta veterinario calificado que pueda establecer un régimen de masajes diseñado para tu perro individual. Él te mostrará cómo darle el masaje a tu perro de forma que te sientas lo suficientemente cómodo como para hacerlo en casa.
    • Siempre busca consejos profesionales antes de empezar un masaje. Podría hacer más mal que bien si manipulas una extremidad de forma incorrecta.[15]
  8. 8
    Dale suplementos sin prescripción médica. Hay algunos suplementos sin prescripción médica que podrías darle a tu perro para ayudarlo con el dolor en las articulaciones. Pregúntale a tu veterinario sobre la glucosamina, un amino azúcar que es el punto de partida para la producción de cartílago nuevo y es fundamental para mantener el funcionamiento de las articulaciones. También puedes darle condroitina, un componente principal del cartílago que mantiene la textura esponjosa. Esto es esencial para absorber el impacto así como para nutrir y lubricar a las articulaciones.
    • La glucosamina y la condroitina tienen un efecto sinérgico. Esto significa que administrar ambas en el mismo suplemento tiene un mayor efecto del que esperarías. Busca un suplemento que contenga tanto glucosamina como condroitina.
    • Añade aceite de hígado de bacalao para ayudar con la rigidez. Sin embargo, el aceite de hígado de bacalao absorbe las vitaminas solubles en grasa, así que administrarlo diariamente le quita al perro nutrientes valiosos. Es mejor administrarlo uno que otro día de forma que su salud general no se vea afectada.
    • También puedes darle a tu perro ácidos grasos omega 3, los cuales son conocidos por ayudar con la inflamación de la artritis.[16]
    • Siempre consulta con tu veterinario antes de darle cualquier suplemento a tu perro.
  9. 9
    Considera los medicamentos. Si la situación de tu perro no mejora con la dieta, el ejercicio y otros métodos, habla con tu veterinario sobre los medicamentos. No es la primera opción para el tratamiento pero puede ser útil si tu perro aún tiene dolor después de probar otros métodos. Los medicamentos alivian el dolor y también reducen la inflamación, lo cual puede disminuir la posibilidad de daños más adelante. Los medicamentos que más se prescriben son los antiinflamatorios no esteroideos, conocidos como AINE.
    • Estos medicamentos no contienen esteroides, reducen la inflamación e inhiben los caminos que ocasionan el dolor. Han pasado por extensas pruebas y son seguros para tu perro. Los AINE son medicamentos relativamente seguros en general, sobre todo cuando la dosis correcta se administra junto con la comida.[17]
    • Tu veterinario también puede querer revisar la función renal de tu perro antes de empezar el tratamiento. Muchos medicamentos se excretan por el riñón, lo que significa que pueden acumularse en el torrente sanguíneo si los riñones no funcionan correctamente. El efecto secundario principal es la ulceración gástrica, cuyo primer síntoma son los vómitos.
    • Si a tu perro se le prescribe un medicamento AINE y empieza a vomitar, detén el medicamento y contacta a tu veterinario.[18]
    • Siempre consulta con tu veterinario antes de administrarle a tu perro cualquier medicamento que no haya sido prescrito específicamente.
    Anuncio

Referencias

  1. Gough, Alex y Alison Thomas, Breed Predispositions to Disease in Dogs and Cats. Editorial Wiley-Blackwell, 2010.
  2. Gough, Alex y Alison Thomas, Breed Predispositions to Disease in Dogs and Cats. Editorial Wiley-Blackwell, 2010.
  3. Gough, Alex y Alison Thomas, Breed Predispositions to Disease in Dogs and Cats. Editorial Wiley-Blackwell, 2010.
  4. Gough, Alex y Alison Thomas, Breed Predispositions to Disease in Dogs and Cats. Editorial Wiley-Blackwell, 2010.
  5. http://www.hartz.com/Dogs/Health/Medical_And_Preventive_Care/Identifying_and_treating_your_dogs_joint_problems.aspx
  6. Gough, Alex y Alison Thomas, Breed Predispositions to Disease in Dogs and Cats. Editorial Wiley-Blackwell, 2010.
  7. Gough, Alex y Alison Thomas, Breed Predispositions to Disease in Dogs and Cats. Editorial Wiley-Blackwell, 2010.
  8. Sanderson, et al. "Systematic review of the management of canine osteoarthritis". Vet Rec 164, págs. 418 - 424
  9. Sanderson, et al. "Systematic review of the management of canine osteoarthritis". Vet Rec 164, págs. 418 - 424
  1. Sanderson, et al. "Systematic review of the management of canine osteoarthritis". Vet Rec 164, págs. 418 - 424
  2. Sanderson, et al. "Systematic review of the management of canine osteoarthritis". Vet Rec 164, págs. 418 - 424
  3. Sanderson, et al. "Systematic review of the management of canine osteoarthritis". Vet Rec 164, págs. 418 - 424
  4. Sanderson, et al. "Systematic review of the management of canine osteoarthritis". Vet Rec 164, págs. 418 - 424
  5. Sanderson, et al. "Systematic review of the management of canine osteoarthritis". Vet Rec 164, págs. 418 - 424
  6. Sanderson, et al. "Systematic review of the management of canine osteoarthritis". Vet Rec 164, págs 418 - 424
  7. Sanderson, et al. "Systematic review of the management of canine osteoarthritis". Vet Rec 164, págs. 418 - 424
  8. Plumb, Donald. Plumb's Veterinary Drug Handbook. Editorial Wiley-Blackwell, 2003.
  9. Plumb, Donald. Plumb's Veterinary Drug Handbook. Editorial Wiley-Blackwell, 2003.

Acerca de este wikiHow

Elisabeth Weiss
Coescrito por:
Adiestradora de perros profesional
Este artículo fue coescrito por Elisabeth Weiss. Elisabeth Weiss es adiestradora profesional de perros y propietaria de Dog Relations NYC, un servicio de adiestramiento canino en Nueva York, Nueva York. Elisabeth se basa en técnicas basadas en la ciencia, libres de fuerza y basadas en recompensas. Elisabeth ofrece adiestramiento de comportamiento, modales para cachorros, conciencia corporal y prevención de lesiones, dieta, ejercicio y servicios de nutrición para perros. Su trabajo ha aparecido en la revista New York Magazine y en el podcast Dog Save the People. También entrenó a todos los perros en la película "Heart of a Dog" (el corazón de un perro) de Laurie Anderson que presenta la travesía de Elisabeth con Lolabelle, el perro de Laurie Anderson y Lou Reed, y cómo su pasión por tocar el teclado jugó un papel importante en la mejora de su calidad de vida después de ser diagnosticada con cáncer de páncreas. Este artículo ha sido visto 26 437 veces.
Anuncio