Un contenedor de composta es fácil de construir y además es más limpio y conveniente que una pila de composta. Ya sea que hayas querido construir uno desde hace mucho tiempo o que hayas recibido recientemente la autorización para hacerlo, no hay excusa para postergar las cosas. Estas son instrucciones para construir un contenedor de uso general que puedes usar en un porche o en un patio, o como un contenedor para los desechos del jardín.

Método 1
Método 1 de 3:
Construir un contenedor de composta de uso general

  1. 1
    Reúne los materiales. Para este contenedor de composta básico, necesitarás madera sin tratar. La madera sin tratar durará mucho tiempo y el tratamiento no interferirá con el proceso de compostaje ni afectará a la fauna útil. El cedro es una excelente opción. Los materiales que necesitarás son:
    • Cuatro postes de madera de 5 x 5 cm (2 x 2 pulgadas) o de 10 x 10 cm (4 x 4 pulgadas), cortados a 1 m (3 pies) de largo. Estos postes servirán como las cuatro esquinas para el contenedor de composta cuadrado. Utiliza madera áspera y no trabajada.[1]
    • De 8 a 16 tablas de madera de 5 x 15 cm (2 x 6 pulgadas) con un largo de 1 m (3 pies). Estas tablas serán las paredes del contenedor de composta. La mayoría de estos contenedores tienen espacios entre las tablas exteriores para propósitos de ventilación; el espaciado que quieras dejar dependerá de si usas 8, 12 o 16 tablones de madera.
    • Una tapa de 1 m2 (9 pies cuadrados), de preferencia hecha de madera sólida. Una tapa sólida te ayudará a mantener una temperatura interna constante en el contenedor de composta.
    • Clavos galvanizados o tornillos autoperforantes con recubrimiento.
  2. 2
    Clava una tabla de 5 x 15 cm (2 x 6 pulgadas) a lo largo de la base de dos postes de 10 x 10 cm (4 x 4 pulgadas). Coloca los dos postes en el suelo a una distancia de 1 m (3 pies) para que la tabla de 5 x 15 cm (2 x 6 pulgadas) se ajuste en vertical con ambos extremos. Mide 2,5 o 5 cm (1 o 2 pulgadas) desde la base de cada poste para que la tabla esté nivelada. Coloca la tabla sobre los postes y clávala.
  3. 3
    Mide la cantidad de espacio que quieres dejar entra cada tabla. Construye la pared al clavar las tablas a los postes, pero también deja un poco de espacio entre cada una. La cantidad de espacio que dejes dependerá de ti. En cualquier caso, procura que el espacio entre cada tabla sea el mismo o el contenedor se verá menos profesional y mal ensamblado.
    • El espaciado estándar es de 2,5 a 5 cm (1 o 2 pulgadas). Una medida mayor a esa y corres el riesgo de que la composta se filtre hacia afuera del contenedor o que quede expuesta a una invasión de animales pequeños como mapaches o zarigüeyas.
  4. 4
    Luego de elegir el espaciado, clava otra tabla en el poste por encima de la anterior. Continúa clavado las tablas en su lugar, dejando el espacio deseado hasta que hayas completado la pared. Al final de este paso, tendrás dos postes verticales de 10 x 10 cm (4 x 4 pulgadas) cruzados en forma de viga con tres o cuatro tablas de 5 x 15 cm (2 x 6 pulgadas) perpendiculares. Esto representa ¼ del contenedor.
  5. 5
    Crea otra sección de la pared de la misma forma. Coloca dos postes de 10 x 10 cm (4 x 4 pulgadas), mide 2,5 o 5 cm (1 o 2 pulgadas) para el punto de partida y luego coloca una tabla de 5 x 15 cm (2 x 6 pulgadas) de manera perpendicular sobre dichos postes, martillándolas en su lugar con cuatro clavos. Sigue realizando el mismo procedimiento (dejando el espaciado adecuado) hasta que hayas ensamblado la segunda pared. Las dos paredes deben ser idénticas.
  6. 6
    Levanta ambas paredes en paralelo la una con la otra y conecta el extremo posterior del contenedor con una tabla de 5 x 15 cm (2 x 6 pulgadas) de manera perpendicular. Al igual que con las tablas anteriores, mide desde la base, coloca cuatro clavos y deja un espaciado uniforme. Clava las tablas a lo largo de la pared posterior del poste hasta que el contenedor tenga tres paredes completamente construidas.
    • Asegúrate de colocar los clavos en las tablas de una manera que no choquen con los que pusiste en las otras en los pasos anteriores.
  7. 7
    Termina de construir el contenedor al colocar las tablas finales de manera perpendicular a lo largo del lado frontal. Clava tres o cuatro tablas a lo largo de la parte frontal del contenedor siguiendo el mismo procedimiento sin olvidar el lugar donde colocas los clavos.
  8. 8
    Cubre el contenedor con una tapa de 1m2 (9 pies cuadrados). Puedes usar una lona o una pieza de madera para tapar el contenedor de compost, aunque esta última es definitivamente mejor para retener el calor a largo plazo. Si deseas, considera la posibilidad de hacer dos asas de madera pequeñas y colocarlas a cada lado de la tapa para poder moverla con mayor facilidad.
  9. 9
    Considera la posibilidad de hacer uno o dos contenedores idénticos para que puedas alternarlos. Un contenedor que contenga la composta activa, otro el procesado (o en proceso) y el último la tierra que usarás para cubrir el contenedor de composta activa.

Método 2
Método 2 de 3:
Construir un contenedor para desechos de jardín

  1. 1
    Corta un rectángulo grande de tela metálica. Este rectángulo formará la estructura del contenedor de composta, el cual tendrá una forma cilíndrica. Este contenedor podrá crear composta a partir de cosas como desechos de jardín, aserrín y hojas. Solo puede usarse en exteriores sobre tierra y su velocidad de compostaje será muy lenta.
    • La altura del rectángulo será la misma que la del contenedor.
    • La longitud del rectángulo será el diámetro del contenedor.
    • Si no estás seguro de por dónde empezar, sostén la tela metálica sin cortar en frente de ti para tener una idea de lo alta y ancha que te gustaría que sea. Dado que vas a llenar este contenedor con desechos de jardín, opta por hacer los lados grandes.
  2. 2
    Haz cuatro postes con restos de madera. Estos postes deberán colocarse en el suelo para mantener la forma del contenedor metálico, así que asegúrate de que sean más altos que la tela metálica.
  3. 3
    Aplana el rectángulo hecho de tela metálica sobre el suelo. Estirarlo hará que sea más sencillo trabajar con él.
  4. 4
    Con la ayuda de una engrapadora, une el poste con uno de los bordes cortos de la tela metálica. Te será más sencillo hacerlo si colocas el poste debajo de la tela metálica. La parte superior del poste debe sobresalir ligeramente por encima de la malla.
  5. 5
    Haz rodar el otro lado de la tela metálica de modo que el extremo que no está unido al poste quede por encima del extremo que sí lo está. Ahora, la tela metálica debe tener la forma de un cilindro.
  6. 6
    Engrapa el borde de la tela metálica al poste. Quizás sea necesario arrastrarte por el interior del cilindro para alcanzar mejor el poste.
  7. 7
    Estaca el contenedor sin terminar en el suelo. Asegúrate de elegir un lugar donde no se interponga en tu camino más adelante.
  8. 8
    Coloca los otros tres postes en el suelo alrededor del contenedor. Asegúrate de hacerlo lo suficientemente cerca a la tela metálica para que el cilindro no pierda su forma. Cuando termines, los cuatro postes deben formar un cuadrado.
  9. 9
    Engrapa los postes restantes a la tela metálica. Una vez que hayas asegurado completamente el contenedor, puedes comenzar a llenarlo con los desechos de jardín.

Método 3
Método 3 de 3:
Hacer uso del contenedor de composta

  1. 1
    Coloca de todo en el contenedor de composta excepto los siguientes materiales. Con el tiempo, toda la materia se descompondrá si le das el tiempo suficiente. El césped, la hierba podada del jardín, los restos de frutas y verduras, y el excremento animal son ideales para el contenedor de composta. Las cosas menos recomendables son carne, huesos y lácteos (queso, etc.). El excremento animal como el de las vacas y aves está bien, pero evita el de perros o gatos.
  2. 2
    Conoce los materiales verdes y los marrones. Los materiales biodegradables verdes, los cuales contienen fuentes esenciales de carbón, incluyen el césped, la hierba podada del jardín y las hojas verdes.[2] En su mayoría, son materiales húmedos. Los materiales biodegradables marrones, los cuales son ricos en nitrógeno, incluyen el heno, las ramas pequeñas y el cartón triturado. La proporción de composta ideal debe ser una mezcla de dos partes de materiales verdes con una de materiales marrones.[3]
    • No es necesario que respetes esta proporción con exactitud. Mientras no haya abundancia de materiales verdes o marrones, la composta de ser ricao en nutrientes y próspero.
  3. 3
    Tritura los materiales para acelerar el proceso de compostaje. Si quieres acelerar el ritmo del ciclo de compostaje, asegúrate de triturar los materiales antes de agregarlos al contenedor. Por supuesto, algunos como la hierba podada ya está triturados, pero quizás quieras pasar las ramitas, el heno y otros materiales secos por la trituradora para agrandar su superficie.[4] Mientras más grande sea la superficie de los materiales, más podrán procesar los animales pequeños y las bacterias.
  4. 4
    Presta atención al calor y a la humedad de la pila de composta. Para comenzar con el proceso de compostaje, la pila necesita estar caliente y húmeda. Los dos problemas más grandes a los que se enfrenta un sistema de compostaje son la falta de calor y de humedad. Esto afecta al proceso de compostaje de diferentes formas.
    • Intenta mantener la temperatura interna del contenedor a unos 43 °C (110 °F) o a una mayor. Una temperatura entre 43 y 60 °C (110 y 140 °F) es ideal para la pila de composta. Si la temperatura es inferior a este rango, considera la posibilidad de agregar más material, más agua o más nitrógeno.
    • Intenta mantener una humedad uniforme de la pila de composta; que no sea ni muy húmeda y muy seca. Una pila de composta húmeda se calentará con mayor eficiencia, permitiendo un mejor proceso de compostaje.
  5. 5
    Revuelve la composta con un palo, asegurándote de cubrir los restos de comida con tierra. Mezclar la composta ayudará a deshacer los restos con mayor rapidez, ya que permite que la composta superficial se hunda hasta la parte inferior y trae a la superficie al que se encuentra en la base. Revuelve la composta cada dos días, especialmente si notas que no está lo suficientemente caliente.
  6. 6
    Mantén la tapa de la composta colocada con un objeto pesado encima para disuadir a los animales de realizar saqueos. Un par de ladrillos pesados colocados cerca del centro de la tapa serán suficientes para impedir animales como los mapaches y las zarigüeyas retiren la tapa y saqueen la composta con la finalidad de obtener comida fácil.

Consejos

  • Puedes usar la composta como mantillo para cubrir el lecho de las flores, como tierra para macetas y también puedes rociarlo sobre el césped para mejorar su crecimiento. Sin embargo, no lo uses todo; guarda al menos 1/3 de la composta original para que puedas comenzar el proceso nuevamente.
  • Para que la descomposición sea más rápida, corta los materiales en pedazos más pequeños en lugar de grandes. De esta manera, se descompondrán más rápido.
  • Uno de los problemas más comunes con el compostaje de comida es el olor. Si la composta comienza a oler demasiado fuerte, podría deberse a que hay mucha agua en el contenedor o quizás muchas sobras. Para aliviar este problema, no agregues más sobras durante algunos días, revuelve la composta para que se ventile y perfora algunos agujeros adicionales.
  • Espera de 2 a 3 meses para usar la composta del contenedor de uso general. El contenedor para desechos de jardín requerirá más tiempo y dependerá más de las condiciones climáticas.

Advertencias

  • Dado que las reacciones químicas que se producen durante el proceso de compostaje producen calor, la composta fresca puede dañar las plantas. Asegúrate de enfriarlo antes de añadirlo a los lechos de flores.
  • Las moscas de la fruta pueden convertirse en una molestia si tienes contenedores de composta. Si la composta está lo suficientemente alejada de tu casa, no tendrás problemas, pero si no lo está, solo cubre la parte superior con una alfombra pequeña o con plástico y una roca encima.

Acerca de este wikiHow

Andrew Carberry, MPH
Coescrito por:
Especialista en sistemas alimentarios
Este artículo fue coescrito por Andrew Carberry, MPH. Andrew Carberry ha estado trabajando en sistemas alimentarios desde 2008. Tiene una maestría en Nutrición de Salud Pública y, Planificación y Administración de Salud Pública de la Universidad de Tennessee-Knoxville. Este artículo ha sido visto 55 000 veces.