La psoriasis es una enfermedad cutánea crónica en la que la piel se irrita, se inflama y presenta costras con células cutáneas muertas. Entre otros síntomas tenemos a las manchas rojas o de color gris, la comezón y las uñas picadas. Además de identificar los síntomas visibles, también podrías consultar con un dermatólogo para que diagnostique tu psoriasis. Él podría realizar una biopsia y solicitar información sobre tu historial familiar a fin de realizar un diagnóstico exacto.

Método 1
Método 1 de 4:
Identificar los síntomas

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    Observa si hay manchas rojizas en el cuero cabelludo. Estas manchas pueden ser de un tamaño y una gravedad variados. Estas podrían ser muy visibles e inflamadas, podrían tener un color ligero y no lucir muy abultadas, o no lucir así en lo absoluto. Las manchas suelen extenderse más allá del borde de la línea del cabello y, por lo tanto, son muy fáciles de notar, sin importar lo inflamadas que estén.[1]
    • Si sufres de psoriasis, es probable que no se limite a tu cuero cabelludo. Presta atención para identificar manchas rojizas similares en otras partes del cuerpo.
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    Observa si la piel está reseca y escamosa. Si sufres de psoriasis del cuero cabelludo, podrías notar que del cuero cabelludo se desprende algo similar a la caspa. La caspa surge a causa del cuero cabelludo reseco y es diferente a la psoriasis en dicha área. No obstante, en ambas condiciones podrías encontrar pedazos blancos de piel resecos en la almohada luego de despertar, o en los hombros de tu camisa luego de pasar la mano por el cabello (en especial si tu camisa es de color negro u oscuro).[2]
    • Para hacer que estos pedazos de cuero cabelludo resecos sean menos visibles en la ropa (y así evitar la vergüenza), viste prendas de colores claros.[3]
    • Cepíllate y péinate el cabello de forma cuidadosa y con frecuencia, así limitarás la cantidad de piel escamosa que se desprenda de tu cuero cabelludo.
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    Observa si tienes un brillo plateado y la piel escamosa. Además de las manchas rojizas, también podrías encontrar manchas blancas o grises, las cuales suelen describirse como un “brillo plateado”. Estas manchas son más pequeñas, ásperas, gruesas y escamosas que las rojizas. Estas pueden ser sensibles y podrían sangrar si se presionan o se rascan.[4]
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    Presta atención a toda comezón o irritación. Si tu piel está áspera, irritada y escamosa, podrías sufrir de psoriasis. No obstante, a pesar de la necesidad abrumadora de rascarte el cuero cabelludo, no deberás hacerlo. La comezón solo agravará el dolor y el malestar relacionados con tu condición.[5]
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    Revisa tus uñas. Los pacientes con psoriasis de cualquier tipo tienen uñas picadas y decoloradas en las manos y los pies. Las partes blancas de tus uñas se volverán amarillas o de un tono marrón, o desarrollarán líneas blancas paralelas a la longitud de tus dedos. La uña podría volverse gruesa y áspera, o podría separarse del lecho ungueal.[6] [7]
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    Identifica la pérdida del cabello. La psoriasis no genera una pérdida del cabello de forma directa, pero la piel engrosada que surge por esta condición podría evitar el crecimiento normal del cabello. Si notas que tu cabello está adelgazando y esto va acompañado de otros síntomas de la psoriasis, es probable que la padezcas.[8] [9]
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Método 2
Método 2 de 4:
Obtener un diagnóstico médico

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    Acude a un dermatólogo. El dermatólogo es un doctor especializado en las enfermedades de la piel. Él podrá confirmar si sufres de psoriasis. Si presentas los síntomas de esta condición, comunícate con un dermatólogo en tu área. Si te encuentras en los EE. UU., busca dermatólogos cerca de ti usando la base de datos de la American Academy of Dermatology en el siguiente enlace: https://www.aad.org/find-a-derm/.[10]
    • Los eczemas, las infecciones por hongos superficiales y el vitíligo podrían confundirse con la psoriasis.
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    Sométete a una biopsia. Las biopsias pueden realizarse en los casos poco frecuentes en los que el dermatólogo no pueda determinar con facilidad si el paciente sufre de psoriasis del cuero cabelludo. Una biopsia consiste en un procedimiento común en el que el dermatólogo toma algunas células cutáneas y las examina con un microscopio para averiguar más sobre la condición.[11]
    • Tendrán que administrarte un anestésico local en el cuero cabelludo para entumecer el área. Cuando esté entumecida, el doctor rascará una capa delgada de piel del cuero cabelludo para retirarla y examinarla de forma más minuciosa.
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    Brinda información sobre tu historial familiar. Alrededor de 1/3 de los pacientes con psoriasis tienen un familiar que ha padecido esta condición. Si le brindas información al doctor sobre otros familiares que sufran de psoriasis, estará más preparado para realizar un diagnóstico exacto.[12]
    • Pregúntales a tus familiares cercanos si alguna vez han sufrido de psoriasis, así conseguirás la información necesaria.
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Método 3
Método 3 de 4:
Tratar la psoriasis con cambios en el estilo de vida

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    Toma una ducha a diario. Si mantienes tu piel limpia y clara, esto puede disminuir la gravedad de la psoriasis. No te frotes muy fuerte al lavarte el cuero cabelludo. Usa un champú suave sin aditivos, tintes o químicos. El doctor podría recomendarte un champú especializado.[13]
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    Cuida tus uñas. Si tu psoriasis del cuero cabelludo surge junto con una decoloración o deterioro de las uñas, ten mucho cuidado con su salud. Córtate las uñas con frecuencia. Si tienes un uñero, córtalo con cuidado. Usa guantes siempre que los necesites, así protegerás tus manos y sentirás menos timidez. Usa guantes desechables cuando uses productos de limpieza. Aplícate un humectante en las uñas y las cutículas, y no empujes ni rasques estas últimas.[14]
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    Presta atención a lo que comes. Algunas personas pueden controlar la psoriasis haciendo cambios en su dieta. El gluten (una proteína que se encuentra en el trigo, la cebada y el centeno) podría agravar la psoriasis. Podrías pedirle al doctor que te realice un examen de sensibilidad al gluten, o tan solo deja de consumir alimentos con esta proteína.[15]
    • Existe un gran mercado en crecimiento de alimentos sin gluten. Pídele al vendedor de abarrotes de tu localidad que te indique cuáles son los alimentos sin gluten en el mercado.
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Método 4
Método 4 de 4:
Emplear intervenciones médicas

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    Usa los medicamentos tópicos. Los medicamentos tópicos (en especial los corticosteroides) son los más comunes para tratar la psoriasis. Los corticosteroides son medicamentos que poseen un efecto antiinflamatorio e inmunosupresor, y se aplican con facilidad en la piel como un tipo de gel o loción. El dermatólogo te brindará un agente tópico adecuado, así como pautas para el uso teniendo en cuenta la gravedad de tu psoriasis.[16] [17]
    • Otros medicamentos antiinflamatorios tópicos comprenden al tazaroteno, el tacrolimus y el pimecrolimus tópicos.
    • Otros medicamentos tópicos incluyen a los champús y emolientes humectantes (un tipo de espumas y cremas humectantes).
    • Debes aplicarte los productos tópicos en el cuero cabelludo, no en el cabello. Tendrás que dividir tu cabello con cuidado (o hacer que un amigo te ayude) para que los productos tópicos lleguen a tu cuero cabelludo.[18]
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    Emplea la terapia de luz. Algunas personas con psoriasis notan que la exposición controlada a la luz ultravioleta es de utilidad para su condición. La terapia de luz (también denominada helioterapia cuando emplea una luz natural, o fototerapia si usa una luz artificial) emplea las propiedades curativas de la luz ultravioleta a fin de rejuvenecer la piel dañada. Podrías pasar de 20 a 30 minutos en la luz directa del sol, o acudir a una clínica para usar una unidad de fototerapia.[19]
    • El dermatólogo te recomendará la duración y la intensidad de la terapia de luz.
    • Antes de iniciar una terapia de luz con una exposición directa al sol, cúbrete el cuero cabelludo y todas las áreas descubiertas con un bloqueador solar que tenga un FPS mínimo de 30.
    • El cabello protege la piel del cuero cabelludo de la luz ultravioleta que este último necesita para curarse. El doctor o tú tendrán que peinar tu cabello o afeitarte la cabeza para dejar que la luz llegue al cuero cabelludo.[20]
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    Emplea el tratamiento láser. El tratamiento con láser de excímeros emplea un haz de luz ultravioleta concentrado que se dirige a las lesiones de la psoriasis. Este tratamiento láser puede bajar la inflamación, ralentizar el desarrollo de las células cutáneas y disminuir la cantidad de lesiones en el cuero cabelludo. Lo mejor de todo es que este no provoca dolor y es rápido; la mayoría de las sesiones toman menos de 30 minutos.[21]
    • Es probable que debas regresar para recibir estos tratamientos 2 o 3 veces a la semana.
    • Deberás notar que tus síntomas desaparecen luego de aproximadamente 6 semanas.
    • Consulta con el doctor si el tratamiento láser es adecuado para ti.
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    Consume medicamentos. Se suelen recetar medicamentos orales o inyectables para la psoriasis. Los que se recetan mayormente son el metotrexato, el adalimumab, el etanercept, el soriatane, y otros medicamentos antiinflamatorios. El doctor te brindará recomendaciones específicas para las dosis.[22]
    • Los medicamentos inyectables son la mejor opción si tu psoriasis es leve y está confinada a unas cuantas áreas.
    • El mejor tratamiento para la psoriasis moderada o grave son los medicamentos orales.
    • Siempre consume medicamentos según lo recetado.
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Consejos

  • Si tu psoriasis está confinada al cuero cabelludo, podrías tener que comprar una peluca para sentir una menor sensación de timidez, la cual podría surgir con tu condición.
  • No existe una cura para la psoriasis. El tratamiento solo será de utilidad para controlar tu condición, no para curarla.
  • Alrededor del 2 % de la población general sufre de psoriasis del cuero cabelludo, pero esta está presente en el 50 % de todos los casos de psoriasis.
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Acerca de este wikiHow

Janice Litza, MD
Coescrito por:
Médica de medicina familiar certificada por el colegio oficial
Este artículo fue coescrito por Janice Litza, MD. La Dra. Litza es una médica certificada en medicina familiar en Wisconsin. Es una médica activa y enseñó como profesora clínica durante 13 años, después de recibir su doctorado en la Facultad de Medicina y Salud Pública de la Universidad de Wisconsin en Madison en 1998. Este artículo ha sido visto 11 735 veces.
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