Es muy probable que tengas que interactuar en diversos ámbitos a lo largo de tu vida. Ya sea que pases una entrevista de trabajo, empieces una nueva relación o te comuniques como parte de un equipo, las habilidades interpersonales son importantes para comunicarnos mejor con los demás. De seguro ya has notado que gran parte del éxito depende de las habilidades comunicativas y que algunas formas de interacción son más efectivas que otras. Para mejorar tus habilidades interpersonales, trabaja en tu comunicación no verbal, tu manera de interactuar y de manejar tu imagen.[1]

Parte 1
Parte 1 de 3:
Mejorar la comunicación no verbal

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    Aprende en qué consiste la comunicación no verbal. La comunicación no verbal comprende: las expresiones faciales, el uso del tacto y la voz (no las palabras que hablas, sino cómo suenan).[2] Las señales visuales son más importantes de interpretar y transmitir que las señales auditivas. Con las señales visuales, las personas tienen más probabilidades de interpretar con éxito las expresiones faciales en comparación con el lenguaje corporal.[3]
    • Por ejemplo, si quieres mostrar que estás feliz, es más efectivo manifestar expresiones faciales (como sonreír) que aumentar tu velocidad para hablar o mostrar un lenguaje corporal feliz. Hay ocasiones en que es ventajoso esconder las emociones que puedes sentir en esos momentos (como cuando tienes miedo) y no deseas mostrar.
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    Entiende la importancia de la comunicación no verbal. Se estima que la comunicación no verbal constituye hasta un 60 % de la comunicación interpersonal.[4] Para comunicarte de manera no verbal con efectividad, es necesario expresar tus emociones de maneras que los demás las reciban y entiendan de forma adecuada.
    • Empieza pensando en las señales no verbales que envías cuando te comunicas. También piensa en las señales no verbales que recibes de otros.
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    Aprende el lenguaje corporal cómodo. Por lo general, en la cultura occidental si quieres transmitir una relación cálida con alguien, enfócate en la siguiente conducta: inclínate hacia delante y dirige tu rostro y cuerpo justo hacia la otra persona. Usa gestos y varía tu tono de voz, ritmo y volumen. Escucha activamente asintiendo con la cabeza, sonriendo y no interrumpiendo. Relájate, pero no demasiado.
    • En otras palabras, no dejes caer tus hombros, pero evita poner rígidos tus músculos. Si notas que te concentras demasiado en tu lenguaje corporal, dirige tu atención a lo que la otra persona está diciendo.
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    Reconoce las normas culturales. Aunque el lenguaje corporal amigable podría funcionar en algunas culturas, en otras no. Las buenas habilidades de comunicación no verbal provienen de conocer las reglas culturales que se relacionan con las expresiones emocionales. Por ejemplo, en la cultura finlandesa, establecer contacto visual se considera como un señal de ser abordable, mientras que en la cultura japonesa, el contacto visual es un signo de enojo.[5]
    • Desde una perspectiva global, si eres originario de una cultura en particular, muchas de las normas no verbales serán instintivas. Si te comunicas en una cultura que no es la tuya, mira atentamente a los demás para notar la conducta no verbal típica de dicha cultura.
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    Entiende cómo las diferencias de género influyen en la comunicación no verbal. Es útil entender las diferencias de género al momento de enviar e interpretar mensajes no verbales.[6] Los hombres y las mujeres se expresan no verbalmente de distintas maneras. Por lo general, las mujeres son más propensas que los hombres a usar el contacto visual y a sonreír. También son propensas a recibir y dar más contacto físico.[7]
    • Las mujeres también tienden a interrumpir menos que los hombres y a escuchar más que ellos. Además, son mejores para interpretar adecuadamente las expresiones faciales que los hombres.[8]
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    Regula tus señales emocionales. Esta es una parte importante de la comunicación efectiva. Cuando te sientes agobiado por tus emociones, necesitas respirar profundo y buscar una sensación de calma. Date cuenta de las señales tensas que estás enviando y relájalas: suelta los puños, no aprietes los dientes y libera cualquier otra tensión muscular.
    • En un estudio realizado a los ejecutivos de Fortune 500 (ejecutivos de las quinientas empresas más grandes de Estados Unidos), aquellos que fueron capaces de regular y expresar adecuadamente sus emociones (como resistir al impulso de llorar al momento de recibir críticas) eran más propensos a ganarse la confianza de los demás.[9]

Parte 2
Parte 2 de 3:
Mejorar las interacciones

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    Fíjate metas. ¿Obtienes los resultados deseados cuando hablas con los demás? Tómate tu tiempo para pensar en una interacción reciente que hayas tenido. ¿Obtuviste lo que querías de la conversación (por ejemplo, fuiste persuasivo)? ¿Sentiste que la otra persona realmente te entendió? Si la respuesta es no, piensa en las estrategias que utilizas para conseguir los resultados que deseas.[10] Estas son varias estrategias efectivas:
    • Sé persuasivo: apela al lado lógico de la otra persona. Por ejemplo, si quieres que tu compañero de piso saque la basura, explícale que ambos quieren tener la misma cantidad de quehaceres domésticos y que tú sacaste la basura la última vez. Por lo tanto, es su turno de hacerlo.
    • Usa un lenguaje corporal amigable: si te dan una respuesta fría a una petición, primero trata de desarrollar una relación cálida a través del lenguaje corporal: inclínate hacia adelante mientras hablas con la otra persona y comprométete en la escucha activa.
    • Escucha: no monopolices la conversación. En vez de ello, monitorea tu manera de responder y escuchar a tu compañero de conversación. Permite el silencio y da señales de que estás escuchando. Por ejemplo, usa expresiones como “continúa”, “ajá” y “¿de verdad?”.
    • Sé estratégicamente asertivo: usa mensajes en primera persona como “Me siento abrumado”.[11] Ten cuidado con usarlos demasiado o con hacer declaraciones agresivas con mensajes en segunda persona como “Tú me haces enojar”.[12]
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    Usa la comunicación eficiente. Usa una petición directa y sencilla para conseguir lo que quieres, en vez de mensajes complejos e indirectos.[13] Cuando sea posible, planea y practica lo que vas a decir de modo que puedas transmitir tu mensaje con relativa rapidez y facilidad. La comunicación eficiente no solo ayuda a otros a entenderte, sino también te permite emitir más mensajes en el mismo periodo de tiempo.[14]
    • Por ejemplo, podrías pedirle a tu jefe más responsabilidades en tu trabajo. En vez de decir “Si cree que es una buena idea, he estado pensando en cómo me gustaría tener la oportunidad de tal vez hacerme cargo de más responsabilidades y tareas dentro de nuestro lugar de trabajo”, mejor di “Espero asumir más responsabilidades según usted estime conveniente”.
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    Concédeles a los demás la oportunidad de hablar. Las personas esperan poder contribuir a una conversación de forma equitativa.[15] Dejar hablar a la otra persona significa que debes tratar de sentirte cómodo con el silencio, pero no por más de unos segundos.[16] El altercentrismo o enfoque en la otra persona en la conversación, hace que un comunicador parezca más competente.[17]
    • Por ejemplo, presta atención a cuánto hablas en una conversación. ¿Tu historia dura mucho tiempo? Resume tu historia y haz una pausa para indicar que es el turno de la otra persona de participar en la conversación.
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    Conoce lo que constituye una buena conversación. Generalmente, hay cinco principios que muestran una comunicación efectiva: informatividad, relevancia, veracidad, cortesía y modestia.[18] Las personas en general suponen que cuando hablas, tu discurso:
    • Aportará información que otros no conocían.
    • Será relevante y de interés para todos los involucrados.
    • Será verdadero (a menos que utilices el sarcasmo y la ironía).
    • Seguirá las expectativas sociales respecto a ser educado (por ejemplo, decir “por favor” y “gracias”).
    • Evitará la jactancia o el egocentrismo.

Parte 3
Parte 3 de 3:
Manejar las impresiones que las personas tienen de ti

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    Busca puntos en común con tu compañero de conversación. Esto puede ayudarles a ambos a lograr sus metas.[19] Busca cualidades que compartan y básate en conocimientos comunes. Por ejemplo, si no están de acuerdo sobre el restaurante al que irán a cenar, pero ambos concuerdan en que tienen hambre, recurre al hambre mutua para llegar a una decisión.
    • Si notas que a tu compañero de conversación le cuesta ver o aceptar los puntos en común entre ambos, haz una pausa en la comunicación y retómala más adelante. Por ejemplo, puedes decir “Ambos tenemos mucha hambre en este momento, así que por qué no elijo el restaurante esta vez y tú puedes elegir la próxima vez”.
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    No asumas cosas. Es mejor ser totalmente directo y claro al momento de comunicarte con los demás.[20] Si asumes cosas, terminarás malinterpretando el mensaje y provocarás tensión en tus relaciones.[21] Por ejemplo, imagina que hablas con alguien que se ve de edad avanzada y te pide que repitas algo que le dijiste. No asumas que no puede oírte porque es mayor y no hables más fuerte para que te oiga.
    • Si el contexto es confuso, trata de averiguar la petición de tu compañero de conversación antes de seguir hablando. Podrías decir “Lo siento, ¿hablé muy bajo?”.
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    No fuerces una conversación. A nadie le gusta sentirse como si no tuvieran alternativa. Si sientes que te estás “imponiendo” en la conversación o tratando de hacer que la otra persona haga lo que quieres a través de la fuerza, replantea tu estrategia. Trata de alcanzar tus metas usando la persuasión y la comunicación directa. Este método garantizará que tus relaciones a largo plazo permanezcan intactas y serán más exitosas en general.
    • Por ejemplo, imagina que quieres ir de viaje con un amigo. Si a tu amigo le surge una emergencia con su mascota el día del viaje y no puede ir. En vez de hacerle sentir culpable por perderse el viaje, muéstrale tu desilusión y ofrécete a ayudarle de alguna manera. Explícale que entiendes la posición en la que se encuentra.

Consejos

  • No todas las oraciones en primera persona son bien recibidas por un compañero de conversación. Los estudios han demostrado que los mensajes en primera persona pueden considerarse hostiles cuando se combinan con mensajes de enojo, como “Estoy enojado”.[22]
  • Podrías tratar de expresar angustia en vez de enojo con las oraciones en primera persona, como “Me siento frustrado” o “Me siento afligido”, ya que dichas oraciones son más efectivas para lograr que los demás cooperen.[23]

Referencias

  1. Greene, J. O., & Burleson, B. R. (Eds.). (2003). Handbook of communication and social interaction skills. Psychology Press.
  2. Greene, J. O., & Burleson, B. R. (Eds.). (2003). Handbook of communication and social interaction skills. Psychology Press.
  3. Ekman, P., & Friesen, W. V. (1969). Nonverbal leakage and clues to deception. Psychiatry, 32(1), 88-106.
  4. Greene, J. O., & Burleson, B. R. (Eds.). (2003). Handbook of communication and social interaction skills. Psychology Press.
  5. Akechi H, Senju A, Uibo H, Kikuchi Y, Hasegawa T, et al. (2013). Attention to Eye Contact in the West and East: Autonomic Responses and Evaluative Ratings. PLoS ONE 8(3): e59312.
  6. Greene, J. O., & Burleson, B. R. (Eds.). (2003). Handbook of communication and social interaction skills. Psychology Press.
  7. Hall, J. A., Carter, J. D., & Horgan, T. G. (2000). Gender differences in nonverbal communication of emotion. Gender and emotion: Social psychological perspectives, 97-117.
  8. Hall, J. A., Carter, J. D., & Horgan, T. G. (2000). Gender differences in nonverbal communication of emotion. Gender and emotion: Social psychological perspectives, 97-117.
  9. Goleman, D. (1998). Working with emotional intelligence. Bantam.
  1. Berger, C. R. (1997). Planning strategic interaction. Lawrence Erlbaum Associates.
  2. Kubany, E. S., Bauer, G. B., Muraoka, M. Y., Richard, D. C., & Read, P. (1995). Impact of labeled anger and blame in intimate relationships. Journal of social and clinical psychology, 14(1), 53-60.
  3. Kubany, E. S., Bauer, G. B., Muraoka, M. Y., Richard, D. C., & Read, P. (1995). Impact of labeled anger and blame in intimate relationships. Journal of social and clinical psychology, 14(1), 53-60.
  4. Berger, C. R. (1997). Planning strategic interaction. Lawrence Erlbaum Associates.
  5. Greene, J. O., & Burleson, B. R. (Eds.). (2003). Handbook of communication and social interaction skills. Psychology Press.
  6. Greene, J. O., & Burleson, B. R. (Eds.). (2003). Handbook of communication and social interaction skills. Psychology Press.
  7. Greene, J. O., & Burleson, B. R. (Eds.). (2003). Handbook of communication and social interaction skills. Psychology Press.
  8. Rubin, R. B., & Martin, M. M. (1994). Development of a measure of interpersonal communication competence. Communication Research Reports, 11(1), 33-44.Rubin, R. B., & Martin, M. M. (1994). Development of a measure of interpersonal communication competence. Communication Research Reports, 11(1), 33-44.
  9. Grice, H. P., Cole, P., & Morgan, J. L. (1975). Syntax and semantics. Logic and conversation, 3, 41-58.
  10. Clark, H. H. (1994). Discourse in production.
  11. Greene, J. O., & Burleson, B. R. (Eds.). (2003). Handbook of communication and social interaction skills. Psychology Press.
  12. Berger, C. R. (1997). Planning strategic interaction. Lawrence Erlbaum Associates.
  13. Kubany, E. S., Bauer, G. B., Muraoka, M. Y., Richard, D. C., & Read, P. (1995). Impact of labeled anger and blame in intimate relationships. Journal of social and clinical psychology, 14(1), 53-60.
  14. Kubany, E. S., Bauer, G. B., Muraoka, M. Y., Richard, D. C., & Read, P. (1995). Impact of labeled anger and blame in intimate relationships. Journal of social and clinical psychology, 14(1), 53-60.

Acerca de este wikiHow

Devin Jones
Coescrito por:
Caoch laboral y de claridad
Este artículo fue coescrito por Devin Jones. Devin Jones es la creadora de "The Soul Career", una incubadora de carreras en línea para mujeres. Obtuvo su certificación en la evaluación CliftonStrenghts y trabaja con mujeres para aclarar su propósito y crear carreras significativas. Devin recibió su licenciatura en artes en la Universidad de Stanford en 2013. Este artículo ha sido visto 31 318 veces.
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