Si deseas reemplazar una superficie con baldosas antiguas, quizás piensas que solo puedes hacerlo sacando las anteriores primero para luego poder colocar las nuevas. Si la superficie anterior está en buenas condiciones, puedes colocar encima las nuevas baldosas. Para hacerlo solo se necesita un poco más de preparación de lo normal.

Método 1
Método 1 de 3:
Parte uno: Prepara la superficie

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    Revisa en busca de baldosas sueltas.[1] Con un mazo de madera dale ligeros golpes a cada baldosa. Si el sonido es sólido, entonces la baldosa está bien. Si el sonido es hueco, la baldosa está suelta y necesita arreglarse.
    • Remueve el sellador o la fragua alrededor de la baldosa anterior y usa una barreta para levantarla. Hazlo con mucho cuidado para evitar estropear la baldosa.
    • Mezcla un poco de mortero para aplicación de capas delgadas de acuerdo a las instrucciones del fabricante y colócalo en la parte posterior de la baldosa. Regresa la baldosa al lugar en donde estaba.
    • Si las baldosas sueltas y antiguas se deben adherir bien, entonces debes esperar 24 horas para que el mortero seque antes de proceder con el siguiente paso.
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    Marca los puntos altos y bajos. Usa un nivel de 1 m (4 pies) para identificar cualquier área anormalmente alta o baja en la superficie.
    • Marca los puntos altos y bajos con una tiza. Usa los diversos símbolos para distinguir uno del otro. Por ejemplo, coloca una "A" o una línea recta para identificar un punto alto y una "B" o un triángulo para los puntos bajos.
    • Asegúrate de que las cuatro esquinas de los puntos altos y bajos estén marcadas.
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    Esmerila todos los puntos altos. Usa un esmeril de ángulo derecho con un disco de corte para eliminar todas las baldosas que sobresalen y crean un punto alto en el suelo.
    • Revisa constantemente usando un nivel para verificar que dicho punto está nivelado con el resto del suelo.
    • Ten en cuenta que solo puedes arreglar los puntos altos en esta etapa. Puedes arreglar los puntos bajos después.
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    Raspa el resto de la baldosa. Pule toda la superficie embaldosada con una lijadora de banda orbital de grano 80.
    • Asegúrate de que cualquier esmalte o acabado de la superficie se haya pulido de manera profunda.
    • Una superficie áspera tiene más ranuras para que el mortero se absorba y pueda adherirse mejor. Por esa razón, pulir la superficie de las baldosas anteriores facilitará la adherencia óptima de las nuevas baldosas.
    • También puedes pulir las baldosas usando un bollo de lana de acero si no tienes una lijadora de banda.[2]
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    Retira toda la fragua que sea difícil de sacar. La mayoría de la fragua anterior podrá mantenerse, pero deberás sacar toda la fragua que esté blanda o suelta usando una herramienta rotativa o una rasqueta de hierro.
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    Limpia la superficie. Con la ayuda de una aspiradora limpia la superficie y luego restriégala con detergente y agua tibia para eliminar cualquier tipo de suciedad o mancha.
    • El detergente debe sacar la grasa de la cerámica.
    • Enjuaga la superficie con agua limpia y sécala con toallas o paños limpios. Lo que queda de agua se secará con el aire en una o dos horas.
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Método 2
Método 2 de 3:
Parte dos: Coloca la nueva baldosa

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    Aplica una capa delgada de mortero en el suelo. Mezcla un poco de mortero para aplicación de capas delgadas con fortificador de látex y colócalo en una capa uniforme usando una paleta dentada.
    • Como regla general es mejor trabajar en secciones pequeñas que puedas terminar en más o menos 30 minutos. Si mezclas mucho mortero puede estropearse y ya no será tan efectivo.
    • Aplica el adhesivo de capa delgada en una sola dirección. No lo coloques en forma de remolino. Sin embargo, en la mezcla debe haber algunas hendiduras.
    • Si alguna de las baldosas antiguas están rajadas necesitarás usar un poco más de adhesivo de lo normal para rellenar esa rajadura.
    • El espesor del mortero deberá ser 6 mm (1/4").
    • Considera usar una mezcla de mortero en polvo y combínala con látex líquido en vez de agua.
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    Si es necesario usa cinta malla para brindar una mayor estabilidad. Cuando coloques baldosas sobre una superficie rajada debes incrustar una tira de cinta malla en el mortero fresco colocado encima de la rajadura. Usa suficiente cinta malla para cubrir la rajadura.[3]
    • La cinta ayudará a estabilizar el adhesivo. Como resultado, es probable que la rajadura que está debajo no vuelva a aparecer en la nueva capa de baldosas.
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    Aplica una capa delgada de mortero en cada baldosa. Mezcla un poco adhesivo adicional y coloca una capa delgada y uniforme en la parte posterior de cada baldosa usando una paleta. Asegúrate de que el adhesivo cubra por completo toda la parte posterior de la baldosa.
    • Como se indicó anteriormente, trabaja en secciones pequeñas que puedas terminar en más o menos 30 minutos.
    • Aplica el adhesivo en una sola dirección haciendo ranuras con la paleta.
    • El espesor del mortero para la parte posterior de las baldosas no debe ser mayor a 6 mm (1/4") o un poco menor.
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    Coloca la baldosa. Dispón las baldosas en la superficie de acuerdo a lo planificado de antemano. El adhesivo de la superficie debe ser perpendicular al adhesivo colocado en la parte posterior de las baldosas.
    • Debes colocar la baldosa ubicando en centro de la superficie y así trabajas hacia el perímetro exterior, tal como lo harías con una superficie sin baldosas.
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    Añade un poco más de mortero para levantar las partes hundidas. Cuando encuentres las áreas marcadas como puntos bajos (partes hundidas) aplica más adhesivo para nivelar las baldosas que están alrededor.[4]
    • Verifica la uniformidad con un nivel para comprobar que esté al mismo nivel de las baldosas adyacentes. Como el adhesivo tarda en secar puedes sacar la baldosa que acabas de poner y ajustar la cantidad de mortero, según sea necesario, para arreglar el problema si no lo haces bien en el primer intento.
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Método 3
Método 3 de 3:
Parte tres: Dale el toque final

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    Deja que la superficie seque durante 24 horas. Antes de hacer algo con tu nueva superficie embaldosada, primero debes dejar secar el piso durante un mínimo de 24 horas.
    • Sin embargo, puedes limpiar los restos de mortero húmedo de la superficie de las baldosas con un paño mojado después de las 24 horas. Se aconseja hacer esto porque el mortero húmedo es más difícil de limpiar.
    • Cuando la superficie ya esté seca dale unos golpecitos suaves con el mazo de madera para asegurarte de que estén fijas. Como se indicó anteriormente, las baldosas sueltas se pueden identificar porque emiten un sonido hueco. En este punto ya no debe haber baldosas sueltas. Si hay alguna que está suelta sácala y vuelve a aplicar el adhesivo en la parte posterior de la baldosa. Vuelve a colocar la baldosa en el lugar correcto y deja que el mortero seque por otras 24 horas más.
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    Coloca la fragua entre las baldosas. Mezcla la fragua según las indicaciones del fabricante y colócala encima de las intersecciones de las baldosas para sellarlas. Fuerza la fragua entre las baldosas individuales usando una paleta.
    • Usa fragua arenosa si y vas a embaldosar un piso y usa fragua no arenosa cuando embaldoses una pared.
    • Deja que la fragua se cure por tres días.
    • Después que la fragua se haya curado considera colocarle una capa de sellante de silicona para protegerla.
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    Limpia la superficie nuevamente. Cuando el curado de la fragua haya finalizado, usa detergente y agua tibia para sacar cualquier rastro de fragua de la superficie de las baldosas nuevas.
    • Este paso adicional mejorará la apariencia general del área con baldosas nuevas.
    • Este paso completará el proceso.
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Consejos

  • Antes de comenzar los trabajos retira cualquier elemento que se deba colocar encima de la baldosa.
  • Para mejorar la uniformidad al colocar las baldosas considera dibujar en la superficie unas líneas con tiza después de preparar la superficie y antes de comenzar a colocar las baldosas.
  • Si necesitas cortar baldosas individuales hazlo con una sierra circular.
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Advertencias

  • Usa equipos de protección personal para los ojos, pulmones y manos, tales como lentes de seguridad, mascarilla antipolvo y guantes de cuero o de goma.
  • Solo puedes colocar una baldosa encima de otra si el suelo debajo de esta hay concreto o mortero. Si no es así, necesitarás romper la baldosa y comenzar de nuevo. Normalmente te darás cuenta a simple vista de si el suelo no es sólido o si se mueve cuando camines sobre las baldosas.
  • Ten cuidado con las rajaduras en las baldosas antiguas. Algunas veces estas rajaduras aparecen porque hay problemas con el concreto que está debajo. Puedes colocar baldosas nuevas encima de esas rajaduras, pero a largo plazo sería mejor si arreglas el problema subyacente en lugar de cubrirlo.
  • La nueva superficie será más alta que la anterior. Ten esto en cuenta cuando necesites colocar nuevamente las piezas en un suelo o muro con baldosas nuevas.
  • Quizás necesites cortar el marco o la parte inferior de la puerta si el umbral del piso con baldosas nuevas es muy alto, choca con la base de la puerta y no se puede cerrar.
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Cosas que necesitarás

  • Mascarilla antipolvo
  • Lentes de seguridad
  • Guantes de cuero o de goma
  • Aspiradora industrial
  • Detergente
  • Agua
  • Toallas y esponjas limpias
  • Esmeril angular
  • Disco de corte
  • Nivel
  • Lijadora de banda
  • Banda de lija de grano 80
  • Baldosas de cerámica
  • Mortero para aplicación de capas delgadas con fortificador de látex
  • Paleta dentada
  • Cinta malla
  • Herramienta rotativa
  • Fragua
  • Sellador de silicona para fragua
  • Tiza
  • Cinta métrica
  • Mazo de madera

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