Las fiestas son divertidas para pasar con los amigos. Son excelentes para celebrar un cumpleaños, un día festivo o una ocasión especial. Pedirles a tus padres que te dejen hacer una puede ser difícil, especialmente si no están abiertos a la idea. Pedírselos con educación, convincentemente y dejarles ayudar a planificar una fiesta con la que estén tranquilos te ayudará a convencerlos de que te dejen hacer una.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Prepararte para preguntarles

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    Pórtate bien. Algunas semanas antes de preguntárselos, pórtate bien. Presta atención en la escuela y haz tu tarea. Ayuda en la casa con los quehaceres. Pasa tiempo con tus padres y no discutas, no te quejes ni pelees con ellos ni con tus hermanos. Muy probablemente tus padres te den lo que quieres si ven que lo mereces.[1]
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    Haz un plan básico. Antes de preguntarles si puedes hacer una fiesta, haz un plan básico para la fiesta. Ten una idea general de cuándo quieres que sea, qué quieres que haya y a quién quieres invitar. Será más fácil preguntárselos si sabes lo que quieres. Pedir solamente una fiesta es algo vago y probablemente te digan “no” de inmediato.
    • Haz una lista de invitados. Pueden ser tus amigos más cercanos o gente que conozcas de la escuela o de otras actividades.
    • Mira tu calendario y anota las posibles fechas en las que te gustaría tener la fiesta. Procura escoger una en la que sepas que tus padres no tienen nada que hacer.
    • Ponte a pensar en donde quieres que sea (puede ser en casa, en una piscina o en una pista de patinaje sobre ruedas).
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    Calcula el costo. Estima el costo de la fiesta, si puedes. Calcula cuánto cuesta la comida, la decoración y cualquier otra cosa que necesites. Una vez que tengas una idea general del costo, calcula con cuánto podrías aportar y qué recortes podrías hacer para que la fiesta cueste menos dinero. Si haces los cálculos con antelación y tienes un plan para ayudar a subvencionarla, será más probable que tus padres acepten.
    • Por ejemplo, quizá necesites 30 dólares para la pizza, 40 dólares para la decoración y 10 dólares para las invitaciones.
    • Ponte a pensar qué recortes podrías hacer en el presupuesto (por ejemplo, comprar pizza congelada en vez de pizza fresca, comprar menos adornos o hacer tus propias invitaciones).
    • Calcula con cuánto dinero puedes colaborar, si es necesario. Si tienes un trabajo a medio tiempo, empieza a ahorrar dinero para la fiesta con un mes de anticipación para que puedas ayudar a pagar el evento.

Parte 2
Parte 2 de 3:
Preguntarles a tus padres

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    Busca un buen momento para preguntarles. Es importante que no trates de convencerlos de que te dejen hacer una fiesta en un mal momento. No se los preguntes demasiado temprano ni demasiado tarde, ni cuando estén demasiado ocupados o distraídos. Pídeles un momento de su tiempo cuando no estén demasiado ocupados y cuando parezcan tener tiempo libre.
    • Puedes decirles “Mamá, papá, ¿tienen un minuto para hablar?”.[2]
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    Piensa en buenos motivos para hacer la fiesta. Es probable que no te dejen hacerla sin motivo alguno, pero sí podrían dejarte si les das una buena razón. Quizá quieras que la fiesta sea por tu cumpleaños y no hayas tenido una fiesta de cumpleaños en un buen tiempo. El motivo podría ser para que tengas una relación más cercana con tus amigos nuevos o para salir del cascarón.[3]
    • Por ejemplo, puedes decirles “He hecho nuevos amigos este año en la escuela y pienso que tener una fiesta de Halloween nos ayudaría a profundizar la amistad. ¿Creen que podría hacer una fiesta de Halloween, por favor?”.
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    Mantén la calma y sé educado. Cuando les preguntes, mantén la calma. No llores, no te quejes ni des alaridos. Mantén un tono calmado y compórtate con buena educación. Es mucho más difícil negarse a alguien respetuoso y amigable que a alguien que pide algo con alaridos y llantos.[4]
    • Puedes decirles “¿Es posible de que por favor me dejen tener una fiesta de cumpleaños este año? Hace tanto que no tengo una. Realmente se los agradecería”.
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    Ofrécete a ayudar con los costos. Cuando les preguntes a tus padres, ofrécete a pagar parte de los costos. Quizá quieran que hagas una fiesta, pero no tengan el dinero suficiente. Menciona los costos generales que has calculado y ofrécete a pagar una parte. Tal vez valoren el hecho de que eres consciente de que las fiestas cuestan dinero y no te hagan pagar nada.
    • Puedes decirles “He calculado los costos y creo que la fiesta saldría unos 50 dólares. Si les doy los 25 dólares que he ganado por cuidar niños, ¿podrían pagar el resto para que pueda tener mi fiesta?”.[5]

Parte 3
Parte 3 de 3:
Tener una fiesta aprobada por tus padres

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    Invita a tus padres a supervisar. Si a tus padres les preocupa el hecho de que tengas una fiesta, invítalos a estar presentes. De seguro se sentirán mucho más cómodos con una fiesta en la que pueden estar y supervisar.
    • Si tienes la edad en la que el alcohol y las drogas son una preocupación, diles que te asegurarás de decirles a tus amigos que no habrá drogas ni alcohol en la fiesta.
    • Puedes decirles “Ustedes pueden supervisar la fiesta para que se sientan más tranquilos y para asegurarse de que todos están bien”.
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    Permíteles participar en la planificación. Dejarlos participar en la planificación de la fiesta hará que se sientan más tranquilos con ella. Deja que ayuden a planificar lo de la comida y la decoración para que sepan lo que habrá en la fiesta.
    • Permíteles ayudarte a decidir dónde será la fiesta.
    • Ve a comprar con ellos la comida y los adornos.
    • Deja que te ayuden a hacer las invitaciones o el evento de Facebook para la fiesta.
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    Habla acerca de la lista de invitados con ellos. Diles a quiénes y a cuántos quieres invitar. Si les incomoda la lista de invitados, haz lo posible por llegar a un acuerdo. Si quieres que la fiesta sea mixta, pero no te lo permiten, puedes tratar de convencerlos de lo contrario.
    • Por ejemplo, puedes decirles “Tengo amigos y amigas. Quisiera también invitar a mis amigos hombres para que pueda pasar un buen momento con todos mis amigos en mi cumpleaños”.
    • Ofrécete a presentarles a los invitados antes para que se sientan más tranquilos.
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    Haz la limpieza después de la fiesta. Cuando la fiesta termine, asegúrate de hacer la limpieza. Si dejas todo un desastre, es probable que tus padres no te vuelvan a dejar hacer otra. Asegúrate de que tu casa esté impecable después de la fiesta al punto de que parezca que nada pasó.
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    Conversa y agradéceles a tus padres después de la fiesta. Cuando la fiesta termine, agradéceles por darte permiso de hacerla. Asume la responsabilidad de lo que haya salido mal y diles que no volverá a suceder. Así sabrán que tienes la intención de que cualquier fiesta futura esté dentro de sus expectativas.
    • Por ejemplo, “Muchas gracias por dejarme hacer esta fiesta. Mil disculpas por la mancha de gaseosa en la alfombra que hizo Sandra. La próxima vez me aseguraré de que todos sean más cuidadosos”.

Consejos

  • Si no puedes convencerlos de la fiesta, acéptalo y vuélvelo a intentar una próxima oportunidad.
  • Es probable que no te dejen hacer una fiesta grande o una con alcohol.
  • Respeta sus deseos en cuanto a la fiesta, porque después de todo, es su casa.
  • Durante la fiesta, asegúrate de que los invitados se porten bien y no sean demasiado bulliciosos.
  • Invita solo a amigos de confianza.

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Categorías: Tú y tus padres