La construcción de un arco largo desde cero no es tan simple como encontrar un pedazo de madera largo y amarrarle una cuerda. Aun así, este proyecto no está más allá de las habilidades de bricolaje promedio y puede resultar muy gratificante. Si te tomas el tiempo de escoger, dar forma, encordar y terminar el arco correctamente, lograrás construir un arco largo funcional que podría durar por años.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Darle forma al arco

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    Compra o consigue una duela de madera dura larga, recta y sin nudos. La duela (el pedazo de madera que se convertirá en tu arco) debe ser resistente, pero algo flexible, y presentar pocos o ningún nudo. Debe tener aproximadamente de 1,5 a 1,8 m (de 5 a 6 pies) de largo y de 4 a 5 cm (de 1,5 a 2 pulgadas) de diámetro.[1]
    • Puedes comprar una pieza de madera en una tienda de mejoras para el hogar o construir un arco largo más rústico con la rama de un árbol. A menudo, las ramas caídas funcionan tan bien o incluso mejor que las ramas cortadas. Busca una rama caída que se haya secado un poco pero que no esté quebradiza.
    • Algunas de las mejores maderas para arcos incluyen tejo, fresno y nogal. De todas formas, prácticamente cualquier madera dura (incluidos el arce y el roble) funcionará. Las maderas blandas como el pino y el cedro no son buenos candidatos.
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    Raspa la corteza de la duela con un cuchillo u otra herramienta afilada. Una navaja común funcionará bien para tallar la madera, pero puedes utilizar casi cualquier tipo de cuchilla afilada. Debes emplear movimientos cortos y superficiales para raspar la corteza, pero trata de no tocar la madera debajo de la corteza en este punto.[2]
    • No es esencial que quites la corteza, pero te ayudará a ver mejor cómo se flexiona la madera y a realizar los ajustes necesarios. Además, este procedimiento mejora la apariencia del arco.
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    Presiona la duela mientras está en posición vertical para detectar su curva natural. Sostén la duela en posición vertical, con un agarre suelto en la parte superior y la parte inferior contra tu pie. Presiona suavemente hacia afuera contra el centro de la duela para que gire y su curva natural apunte en la dirección opuesta a ti.[3]
    • Con esta maniobra, identificarás el interior y el exterior (que también se conoce como “vientre” y “espalda”) del arco. El “vientre” se ubicará más cerca de tu cuerpo cuando tenses el arco.
    • Es probable que necesites realizar algunos cortes en el interior de la duela, pero debes dejar el exterior intacto. Cualquier corte que realices en el exterior afectará gravemente la longevidad y la integridad estructural del arco.
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    Marca el asidero en el centro de la duela. Puedes utilizar una cinta métrica (si está disponible) para encontrar la mitad de la duela o tantear lo mejor que puedas. Mide o calcula 8 cm (3 pulgadas) en ambas direcciones a lo largo de la duela desde el punto central, y utiliza un marcador permanente o un cuchillo para marcar esta medida con una muesca poco profunda.[4]
    • Esta sección central será el asidero, el lugar donde sostendrás el arco mientras lo tensas. Al igual que el exterior de la duela, debes dejar el asidero intacto para preservar la integridad estructural del arco.
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    Dobla la duela de nuevo y observa más de cerca la curva. Sostén la duela en posición vertical con la mano y contra el pie una vez más. Sin embargo, esta vez debes aplicar más presión para flexionar la madera un poco más. El centro debe empujar hacia afuera al menos 8 o 10 cm (3 o 4 pulgadas). Mira de cerca la curva de la duela e identifica cualquier punto donde la madera no se flexione con tanta facilidad.[5]
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    Recorta la madera desde el interior del arco para ajustar la curva. Utiliza el cuchillo u otra herramienta afilada para recortar algunas capas de corteza de uno de los puntos donde la madera no se dobla correctamente. Al recortar la madera, aumentarás la flexibilidad de las áreas rígidas. Continúa recortando la madera y probando la flexibilidad del arco hasta que se doble de manera uniforme, tanto por encima como por debajo del asidero.[6]
    • Corta la madera solo desde el interior de la curva y deja intacto el exterior del arco.
    • El asidero y las puntas deben permanecer relativamente rectos en comparación con el resto del arco.
    • La cantidad de tallado necesaria puede variar mucho según el grosor de la duela.

Parte 2
Parte 2 de 3:
Encordar el arco

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    Corta muescas en el interior y el exterior de cada punta del arco. Estas muescas mantendrán la cuerda en su lugar. Haz que las muescas en la curva exterior no tengan más de ½ cm (¼ de pulgada) de profundidad, y las muescas en el interior no más de 1 cm (½ pulgada) de profundidad.[7]
    • Corta las muescas alrededor de 1 o 2 cm (½ o 1 pulgada) desde las puntas del arco.
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    Amarra la cuerda escogida alrededor de las muescas que cortaste. La cuerda debe ser aproximadamente 20 cm (8 pulgadas) más corta que la duela. Amarra un extremo alrededor de las muescas en la parte inferior de la duela y luego haz un nudo corredizo en el otro extremo de la cuerda. Flexiona el arco hasta que puedas colocar el nudo corredizo sobre las muescas en la parte superior.[8]
    • Una vez en su lugar, debe haber un espacio de aproximadamente 13 a 15 cm (5 a 6 pulgadas) entre la cuerda y el asidero. Debes escoger una longitud diferente de cuerda si el espacio es sustancialmente más pequeño o más grande.
    • Puedes comprar cuerda de arco o utilizar cualquier material similar que sea fuerte y duradero, y que se estire solo ligeramente bajo tensión. Algunas buenas opciones incluyen paracord de nailon, cordones largos para calzado o incluso fibras vegetales entrelazadas (si realmente deseas una opción ecológica).
    • Aún no jales la cuerda, ya que el arco no está completo y podría romperse.
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    Cuelga el arco de forma horizontal para que se ubique encima de ti. El objetivo es apoyar el arco sobre el asidero central (por encima de la altura de tu cabeza, pero dentro de tu alcance) con la cuerda perpendicular al suelo. Si estás en casa, puedes (por ejemplo) colgar el asidero en un gancho de bicicleta atornillado a una vigueta del techo. Si estás en el bosque, debes buscar una rama resistente y baja donde puedas encajar el arco hasta que quede casi contra el tronco.[9]
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    Jala hacia abajo la cuerda y ajusta la curva del arco. Jala alrededor de 8 a 10 cm (3 a 4 pulgadas) de la cuerda hacia abajo y observa la curva del arco. Identifica los puntos que no se doblan libremente, suelta la cuerda y utiliza el cuchillo para raspar la madera del interior del arco en estas áreas. Jala la cuerda una vez más y repite el proceso hasta que el arco se curve de manera uniforme.[10]
    • Aún no te detengas. Debes jalar de 13 a 15 cm de la cuerda (de 5 a 6 pulgadas) hacia abajo y recortar la madera del arco según sea necesario. Repite el proceso en 18 o 20 cm (7 a 8 pulgadas) y 23 o 25 cm (9 a 10 pulgadas) también.

Parte 3
Parte 3 de 3:
Terminar el arco

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    Aplica una capa de aceite protector para evitar que la madera se seque. El aceite de linaza y el aceite de tung son buenas opciones. Aplica una capa uniforme del aceite de tu preferencia con una brocha de cerdas naturales. Luego, elimina el exceso con un trapo. Deja que el aceite se seque durante al menos 4 horas o durante toda la noche, si es posible.[11]
    • Coloca el trapo empapado en aceite en un balde con agua y déjalo ahí mientras el arco se seca. Luego, cuelga el trapo para que se seque y deséchalo en cuanto ya no se sienta húmedo. De esta manera, eliminarás la posibilidad de que el trapo empapado en aceite se incendie.
    • La aplicación de un aceite protector es un paso opcional, pero ayuda a que el arco dure más tiempo y luzca mejor.
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    Frota el acabado seco con papel de lija fino y luego aplica más aceite si lo deseas. Una vez que la capa de aceite se seque por completo, debes frotar ligeramente todo el arco con papel de lija de grano fino (360 o superior). Si deseas aplicar una segunda capa de aceite, debes limpiar el arco lijado con un paño de adherencia. Luego, aplica la segunda capa igual que la primera.[12]
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    Prueba tu arco nuevo. En este punto, el arco estará listo para que lo utilices. Coloca una flecha, ponte en posición, tensa la cuerda, concéntrate en tu objetivo de práctica y dispara.
    • Si deseas completar este proyecto de bricolaje, también puedes confeccionar tus propias flechas.
    • Evita disparar el arco sin una flecha, ya que puedes dañarlo y hacer que se rompa.
    • Haz de la seguridad tu principal prioridad cuando utilices tu arco largo. Nunca apuntes una flecha a ningún punto cerca de otra persona.

Advertencias

  • Un arco largo puede ser un arma mortal. Si vas a cazar, nunca apuntes a algo que no tengas la intención de matar.

Cosas que necesitarás

  • una duela de madera
  • un cuchillo u otra herramienta para tallar
  • cuerda de arco
  • una ubicación para colgar el arco en el techo
  • aceite protector
  • una brocha
  • trapos
  • un balde de agua
  • papel de lija de grano fino
  • un paño de adherencia
  • flechas

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Categorías: Caza