Lidiar con un bebé quisquilloso nunca es sencillo para los padres. No existe peor sentimiento que ver a tu hijo fastidiado y sentirte como si no supieses qué hacer para hacerlo sentir mejor. No obstante, si intentas una variedad de estrategias y estás atento a sus necesidades, podrás calmarlo rápidamente.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Usa varias estrategias para calmarlo

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    Cálmalo con movimientos suaves. Estos movimientos pueden ayudarte a calmarlo e, incluso, pueden ponerlo a dormir. Aunque existen diferentes movimientos que funcionan con bebés distintos, puedes intentar una variedad de estrategias para ver cuál funciona mejor con tu bebé. Aunque puedas estar acostumbrado a la idea de que una madre o un padre balanceen a sus niños, asegúrate de no moverlo por demasiado tiempo para no cansarte. Intenta algunas de estas técnicas para calmarlo:[1]
    • Sal a caminar con tu bebé.
    • Llévalo de paseo en el auto.
    • Ponlo en un columpio.
    • Hazlo rebotar o balancéalo en tus brazos.
    • Dale palmaditas en la espalda.
    • Colócalo sobre tus rodillas y mécelo de un lado al otro.
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    Permítele echarse de costado en tus brazos. Echarlo de lado también puede ser una gran forma de calmarlo y hacerlo sentir cómodo. Para hacerlo adecuadamente, cárgalo inclinado y permítele ponerse de costado. Puede dejar de estar quisquilloso solo cambiando la posición en la cual está recostado. Puedes hacerlo en tus brazos y evita ponerlo de costado sobre su cuna porque puede voltearse y echarse sobre su estómago, lo cual aumentaría las posibilidades de sufrir el síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL).[2]
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    Haz ruidos suaves. Hacerlo puede ayudarte a calmar a tu bebé y ponerlo menos quisquilloso. El escuchar un sonido nuevo puede hacerlo interesarse y estar alerta y puede ayudarlo a aliviar el dolor que sentía. Puedes usar las cosas a tu alrededor para hacer un ruido o sonido apropiado o incluso puedes hacerlo tú mismo. A continuación, algunos sonidos que pueden ayudarte a calmarlo:
    • Enciende un aparato de sonido blanco.
    • Canta suavemente.
    • Tararea.
    • Enciende la radio en estática.
    • Enciende la aspiradora en otro cuarto.
    • Abre el grifo.
    • Pon música suave.
    • Pon sonidos de naturaleza.
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    Faja a tu bebé. Fajarlo es una gran forma de calmarlo porque cuando estaba en tu útero se sentía cálido y cómodo, hacerlo puede ayudarte a imitar esa sensación de seguridad. Para fajarlo, usa una manta pequeña y ligera, lo cual lo ayuda a permanecer dentro sin distraerse sacudiendo sus extremidades. Para mantenerlo a salvo del SMSL o problemas respiratorios, es importante asegurarte de no fajarlo muy fuerte y colocarlo sobre su espalda. Debes evitar fajarlo con su chupón para evitar asfixias y asegurarte de que pueda respirar. A continuación, te enseñamos cómo fajar a tu bebé:[3] [4]
    • Coloca la manta sobre una superficie plana.
    • Dobla hacia abajo uno de los extremos y coloca la cabeza de tu bebé sobre el doblez.
    • Envuelve uno de los extremos alrededor del bebé, fijando su brazo.
    • Toma el extremo que está debajo de los pies de tu bebé y llévalo hacia arriba, metiéndolo por encima del extremo de la manta colocada alrededor de tu bebé.
    • Toma el otro extremo y envuélvelo alrededor de tu bebé, fijando su otro brazo dentro.
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    Dale un baño tibio. Un baño tibio puede ser la técnica perfecta para calmar a algunos bebés. Puede ayudarlos a estar listos para una siesta o a relajarlos y hacerlos sentir menos tensos. Se ha demostrado que un solo baño tibio puede ayudar a aliviar la tensión de las personas adultas. Aunque no funciona con todos los bebés, puedes probarlo para ver si tiene un impacto positivo en tu niño. Por desgracia, algunos bebés se ponen más inquietos después de un baño con agua tibia; por lo tanto, presta atención cuando intentes esta técnica para ver el efecto que tiene en tu bebé.
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    Dale algo que pueda chupar. Si tu bebé está quisquilloso, tal vez quiera algo para chupar. Posiblemente, no necesite tu pecho o un biberón, pero puedes encontrar otra cosa que funcione. Puedes darle un chupón, poner su pulgar en su boca o, incluso, darle tu meñique, con el lado de la uña hacia abajo. Posiblemente, tu bebé se sienta mejor con estas ofertas simples.
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    Hazle masajes. Otra opción es masajear su cuerpo suavemente. Toca las palmas de sus manos, las yemas de sus pies, sus hombros y el resto de su cuerpo suavemente para tranquilizarlo con tus caricias llenas de amor. Puedes usar las yemas de tus dedos para masajearlo de manera suave, ayudando a aliviar la tensión que siente.[5]
    • Solo recuerda que, al igual que con el baño con agua tibia, algunos bebés se ponen más inquietos después de recibir un masaje. Por lo tanto, debes estar atento cuando lo intentes para ver cómo se siente tu bebé.
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    Cambien de ambiente. Posiblemente, tu bebé esté así porque quiere un cambio de ambiente. Hacerlo, ya sea llevarlo a otra habitación o añadir elementos interesantes en la habitación en la cual se encuentran, puede darle algo para distraerse y aliviar toda su inquietud. Si no tienes fuerzas para hacer algo demasiado laborioso, puedes cambiar de habitación o puedes pararte cerca de una ventana, mirando hacia afuera. A continuación, algunos trucos que puedes hacer:
    • Miren una pecera, una pintura brillosa o algo interesante dentro del ambiente.
    • Enciende un ventilador elevado.
    • Atenúa las luces.
    • Vayan al patio trasero o al porche.
    • Dale un juguete nuevo.
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    Intenta hacerlo callar. Algunas veces, los bebés se fastidian más al escuchar su propio llanto. Puedes ayudarlo a calmarse, haciéndolo callar hasta tranquilizarse. Para hacerlo, hazlo callar suavemente de una manera muy dulce y tranquila, contrariamente a cómo callaría un bibliotecario a un estudiante. Para lograr callarlo, debes hablar un poco más alto que él, pero de manera suave. Luego, debes bajar el volumen de tu voz lentamente hasta que la voz de tu bebé suene igual a la tuya.
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Asegúrate de satisfacer todas las necesidades de tu bebé

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    Asegúrate de que tu bebé no necesite eructar. Una razón por la que tu bebé esté quisquilloso es simplemente porque no ha eructado. Esto puede hacerle sentir dolor e incomodidad y puedes ayudarlo a aliviarlo. Para hacerlo eructar, solo necesitas cargarlo con tu brazo izquierdo con el rostro de costado sobre tu hombro. Luego, darle palmaditas en su espalda hasta escuchar un eructo. Sobar su espalda de abajo hacia arriba también puede ayudarte a aliviar el dolor de tu bebé.[6]
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    Asegúrate de que su ropa sea cómoda. Otra razón puede ser porque su ropa no es cómoda. Revisa que la ropa no esté demasiado apretada ni lo esté pellizcando o haciéndolo sentir oprimido. Además, debe ser de material cómodo y que no irrite la piel de tu bebé.
    • Asimismo, tu bebé puede sentir demasiado frío o calor con cierta ropa. Toca su piel y asegúrate de que este no sea un problema.
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    Asegúrate de que tu bebé no esté fastidiado por un cambio en su rutina. Tal vez se sienta así porque están haciendo algo nuevo y no le agrada. Tal vez cambiaste la marca de la fórmula, lo llevaste a pasear antes de lo usual o están pasando tiempo en un lugar nuevo de la casa al cual no está acostumbrado. Aunque no puedes mantener la misma rutina para siempre, debes darte cuenta que esto contribuye a su fastidio.
    • Si quieres hacer un cambio, puedes intentarlo lentamente. Por ejemplo, puedes ir al parque 15 minutos antes en lugar de 2 horas antes en un día.
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    Asegúrate de que no esté cansado. Una razón puede ser el cansancio. Si lo ves bostezar o inquieto, bájalo y hazlo tomar una siesta. Tal vez no se dé cuenta de que necesite descansar más, pero debes calmarlo, apagar las luces y tranquilizarlo hasta que esté listo para dormir.
    • Incluso si tu bebé está fastidiado y activo, puede ser un signo de que está agobiado y necesita ayuda para calmarse.
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    Si se siente abrumado, dale menos estímulo. Otra razón es porque tal vez suceden muchas cosas en casa. Quizás, la televisión o música están con el volumen muy alto, las luces muy brillosas, muchas personas alrededor o tal vez tiene muchos juguetes en su cuna. Esta es una razón por la cual un bebé se pone quisquilloso y, si sospechas que este es el caso, necesitas simplificar las cosas alrededor y reducir el ruido y alboroto en la casa por un rato para poder calmarlo.[7]
    • Ve qué impacto tiene en tu bebé bajar el volumen o apagar las luces. Te sorprenderás de ver que se siente mejor de manera instantánea.
    • Si le estás presentando personas nuevas, intenta hacerlo con una a la vez. Probablemente, se sienta abrumado y quisquilloso si diez familiares lo rodean a la vez.
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    Si se siente descuidado, dale más afecto. Una de las razones por las que llore es porque se siente descuidado y quiere más atención. Esto puede suceder si lo has dejado solo por mucho tiempo, si no han tenido contacto físico por unas cuantas horas o no le dedicas demasiado tiempo. De ser el caso, cárgalo, bésalo, abrázalo o solo pasa tiempo con él. Esto puede ayudarte a tranquilizarlo rápidamente si es la razón de su fastidio.[8]
    • Si está llorando, pregúntate a tu mismo cuándo lo cargaste por última vez. Si han pasado más de unas cuantas horas, debes darle afecto físico de inmediato.
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    Ve si puedes diferenciar sus llantos. No todos los llantos se deben tratar de igual manera. A medida que aprendes a conocer a tu bebé, comenzarás a distinguir entre sus distintos llantos. Un llanto puede significar hambre y otro que se ha mojado. Aunque cada bebé es diferente, es importante saber que los bebés hambrientos tienden a estar inquietos y retorcerse silenciosamente y sus llantos aumentan a medida que su hambre aumenta. Un bebé adolorido, ya sea por una enfermedad, gases o sus dientes, tendrá un llanto más desgarrador y una mirada de sufrimiento.[9]
    • Mientras más sensible seas a las necesidades de tu bebé y a lo que te dice, más sencillo será tranquilizarlo.
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    Ve si tiene cólicos. Los bebés con cólicos tienden a llorar y estar incómodos desde la segunda semana después de su nacimiento hasta la semana 12 o 14. Puedes darte cuenta de ello si tu bebé tiene un llanto agudo, frenético o repentino y si llora con el cuerpo rígido o tieso con sus puños apretados y una mirada de dolor o ira en su rostro. Después de 6 semanas aproximadamente, los cólicos alcanzarán su punto máximo. Luego, comenzarán a disiparse lentamente o, incluso, desaparecerán de manera abrupta. Esta puede ser una experiencia algo frustrante para los padres y bebés, pero pasará.[10]
    • Puedes hablar con un pediatra sobre los cólicos, pero por desgracia no existe una cura real. Lo más que podrá hacer es recomendarte un medicamento para aliviar los cólicos o gotas Mylicon para tu bebé. Además, te pedirá tener paciencia, incluso si no es lo que quieres oír.
    • También puedes hablar con tu doctor sobre otros problemas que puedan estar ocasionando su llanto, tales como tu dieta si estás dándole de lactar, el reflujo ácido o alergias a determinados alimentos.
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Conoce qué no hacer

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    No sacudas a tu bebé. Aunque puedas sentirte frustrado de cuando en cuando, lo peor que puedes hacer es sacudirlo. Incluso hacerlo por algunos segundos puede ocasionar daños irreparables. Si sientes que estás perdiendo la paciencia con tu bebé, toma unos segundos o minutos para salir de la habitación hasta sentirte listo para regresar con él. Si sientes gran ira hacia él, acude a un médico de inmediato para mantenerlo a salvo.
    • Cerca de 1000 bebés mueren al año a causa del síndrome del niño sacudido y este se puede prevenir al 100%. Sacudirlo puede ocasionar muerte, daño cerebral, retraso mental, ataques de epilepsia e incluso ceguera.
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    No creas que dejará de llorar por sí solo. Muchos padres creen que si dejan que sus bebés lloren, todo estará bien. Por supuesto, existen casos en los cuales los bebés lloran mucho y finalmente se quedan sin fuerzas e incluso se duermen. No obstante, hay momentos en los cuales un bebé no está llorando para expresar cómo se siente, sino porque en serio le sucede algo malo.
    • Por lo general, debes evitar dejarlo llorar mucho, salvo que hayas intentado de todo por ayudarlo.
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    No solo le pongas el chupón. Aunque ponerle un chupón cuando está llorando o fastidiado puede ser una gran solución temporal para sus problemas, si lo haces demasiado, solo estarás ocultando el problema real. Puede ser una opción tentadora, en especial si estás en público, pero debes intentar descubrir qué necesita en lugar de usar un chupón como tu primer recurso.
    • Por supuesto, es genial usarlo algunas veces, pero evita depender demasiado de él si de verdad quieres saber cómo calmar a tu bebé.
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    No pruebes demasiados métodos juntos. Si está llorando y has intentado darle de comer, darle el chupón, pasear con él y mecerlo durante un periodo de 15 minutos, entonces corres el riesgo de no saber qué sucede con tu bebé. No solo serás capaz de saber qué necesita, sino que tampoco sabrás qué te ayudó a calmarlo.
    • Intenta un método a la vez hasta que creas ver que uno funciona. Te sorprenderás al descubrir que no necesitabas salir o traer un juguete nuevo.
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    No lo alimentes ni bien comience a llorar. Aunque posiblemente llore o actúe de manera quisquillosa cuando esté hambriento, no significa que es la única razón de su fastidio. Si lo alimentas siempre que llore, incluso si ya lo has alimentado recientemente, puede ocasionar que vea la comida como la mejor fuente de comodidad, lo cual puede ocasionar que coma de más y conlleve a problemas a futuro. Intenta mantener un horario para comer y no lo alimentes más de lo necesario solo para evitar su fastidio.
    • Por supuesto, mientras crezca y se desarrolle, sus hábitos alimenticios variarán y no debes evitar que coma si realmente está hambriento. Solo asegúrate de no usar la comida como solución para todos los problemas.
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Advertencias

  • Nunca ignores el llanto de tu bebé, esperando que se detenga por sí solo. Puede ser algo serio.
  • Puede suceder que en realidad esa actitud considerada "quisquillosa" se trate de algo más serio, como por ejemplo autismo.
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Acerca de este wikiHow

wikiHow es un "wiki", lo que significa que muchos de nuestros artículos están escritos por varios autores. Para crear este artículo, 11 personas, algunas anónimas, han trabajado para editarlo y mejorarlo con el tiempo. Este artículo ha sido visto 11 040 veces.
Categorías: Cuidado del bebé
Resumen del artículoX

Para calmar a un bebé quisquilloso, primero cerciórate de que te hayas encargado de todas sus necesidades. Por ejemplo, deberás alimentarlo si es la hora de la comida, revisar si tienes que cambiarle el pañal o hacerlo eructar si ha comido hace poco. Si sigue quisquilloso, llévalo a otra habitación y mécelo con cuidado. También puedes reproducir música relajante o ruidos blancos para tranquilizarlo. Si esto no funciona, envuélvelo o dale un masaje suave. Nunca sacudas a un bebé, ya que esto puede causarle lesiones irremediables.

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