Todos los amantes de los perros aprenden a aceptar que sus amigos caninos a veces llegan a apestar. Sin embargo, ¿qué sucede si el perro emana un olor a pescado realmente desagradable? Por lo general, se debe a la inflamación de los sacos anales, por lo que en este artículo se presta especial atención a dicho problema. Pero también se explica cómo identificar y tratar otras enfermedades, así como deshacerse del olor a pescado que queda en el animal y la casa.

Question 1
Question 1 de 3:
Identifica la causa del olor

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    Revisa si los sacos anales están inflamados. Los sacos anales liberan un marcador de olor líquido cada vez que el perro defeca. (¡Esta es la razón por la que los perros olfatean el trasero y las heces de otros perros!) Este marcador siempre presenta un ligero olor a pescado, pero algunos indicios de que debes tener cuidado si detectas un olor realmente fuerte a pescado son los siguientes:[1]
    • Se arrastra, se lame y muestra otros indicios de incomodidad. Si el perro mueve el trasero por el suelo o se lame y muerde el ano en exceso, es probable que tenga los sacos anales inflamados.
    • Presenta inflamación evidente a la derecha e izquierda de la abertura anal. Los perros presentan 2 sacos, uno a cada lado de la abertura anal. Si detectas protuberancias hinchadas justo a la izquierda y a la derecha de la abertura, debes asumir que el perro tiene los sacos anales inflamados.
    • Presenta evidencia de problemas menos comunes, pero más graves. Si ves que sale sangre o pus de cualquiera de los sacos anales, o lucen rojos y se sienten notablemente calientes al tacto, es probable que los sacos estén infectados. Si alguno de los sacos anales está inflamado y se siente extremadamente duro al tacto (en lugar de estar todavía un poco blando), es probable que el perro tenga un tumor. En cualquier caso, debes llevarlo al veterinario lo antes posible.
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    Evalúa una infección en el tracto urinario (ITU). Esta es una gran posibilidad si la orina también tiene olor a pescado. Sin embargo, debes sospechar de una UTI si el olor de la orina ha cambiado de manera significativa o se ha vuelto especialmente intensa (incluso si no tiene olor a pescado). Ponte en contacto con el veterinario si sospechas de una ITU.[2]
    • A veces, las infecciones a la vejiga y los cálculos renales también pueden producir un olor a pescado en la orina.
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    Verifica si presenta piometra. Esta es una infección del útero que se presenta en perras que no han sido esterilizadas. Junto con el olor a pescado, debes prestar atención a síntomas como flujo vaginal, micción frecuente, fatiga, hinchazón abdominal y falta de apetito.[3]
    • Ponte en contacto con el veterinario de inmediato si sospechas de una piometra.
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    Evalúa si padece de enfermedad periodontal. Una infección de las encías puede darle a tu perro un aliento con olor a pescado. Mejorar el cuidado dental (como cepillarle los dientes) no resolverá el problema por sí solo, así que comunícate con el veterinario para que recibas un diagnóstico y un plan de tratamiento adecuados.[4]
    • Aunque es menos común, el aliento con olor a pescado también puede ser indicio de enfermedad renal, problemas digestivos o diabetes. ¡Así que no ignores el aliento apestoso de tu mascota!

Question 2
Question 2 de 3:
Maneja los sacos anales inflamados

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    Comunícate con el veterinario si sospechas de algún tipo de problema en los sacos anales. Aunque es probable que estés lidiando con un problema menor (y maloliente) que puede remediarse con facilidad, existe la posibilidad de que se trate de algo más grave. A menos que el veterinario ya te haya dado instrucciones sobre qué buscar y qué hacer, debes comunicarte con él en lugar de probar cualquier tratamiento casero.[5]
    • Puede ser peligroso ignorar los sacos anales inflamados, pero tratarlos de forma incorrecta puede ser igual de peligroso para tu mascota.
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    Observa mientras el veterinario o peluquero canino “vacía” los sacos inflamados. Cuando contactes al veterinario y le expliques la situación, es probable que te pida que acudas a su consultorio o que te envíe a un peluquero profesional para que “vacíe” los sacos anales (es decir, que los exprima suavemente). Con el conocimiento adecuado, vaciar los sacos anales puede ser un procedimiento rápido, sencillo e indoloro para el animal, ¡pero también es una tarea sucia y maloliente![6]
    • El líquido marcador de olor que se extrae por las glándulas anales se espesa dentro de los sacos anales inflamados, por lo que saldrá como una suciedad marrón, apestosa y pastosa cuando se expriman los sacos. Si sientes náuseas con facilidad y no planeas realizar esta tarea por tu cuenta, puedes permanecer cerca de la cabeza de tu mascota para mantenerla calmada.
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    Realiza el trabajo por tu cuenta solo con la aprobación y las instrucciones del veterinario. Por la seguridad del animal, no intentes exprimir los sacos anales sin recibir el entrenamiento adecuado. Si este representa un problema recurrente para el perro, el veterinario podría explicarte cuándo vaciar los sacos y mostrarte cómo hacerlo correctamente.[7]
    • Los perros pequeños son más propensos a presentar inflamación recurrente de los sacos anales. Si tienes un perro pequeño, el veterinario puede tratar de evitarte visitas frecuentes a su consultorio al mostrarte cómo vaciar los sacos por tu cuenta.
    • Una vez que sepas lo que estás haciendo, vaciar los sacos anales será una tarea sencilla para el cuidado de tu mascota. ¡Sin embargo, definitivamente está bien que dejes este trabajo sucio y apestoso en manos de un profesional![8]
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    Toma medidas saludables para prevenir problemas recurrentes con los sacos anales. Aunque algunos perros (en especial los de razas más pequeñas) simplemente tienen más probabilidades de presentar problemas en los sacos anales, mantener a tu mascota saludable definitivamente reduce las probabilidades de que presente este problema. No importa el tamaño del perro o su historial de problemas con los sacos anales, siempre debes tomar medidas preventivas como las siguientes:[9]
    • Aliméntalo con una dieta alta en fibra para eliminar las heces voluminosas y completamente formadas.
    • Mantenlo hidratado para que sus heces no se vuelvan duras como rocas.
    • Ejercítalo con regularidad para que mantenga un peso saludable.

Question 3
Question 3 de 3:
Combate los olores a pescado en el animal y la casa

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    Trata cualquier afección médica diagnosticada que provoque el olor.
    • Sacos anales inflamados. Consulta la sección correspondiente en este artículo.
    • Infección del tracto urinario (ITU). Después de los diagnósticos adecuados por parte de un veterinario, debes suministrarle a tu mascota un antibiótico y un analgésico según lo prescrito. Pregúntale al veterinario si los cambios en la dieta o los suplementos podrían ayudar a prevenir futuras infecciones urinarias.[10]
    • Piometra (infección uterina). El tratamiento más común es la ovariohisterectomía, que es la extirpación quirúrgica de los ovarios y el útero. Sin embargo, pueden haber otros tratamientos médicos disponibles, así que debes analizar tus opciones con el veterinario.[11]
    • Enfermedad periodontal (de las encías). Por lo general, el tratamiento implica una limpieza muy profunda de los dientes y las encías por parte del veterinario, seguido de instrucciones diarias de cuidado bucal y cambios en la dieta que puedes manejar en casa.[12]
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    Limpia el área alrededor del trasero del animal a diario. Humedece un paño suave con agua tibia y un jabón canino suave, o compra unas toallitas húmedas diseñadas para perros. Levanta la cola y limpia cualquier residuo de excremento que puedas detectar, junto con el residuo del marcador de olor a pescado que no puedes ver. Seca el trasero con un paño suave para evitar que la humedad quede atrapada debajo de la cola.[13]
    • Un perro saludable puede segregar un poco de líquido marcador de olor cada vez que defeca, y también podría hacerlo cuando está asustado.
    • Después de limpiar el área, considera la posibilidad de rociar una capa ligera de un producto formulado para evitar que la suciedad (y las heces) se adhieran al pelaje del animal.
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    Baña al perro una vez por semana. Los conceptos básicos para bañar a un perro son bastante sencillos: mojarlo desde el cuello hasta la cola con agua tibia y masajearlo con un champú canino (y no para personas). Enjuaga el champú con agua tibia. Luego, seca al perro y cepilla su pelaje. Lávale la cara por separado con una toallita suave y húmeda sin jabón ni champú.
    • Evita bañar al perro más de una vez a la semana, excepto si se trata de un baño de emergencia ocasional porque se ha ensuciado demasiado o huele mal y a menos que el veterinario lo apruebe. Si no presenta problemas de olores, un perro que permanece en interiores puede pasar hasta algunos meses sin bañarse.[14]
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    Lava la ropa de cama del perro que huela mal al menos una vez a la semana. Agrega 1 o 2 cucharadas grandes de bicarbonato de sodio a la lavadora. Luego, agrega la ropa de cama, las toallas y otros artículos aptos para lavar a máquina. Utiliza un detergente y un ciclo de lavado regular, y seca los artículos al aire si es posible. Si los artículos aún huelen a pescado, puedes probar con un detergente enzimático para lavadora junto con bicarbonato de sodio.[15]
    • Los limpiadores enzimáticos contienen bacterias útiles que liberan enzimas que descomponen las moléculas que causan el mal olor y que luego las bacterias pueden engullir.
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    Trata de utilizar bicarbonato de sodio o vinagre para combatir el olor a pescado en la casa. Para combatir los malos olores del perro en alfombras, tapetes y tapicería, debes esparcir una capa ligera de bicarbonato de sodio, dejar que se asiente durante 30 minutos y luego aspirarla. Otra alternativa puede ser mezclar 1 parte de vinagre de sidra de manzana y 3 partes de agua en una botella de aerosol. Rocía las áreas malolientes y luego seca la humedad de la superficie con un trapo limpio.
    • Para tratar superficies sólidas, debes rociar y limpiar la mezcla de vinagre de sidra como lo harías con cualquier otro aerosol de limpieza para el hogar.
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    Utiliza un limpiador enzimático para tratar el olor persistente en la casa. Al igual que los detergentes enzimáticos para la ropa, los eliminadores de olores a base de enzimas utilizan bacterias beneficiosas para descomponer y engullir las partículas que producen el mal olor. Los limpiadores enzimáticos son seguros para la mayoría de las superficies de la casa, pero siempre debes seguir las instrucciones del producto de tu elección.[16]
    • Puedes probar un limpiador enzimático de uso general o uno diseñado específicamente para combatir los malos olores de las mascotas (o incluso solo de los perros).

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Categorías: Higiene de perros