Dibujar llamas puede ser difícil, ya que no tienen una forma ni un color sólido, pero hay algunos trucos sencillos que puedes usar para que se te haga más fácil. Prueba a dibujar primero una sola llama parpadeante para que te acostumbres a usar las formas y colores adecuados. Luego puedes practicar dibujando unas llamas más grandes una vez que le hayas agarrado el truco.

Método 1
Método 1 de 2:
Dibujar una sola llama

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    Dibuja una forma de lágrima con una punta ondulada. Primero, dibuja la base redondeada de la forma de lágrima. Luego, dibuja la punta surgiendo de la base. Haz que las líneas que conducen a la punta se doblen de forma gradual de 1 a 2 veces, como una ola, para que el dibujo parezca una llama parpadeante. Las ondas deben comenzar a la mitad de la forma de la lágrima.
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    Dibuja una segunda forma de lágrima dentro de la primera. Hazla aproximadamente la mitad del tamaño de la primera y colócala de manera que la base casi toque el fondo de la primera lágrima. Haz que la segunda lágrima se ondule igual que la primera.
    • La segunda lágrima le dará una mayor dimensión a la llama. Más tarde, puedes colorearla en un tono diferente al de la primera lágrima para que parezca que la llama está ardiendo a diferentes intensidades, como ocurre con una llama real.
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    Añade una tercera forma de lágrima dentro de la segunda. Haz que esta sea aproximadamente la mitad del tamaño de la segunda y dale la misma forma ondulada. Dibújala cerca de la parte inferior de la segunda forma de lágrima de modo que casi se toquen las bases.
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    Colorea las formas usando rojo, naranja y amarillo. Colorea la forma de gota más pequeña con el amarillo. Luego, colorea la forma mediana con naranja. Finalmente, colorea la forma de lágrima más grande con rojo. Puedes usar lápices de colores, marcadores o crayones.

    ¿Sabías qué? Las llamas cambian de color con el aumento de su intensidad. Las llamas amarillas son más calientes que las anaranjadas y las anaranjadas son más calientes que las rojas.[1]

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    Borra todas las líneas que dibujaste a lápiz. Eliminar el contorno del lápiz hará que la llama se vea más realista. No presiones demasiado fuerte el borrador o puedes emborronar los colores. Una vez que hayas borrado todas las marcas de lápiz, ¡tu dibujo estará terminado!
    • Añade una vela y una mecha a la llama si quieres. Simplemente dibuja un cilindro delgado vertical debajo de la base de la llama (para la vela) y conecta la parte superior del cilindro a la llama con una línea vertical (para la mecha).
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Método 2
Método 2 de 2:
Dibujar llamas grandes

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    Dibuja una línea ondulada vertical. Empieza donde quieres que esté la base de las llamas. Luego, dibuja una línea ondulante vertical que suba hacia la parte superior de la página. Detente cuando la línea tenga un tercio de la altura que quieres que tenga la parte más alta de las llamas. Haz que la línea tenga 2 o 3 ondas.[2]
    • Este es el comienzo de una de las colas parpadeantes de las llamas.
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    Dibuja otra línea ondulante que descienda del final de la primera para crear una punta. Comienza en la parte superior de la primera línea ondulada dibujada y sigue la curvatura de esa línea. Al alejarte del punto de partida, aumenta la distancia entre las dos líneas para crear una cola gruesa y ondulada. Haz que la distancia en el punto más grueso sea aproximadamente un cuarto de la longitud de la primera línea ondulada. Detente cuando estés a mitad de camino de la base de las llamas. Haz que esta segunda línea ondulada tenga la mitad de la longitud de la primera.[3]
    • Las llamas tendrán varias de estas colas y son las que harán que estas se vean como si estuvieran parpadeando y ardiendo.
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    Repite el proceso y haz que las llamas sean cada vez más altas. Primero, dibuja una línea ondulante vertical ascendente hacia la parte superior de la página que esté conectada al último punto en el que te detuviste. Hazla de la misma longitud que la primera línea ondulada vertical dibujada. Luego, dibuja otra línea ondulada descendente desde el final de la primera línea para crear una nueva cola en la llama. Sigue repitiéndolo hasta que llegues al punto donde quieres que quede el centro de las llamas.[4]
    • Ya que estarás haciendo las líneas onduladas descendentes a la mitad de la longitud de las líneas onduladas ascendentes, las llamas se harán más altas cada vez que añadas una nueva cola. Así es como se ven las llamas reales, normalmente son más altas en el centro y más cortas en los extremos.
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    Invierte el proceso para dibujar el otro lado de las llamas. Una vez que hayas alcanzado el punto donde quieres que esté el centro (y la parte más alta) de las llamas, continúa dibujando las colas onduladas, pero ahora haz las líneas onduladas descendentes más largas que las líneas onduladas ascendentes. Dibuja una línea ondulada hacia abajo, hacia la parte inferior de la página, que esté conectada con el último punto en el que te detuviste. Hazla del mismo largo que la primera línea ondulada que dibujaste. Luego, dibuja una línea ondulante hacia la parte superior de la página que sea aproximadamente la mitad de larga. Esto hará que las colas de las llamas se acorten gradualmente cada vez más. Continúa dibujando nuevas colas hasta que llegues a la base de las llamas.[5]
    • Trata de variar la altura y la forma de las colas para que no sean un espejo exacto del lado opuesto. Se verán más realistas de esa manera ya que las llamas no son simétricas.
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    Dibuja un contorno de las llamas más pequeño dentro del grande. Sigue la curvatura del contorno que acabas de hacer, dejando un espacio estrecho entre los dos contornos. Añadir un segundo contorno de las llamas les dará más dimensión. También podrás colorearlas con un color diferente más adelante para que se vean como si estuvieran ardiendo a diferentes temperaturas.[6]
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    Añade un contorno de llamas aún más pequeño dentro del segundo. Haz lo mismo que antes siguiendo la curvatura del segundo contorno. Deja un espacio entre el tercer y segundo contorno. Esto les dará a las llamas mucha más dimensión y te permitirá añadir un tercer color.[7]
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    Colorea las llamas usando rojo, naranja y amarillo. Primero, colorea el contorno más pequeño de las llamas con el amarillo. Luego, colorea el segundo contorno con el naranja. Finalmente, colorea el contorno más grande con rojo. Puedes colorear el dibujo con lápices de colores, marcadores o crayones.

    Consejo: si no tienes nada con que colorear el dibujo, puedes sombrear las llamas con un lápiz. Rellena la llama más grande con un sombreado más oscuro, la segunda con un sombreado medio y la más pequeña con un sombreado más claro.

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    Borra todas las líneas de lápiz del dibujo. Deshacerte de los contornos a lápiz hará que las llamas luzcan más realistas. Ten cuidado con el borrador para no emborronar los colores añadidos. Una vez que todas las líneas del lápiz hayan desaparecido, ¡el dibujo estará listo!
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Consejos

  • Las llamas también pueden ser azules y blancas, así que trata de experimentar con estos colores.
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Cosas que necesitarás

  • lápiz
  • papel
  • lápices de colores, crayones o marcadores

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Categorías: Dibujos de naturaleza
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