Antes de empezar a coser un agujero, considera su tamaño y qué tan disparejos están los bordes en el área rasgada, así como el tipo de tela. Una costura descosida angosta es mucho más fácil de arreglar que un agujero grande en la tela. Si se trata de una abertura en una costura, de seguro podrás volver a coserla con un hilo resistente. Por otro lado, si falta parte de la tela, puedes reforzar el agujero con hilo o coser un parche para cubrirlo.[1]

Método 1
Método 1 de 4:
Elegir la aguja y el hilo

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    Consigue un carrete de hilo y una aguja. De ser posible, utiliza un hilo del mismo color que la tela. Pero si las puntadas no van a quedar visibles desde el exterior de la prenda, entonces el color del hilo no es importante. Por otro lado, quizá prefieras un hilo de un color vivo que combine o haga contraste con la tela.
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    Elige la aguja adecuada para el tipo de tela. Si la tela es gruesa y dura (como la mezclilla, el cuero y otras telas con varias capas), utiliza una aguja gruesa de punta afilada a fin de poder perforarla sin hacer demasiado esfuerzo. Si la tela es suave o delgada, puedes usar cualquier tipo de aguja, aunque quizá sea mejor usar una más delicada.[2]
    • En caso de trabajar con algodón, nailon, seda, yute, tela mixta y otros tipos de tela delgados y suaves es mejor utilizar una aguja delgada. Esta puede medir de 2,5 a 5 cm (1 a 2 pulgadas) de largo, o quizá un poco más si fuera necesario. Si utilizas una aguja más gruesa, de aproximadamente 1 mm de grosor, es posible que deje agujeros visibles en la tela. Por último, puedes usar un dedal para evitar hincarte mientras coses.
    • Elige una aguja más gruesa para evitar romperla. Si te duelen los dedos, utiliza una tabla sólida para empujar la aguja a través de la tela. Ten en cuenta que, para coser algunas telas gruesas, como la mezclilla, es necesario empujar la aguja contra una superficie dura.
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    Asegúrate de tener suficiente hilo. Si no estás seguro de la cantidad, intenta extender el hilo sobre el área rasgada para tener una referencia. Luego, toma aproximadamente 25 cm (10 pulgadas) más de lo que creas que necesitarás. Considera que utilizarás bastante hilo al mover la aguja hacia adelante y atrás de la tela. Asimismo, necesitarás una cantidad de hilo mayor que el largo de la aguja para crear el nudo final. Recuerda que mientras más gruesa sea la tela, más hilo necesitarás. Si midiera más de 5 mm de espesor, puedes duplicar el largo del hilo que crees que necesitarás.
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    Enhebra la aguja. Asegúrate de que el extremo del hilo quede en punta, no abierto. Si la punta está deshilachada, humedécela y ruédala entre las yemas de tus dedos de modo que pueda pasar fácilmente por el ojo de la aguja.[3] Si tienes problemas, utiliza un enhebrador de agujas.[4]
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    Ata un nudo con el hilo. Sujeta ambos extremos del hilo. Crea un nudo pequeño para evitar que el extremo de atrás (el que no pasaste por el ojo de la aguja) se deslice a través de la tela junto con la aguja.
    • Si planeas coser una prenda tejida, tendrás que esforzarte más. Las prendas tejidas o de lana tienen espacios mucho más grandes que otras telas. En este caso, para empezar, tendrías hacer un nudo con la aguja enhebrada de tal manera que el hilo tenga algo que lo sujete en su lugar.

Método 2
Método 2 de 4:
Arreglar una costura descosida

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    Identifica una costura descosida. A comparación de un agujero grande, una abertura en una costura es bastante fácil de arreglar. Se entiende por costura descosida a un lugar donde se unen dos piezas de tela mediante puntadas donde falta parte del hilo o está roto y la unión tiene una abertura, lo que crea una especie de “agujero”. En la mayoría de los casos, simplemente puedes volver a coser la costura.[5]
    • Podría encontrarse dentro de un bolsillo, lo que causaría que tus monedas se caigan. También podría ser la costura de una manga, en cuyo caso es posible que tu codo sobresalga de la tela.
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    Dale la vuelta a la prenda. Hazlo de tal manera que las costuras queden a la vista. Quizá prefieras planchar la prenda con cuidado, a la temperatura más apropiada según la tela, y luego volver a unir las piezas de la costura.
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    Cose a lo largo de la costura. Puedes hacerlo a mano (con aguja e hilo) o a máquina, siguiendo la costura original y reforzándola con puntadas pequeñas y finas. Repasa el área intacta de la costura original y asegúrate de atar bien el nudo. Con cuidado, recorta cualquier exceso de hilo para terminar el trabajo.
    • A veces, el problema es una costura externa en lugar de una interna, como en el caso de un aplique o bolsillo de parche. En esta situación, es necesario conseguir el mismo hilo que el de la costura original, ya que este quedará muy a la vista. Asimismo, es buena idea tratar de replicar la longitud de las puntadas al coser.

Método 3
Método 3 de 4:
Reforzar un agujero

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    Mide el agujero. Si el agujero es demasiado grande, necesitarás un retazo de tela. Si los bolsillos también se rasgaron, deberás coserlos. Ten en cuenta que el parche debe ser del mismo color que la tela y que debe tener el tamaño suficiente para cubrir el agujero.
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    Evalúa la parte faltante de la tela. El tipo de agujero más difícil de coser es aquel donde falta parte de la tela, como en el caso de un agujero producido por el desgaste en las rodillas del pantalón o los codos de una chaqueta. No intentes coser un agujero sin añadir otro pedazo de tela. De lo contrario, la tela quedará arrugada y deformará el resto de la prenda, creando un bulto desordenado.[6]
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    Usa un parche para reforzar la tela. Si el agujero está muy cerca de una costura o en el centro de la prenda (no necesariamente cerca de una costura), tendrás que reforzar el área. Corta un pedazo pequeño de tela del mismo peso y color que la prenda. Coloca este parche sobre el agujero, con el derecho hacia arriba. Luego, junta los bordes del agujero tanto como puedas sin arrugar el material. Utiliza la puntada zigzag de la máquina y cose los contornos del agujero, asegurándote de sujetar tanta tela como sea posible (tanto del parche como de la prenda) a fin de que el parche quede bien sujeto.
    • Si bien esta solución no necesariamente será agradable a la vista, de todos modos, cumplirá su propósito. Si la prenda es casual, puedes comprar un poco de tela de un color o estampado que haga contraste y coser varios parches en distintos lugares de manera que el parche real se vea como un elemento decorativo. En este caso, el parche debe pegarse por la parte externa de la prenda o puedes utilizar apliques de la misma forma para darle un toque de diseñador.
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    Refuerza los extremos desgastados. Deja aproximadamente 2,5 cm (1 pulgada) de espacio entre el borde rasgado y la costura. Esto es bastante importante, sobre todo si una costura se ha aflojado o rasgado. Al coser un poco alejado del borde, le darás más soporte a la tela y evitarás que se siga rasgando. Inserta la aguja en la tela y con cuidado pasa el hilo a través del material. Para ser más consistente, intenta mantener una distancia de alrededor de 2 mm entre cada puntada.
    • Si el agujero está bastante deshilachado, intenta reforzarlo con un líquido sellador de costuras antes de empezar a coser. Esto puede ayudarte a darle un mejor soporte a la costura.
    • Si la tela queda muy ceñida, es posible que, al volver a ponerte la prenda, esta se rasgue más con la costura. En este caso, es mejor añadir otra capa de tela debajo del agujero y luego coserla para que quede más resistente. Si tienes un botón que combine con la tela, también puedes añadirlo en el área. Considera zurcir el agujero de tal manera que el espacio quede cubierto por distintos hilos entrelazados.
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    Regresa al lugar de la primera puntada. Continúa cosiendo hasta que no quede algún espacio sin coser.
    • Si la tela está muy deshilachada, quizá sea necesario hacer una puntada de remalle (overlock). Sujeta la tela y cósela de tal manera que el borde deshilachado quede doblado hacia adentro. Dobla la tela una o dos veces y luego “cierra” dicho doblez para evitar que se vuelva a rasgar.
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    Termina el trabajo. Estira y aplana la tela. Ten cuidado de que el hilo no se enrede mientras coses el agujero. Presiona el área cosida con tus dedos. Luego recorre toda la costura para deshacerte de las burbujas de aire u otras irregularidades de la tela. Para completar el trabajo, haz un nudo y corta lo que sobra del hilo.

Método 4
Método 4 de 4:
Parchar un agujero

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    Para telas más gruesas, intenta utilizar un parche que se aplique con el calor de la plancha. Puedes simplemente colocar el parche sobre el agujero y luego plancharlo con suficiente calor como para que se pegue a la tela. Asegúrate de reforzar este tipo de parche con unas puntadas a lo largo de todo el borde. Asimismo, recorta las esquinas cuadradas para hacerlas más redondeadas antes de pegarlo a la prenda. Estos dos pasos, la costura y el recorte de las esquinas, ayudarán a incrementar la duración y resistencia del parche.[7]
    • Este tipo de parches que se aplican con el calor de la plancha son más adecuados para las telas más gruesas, como la mezclilla y la lona. Por otro lado, podrían cambiar la forma de una tela más delgada.
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    Haz que el parche no sea muy llamativo. Si el agujero está en una parte muy visible de la prenda, prepara un parche con la misma tela para colocarlo por dentro. Si no es posible, compra una tela de un color tan similar al de la prenda como sea posible y con las mismas propiedades.[8]
    • Otra opción sería elegir un parche que sea llamativo. A algunos les gusta el estilo de llevar prendas con parches.
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    Si tienes una tela más delgada, cose el parche a mano. Primero, recorta los hilos deshilachados y trata los agujeros de la tela con un sellador de costuras. Crea dos parches: uno con cualquier tela para colocar debajo y uno del mismo color o de la misma tela para colocar encima.[9] Trata los bordes del parche de abajo con un sellador de costuras. Luego, dobla un poco de la tela de los bordes del parche de arriba y plánchalo para fijar los dobleces.
    • Usa la opción para bordado libre de tu máquina de coser. Coloca el primer parche debajo del agujero y haz las puntadas muy cerca una de la otra para atrapar todos los bordes del agujero en el parche.
    • Cose el parche de abajo. Cose de arriba hacia abajo, de lado a lado, para crear una especie de “red” que atraviese todo el agujero o rasgadura. Cose puntadas rectas alrededor de los bordes del parche de abajo para reforzar todo el agujero.
    • Cubre la tela con el parche de arriba. Coloca el borde doblado hacia abajo, hacia la tela, de tal manera que cubra por completo la costura de la máquina. Con un hilo del mismo color, crea otra costura a mano sobre la prenda (como si fuera un aplique). Pasa el hilo varias veces para volverlo más resistente. Si prefieres una apariencia más “rústica”, también puedes coser todo el borde con punto festón.

Consejos

  • Dale la vuelta a la tela para ocultar las costuras. De esta manera, las puntadas solo se verán por dentro.
  • No utilices una aguja oxidada.
  • Utiliza un descosedor para quitar puntadas no deseadas de cualquier tipo de tela.
  • Guarda la aguja en un paquete, caja o ensartada de forma horizontal en un pedazo de papel. Si sueles perder o extraviar las agujas con frecuencia, intenta conservarlas con un poco de hilo de tal manera que puedas ubicarlas más fácilmente si se caen.
  • Sé persistente. Quizá te estreses en el primer intento, pero la costura va mejorando con la práctica.
  • Utiliza un hilo de un color que coincida con el de la tela. Por lo general, esto ayuda a que la costura no llame tanto la atención.
  • Si vas a coser una tela que se deshilacha con facilidad, cubre los bordes de todo el agujero con un poco de líquido sellador de costuras. Recorta los hilos que sobren una vez que el producto se seque. Puedes conseguirlo en la mayoría de las tiendas de tela y manualidades. Ten en cuenta que puede ser una herramienta útil para añadir a tus materiales de costura.
  • Si la aguja se rompe, envuélvela en papel y deshazte de ella. No es necesario quitar la costura creada hasta ese momento. La aguja que tiene el hilo aún está conectada a la tela. Por lo tanto, acomoda el hilo y ata un nudo en el último punto que cosiste. Luego, corta el hilo y retira la aguja rota de la tela. Finalmente, continúa tu proyecto con una nueva aguja.[10]

Cosas que necesitarás

  • tijera
  • aguja
  • hilo
  • descosedor (opcional)
  • dedal para evitar hincarte los dedos repetidamente (opcional)

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Categorías: Habilidades para coser
Resumen del artículoX

Para coser un agujero, primero debes enhebrar una aguja con hilo del mismo color que la tela que planeas coser. Dale la vuelta a la tela para coser en el revés. Luego, inserta la aguja en la tela y vuelve a sacarla justo debajo del agujero. Jala el hilo hasta el nudo, y luego vuelve a entrar y salir del mismo lugar con la aguja unas cuantas veces más para crear un nudo seguro en la tela. Luego, mete la aguja en un lado del agujero y sácala por el otro, jalando el hilo con fuerza. Vuelve a meterla en el mismo lado, ligeramente por encima de donde pasaste antes, y sácala por el otro lado. Repite este procedimiento a lo largo del agujero. Cuando llegues al final del agujero opuesto de donde comenzaste, debes entrar y salir de la tela en el mismo lugar varias veces como lo hiciste anteriormente para crear otro nudo seguro. Por último, corta el exceso de hilo en cada extremo. Continúa leyendo para que aprendas a arreglar un agujero con un parche termoadhesivo.