Aprender a eviscerar adecuadamente un pato reduce la posibilidad de que se malogre, la cantidad de desperdicios y ayuda a que puedas disfrutar la carne cazada mucho más al haberla preparado bien. Dependiendo de lo que planees hacer con la carne, puedes eviscerar el pato rápidamente con un método de campo, pelar el pato en casa después de curarlo para mejorar la calidad de la carne o puedes tomarte el tiempo de arrancar las plumas utilizando cera de parafina y conservar la piel, un premio muy deseable en la cocina. Continúa leyendo para comenzar.

Método 1
Método 1 de 5:
Prepara el pato

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    Averigua las normas de identificación en tu área. En algunas regiones, los cuerpos de patos necesitan un ala entera para poder identificarlos con el guarda de caza, mientras que en otros lugares está permitido conservar las cabezas y vísceras aparte para identificarlos. Debido a que esto afectará la forma en la que eviscerarás las aves, es importante que averigües cómo las revisarán si el guarda de caza lo solicita.
    • Las normas de caza de patos varían ampliamente. En algunas áreas, solo está permitido cazar un cierto número de patos al día, así que es recomendable estar al día con las normas específicas a tu área. Puedes encontrar las disposiciones federales aquí, y las disposiciones locales se encuentran en el sitio web del departamento de recursos naturales o la oficina de caza y pesca de tu estado.
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    Limpia los patos inmediatamente después de recuperarlos. Al recuperar un pato, este estuvo flotando en agua de estanque, rodando en el lodo y probablemente tu sabueso lo cargó en sus fauces un par de minutos antes de dártelo. En otras palabras, está bastante sucio y es importante tomarte unos cuantos minutos para limpiarlo un poco antes de empacarlo o eviscerarlo para evitar que la carne se malogre.[1]
    • Limpia toda la materia fecal de las plumas, especialmente alrededor de la rabadilla del pato. Sécalo minuciosamente y empácalo en un congelador o comienza a eviscerarlo inmediatamente, dependiendo de tus intenciones. A menos de 4° C (40° F), un cuerpo de pato se conservará bien por 3 o 5 días en condiciones higiénicas, sin hacer nada.
    • Ubica el disparo y sigue su camino. La carne alrededor del área en la que la bala o balas ingresaron estará chamuscada y no será tan sabrosa. Tienes que tener cuidado al retirar las balas del cuerpo y recortar la carne alrededor del área más adelante, así que es recomendable limpiarla en este punto.
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    Cura los patos de 1 a 2 días a menos de 4° C (40° F). Dejar secar un poco la carne intensificará el sabor adecuadamente y reducirá la rancidez, lo cual hará que el pato sea más sabroso. En las condiciones adecuadas puedes hacer esto sin eviscerar el ave o puedes hacerlo después de pelar o eviscerarla. Ambas formas son adecuadas para limpiar un ave.
    • Si la temperatura es la adecuada, puedes colgar las aves de cabeza por los pies para desangrarlas en un cobertizo o garaje, siempre y cuando el clima sea lo suficientemente frío. De lo contrario, puedes consérvalas en envases plásticos en el refrigerador, siempre y cuando haya suficiente circulación de aire.
    • Los distintos tipos de cazadores tienen distintas preferencias en cuanto a cuándo eviscerar las aves en el proceso. Si estás en el exterior y vas a recolectar muchas aves, es probable que quieras eviscerarlas en el campo lo más rápido posible para reducir la carga. También está completamente bien mantener los patos completos, colocarlos en hielo rápidamente y esperar un par de días antes de eviscerarlos en las condiciones adecuadas.
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    Decide si quieres pelar los patos o arrancarles las plumas. Pelar un pato es mucho más rápido y fácil, especialmente en el campo. Dependiendo de cómo quieran cocinarlo, algunas personas prefieren dejar la piel puesta, lo cual implica un proceso de arrancar las plumas que toma más tiempo. Ambas formas son completamente aceptables y las explicaremos más adelante.
    • A veces es mejor pelar patos buceadores y patos cazados alrededor de agua salada. A veces la piel grasosa puede tener cierto sabor a pescado y tener un color naranja, si el pato ha consumido muchos mariscos.
    • Está bien arrancar las plumas de cualquier otro tipo de pato, si quieres tomarte el tiempo. Los aficionados y conocedores de la gastronomía están de acuerdo en que, si se cocina adecuadamente, la piel crujiente de un pato rostizado puede ser una de las partes más deseables de la comida. La piel es especialmente grasosa, lo cual significa que puede imbuir la carne con mucho sabor. Si puedes tomarte el tiempo de conservar la piel, mucha gente piensa que vale la pena.

Método 2
Método 2 de 5:
Pela el pato

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    Recorta las patas con un cortador. Comienza recortando ambas patas lo más cerca al cuerpo posible, con la ayuda de un cortaalambres o un cuchillo afilado. Por lo general, funciona mejor utilizar algo que corte como unas tijeras, de modo que puedas cortarlas rápida y limpiamente.
    • Algunas personas eligen deshacerse de las patas, pero puedes conservarlas y utilizarlas para preparar caldos y sopas, si quieres aprovechar todo.
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    Retira una o ambas alas, si no necesitas conservarlas en su sitio. Con el cortador, corta la articulación del ala con el cuerpo, lo más cerca posible. Luego utiliza un cuchillo afilado para cortar a lo largo del resto de la piel que conecta el ala al cuerpo. Luego haz lo mismo con la otra ala.
    • También puedes cortar las alas en la articulación media, justo después de donde las plumas largas terminan, si quieres conservar el tejido conectivo superior en donde el ala se conecta con el cuerpo. No hay mucha carne ahí, pero hay algo. Si decides hacerlo, corta la articulación y pasa el cuchillo hasta abajo a lo largo del ala, hacia la “axila” del ave.
    • Si quieres pelar el ave en el campo, pero necesitas conservar las alas por motivos de identificación, lee la sección “Eviscerar patos rápidamente”. Puedes pelar el pato y dejar las alas muy fácilmente.
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    Busca el hueso del pecho palpando con tu dedo. En una superficie resistente y llana, coloca el pato sobre su espalda y busca el hueso del pecho palpando con tu dedo. La forma más fácil de comenzar a pelar la piel es empezar con tus dedos, justo en donde el hueso sobresale.
    • No tienes que arrancar las plumas antes de hacer esto, pero algunos cazadores prefieren retirar algunas plumas del pecho para que no estorben antes de comenzar a pelar. Eso está bien, pero solo necesitarás retirar algunas cuantas hasta poder colocar un dedo en la piel, lo cual hace que sea más fácil hacer todo a la vez.
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    Utiliza tus manos para arrancar en direcciones opuestas de forma firme y pareja. Es probable que tengas que cavar allí y tal vez arranques algunas plumas antes de agarrar el truco. No hay problema, solo intenta meter un dedo en la piel misma y comenzar a abrirla. Jala la piel en direcciones opuestas, como si estuvieras retirando su chaqueta.
    • También puedes sujetar el pato de modo que su espalda esté en dirección a tu pecho y utilizar las puntas de tus dedos para romper la piel y pelarla hacia atrás, como si estuvieras abriendo tu camisa. Por lo general, este es un mejor método cuando estás en el campo, ya que es probable que no puedas colocar el ave en el piso.
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    Pela la piel hacia atrás. Debido a que retiraste las alas y las patas, puedes jalar la piel hasta arrancarla por completo del ave, excepto alrededor del pescuezo. Cuando hayas abierto la piel en el pecho, continúa pelándola hacia atrás sobre los “hombros”, el punto en el que las alas se juntan, hasta arrancarla en la parte inferior alrededor de la rabadilla. Las plumas de la rabadilla deben quedarse adheridas al ave.
    • No debería ser necesario utilizar un cuchillo, a pesar de que la piel es un poco más pegajosa que la piel de conejo en la mayoría de los patos. Intenta utilizar un tirón lo más parejo posible.

Método 3
Método 3 de 5:
Arranca las plumas

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    Retira las patas y las alas al igual que en el método anterior. Utiliza tu cortador y tu cuchillo para retirar las patas y las alas para que el área de la cual arrancarás las plumas sea más pequeña. Si necesitas conservar las alas u otras partes del pato para la identificación más adelante, hazlo.
    • A algunos cazadores les gusta dejar las patas cuando van a arrancar las plumas para poder sujetarlas durante el proceso. Depende de ti. Siempre puedes retirarlas después, si gustas.
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    Jala un gran puñado de plumas de vuelo y plumas de la rabadilla en la dirección del crecimiento. No existe mucha técnica para retirar la capa externa de plumas grandes: solo comienza a arrancarlas. Serán difíciles, así que tal vez tengas que arrancar una a la vez o unas cuantas a la vez, jalándolas para arrancarlas directamente del cuerpo.
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    Retira las plumas más pequeñas del torso en sentido contrario. Las plumas más pequeñas se arrancan más fácilmente por montones a la vez, trabajando en sentido contrario desde la parte inferior del ave hacia el pescuezo. Si tienes la palanca y habilidades manuales adecuadas, podrás sacar estas plumas con mucha más rapidez con algo de práctica. Utiliza tu pulgar y dedo índice para arrancarlas hacia atrás.
    • No podrás retirar todas las plumas de esta forma. Te quedará una fina capa de plumas muy suaves y tersas que son casi imposibles de retirar a mano. Coloca el resto de las plumas en una bolsa para retirarlas con facilidad. También son excelentes para rellenar y otros proyectos.
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    Calienta agua y cera de parafina en la cual sumergirás las aves y retirarás las plumas suaves. En una olla grande, hierve suficiente agua para sumergir el pato y derrite un bloque de cera de parafina, disponible en casi todas las tiendas de abarrotes y otros establecimientos. Debe flotar en una capa sobre la superficie del agua hirviendo. Cuando estés listo, retira el agua de la hornilla.
    • Utiliza un paquete o bloque de cera de parafina por pato. Es probable que no necesites hervir realmente el agua para derretir la cera, así que presta mucha atención. Cuando la cera se derrita, el agua está bien y estás listo para sumergir las aves.
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    Sumerge el pato. Sumerge el ave rápida y suavemente a través de la capa de cera flotando sobre la superficie del agua y luego, inmediatamente, sumerge el pato en una cubeta de agua fría para endurecer la cera. No necesitas remojar el pato más de un par de segundos y, en realidad, es mejor hacerlo rápidamente. Antes de retirar las vísceras, es importante que no calientes la cuerpo demasiado o te arriesgarás a malograrlo.[2]
    • Inmediatamente después de retirar el pato del baño de cera caliente, sumérgelo en una cubeta de agua fría para endurecer la cera. Puedes dejar el pato reposar en el agua fría por un minuto o dos mientras la cera se endurece, pero debe suceder muy rápidamente.
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    Pela la cera de la piel. Ahora debe haber una coraza rígida de cera alrededor del pato, la cual puedes pelar para retirar las plumas tersas inferiores. Presiona el ave alrededor de la sección media para quebrar la cera y pelar los pedazos en porciones lo más grandes posible. La piel inferior debe verse muy limpia, como un pollo comprado en una tienda.

Método 4
Método 4 de 5:
Retira las vísceras

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    Retira la cabeza. Mientras pelas la piel hacia el pescuezo, tendrás que retirar la cabeza antes de retirar la piel por completo sin desgarrarse. Pela la piel hacia atrás para dejar al descubierto el punto en el que el pescuezo se junta con el cuerpo y utiliza tu cortador para cortar lo más cerca posible al cuerpo y retirar la cabeza.
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    Retira la rabadilla. Después de retirar la piel alrededor del torso del pato, es probable que las plumas de la rabadilla se hayan quedado atoradas, adheridas a un pequeño anillo de grasa alrededor de la base del cuerpo. Utiliza tu cortador para recortar las plumas, cortando justo a través y retirando ese anillo de grasa del resto del ave.
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    Realiza una incisión en el costado del ave, debajo de las costillas. No hay carne debajo de la línea de las costillas del pato, así que la mejor forma de retirar las vísceras suele ser cortar alrededor de la base del pecho, debajo de las costillas, para separar la cavidad con las vísceras de la carne buena. Pasa el cuchillo a lo largo de la parte inferior de la pechuga, haciendo cortes parejos y poco profundos. Cuando llegues al otro lado, sujeta la porción inferior del ave y jala firmemente para retirar las vísceras. Los intestinos deben salir limpios en un solo tirón.
    • Puedes retirar el corazón e hígado por separado, los cuales pueden quedarse en la cavidad del cuerpo y puedes retirar la molleja de la parte superior. Puedes comer el hígado si retiras el ducto biliar, el cual es de color verduzco, como una píldora de gel. El corazón también es comestible, pero algo pequeño.[3]
    • Algunos cazadores prefieren retirar la molleja de la parte superior del pato y retirar el resto de las vísceras desde esa cavidad. Sin embargo, es un espacio más pequeño para trabajar y más lejos de los intestinos, los cuales debes retirar con cuidado para evitar los desperdicios.
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    Recorta la carne alrededor del disparo. Examina la carne en el ave. Debe haber una sección con apariencia chamuscada, en la cual las balas penetraron el cuerpo. Tendrás que retirar esta parte, porque se malogrará. Retira cualquier disparo de la carne con mucho cuidado y deshazte de la carne chamuscada.
    • Para terminar de eviscerar el pato, limpia la carne y retira cualquier pluma y suciedad restante. Puedes pasar la carne por agua fría o simplemente limpiarla con una toalla limpia. Las plumas sueltas pueden ser difíciles de limpiar.
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    Almacena la carne adecuadamente. La carne de pato debe almacenarse en un lugar frío y seco, de preferencia a alrededor de 4° C (40° F). Envuelve la carne de forma suelta en papel de carnicería y almacénala en un enfriador, mientras estés en el campo, hasta que puedas colocarla en el refrigerador al regresar. Debe conservarse bien durante una semana.
    • Si tienes mucha carne y necesitas congelarla inmediatamente, las bolsas herméticas para refrigerar son el mejor método. Envuelve la carne de pato de forma suelta en presas y etiquétalas con la fecha. La carne de pato congelada debe conservarse bien de seis meses a un año en las condiciones adecuadas.

Método 5
Método 5 de 5:
Eviscera los patos rápidamente

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    Pela los patos rápidamente en el campo para ahorrar espacio. Si estás en un viaje de caza serio, es probable que no quieras cargar un montón de aves de regreso, la mayoría de las cuales piensas desechar. Si buscas solo la carne, eviscerarlas rápidamente retirando las pechugas y dejando la piel, plumas y otros desperdicios en el campo, es muy fácil. También puedes dejar las alas con este método, para ir de acuerdo a las normas de caza en tu área.
    • Si tienes tiempo, es mejor eviscerar los patos luego y de forma más minuciosa. Hay más carne para aprovechar y la piel es una característica sabrosa para muchos cocineros. Este método solo debe realizarse en el campo cuando el almacenamiento es una prioridad.
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    Abre la piel a la altura del pecho. Comienza por abrir la piel del pecho, tal y como lo harías al pelar el pato por completo. Palpa con tus dedos el hueso del pecho y desgarra la piel en direcciones opuestas, abriendo el pecho como una camisa. Jálala hacia atrás lo suficiente para hasta dejar el pecho descubierto por completo y luego colócalo en el suelo sobre su espalda.
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    Párate con un pie sobre la cabeza y el otro pie sobre las patas del pato. Sujeta el pato en su sitio con tus pies, colocando un pie sobre el pescuezo del pato y el otro sobre sus patas. Vas a jalar el pecho hasta arrancarlo y dejar el resto del pato en el suelo, para sujetar fácilmente los desperdicios en su sito con tus pies.
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    Engancha dos dedos en la parte superior e inferior del hueso del pecho. Con una mano, engancha dos dedos debajo de la pechuga, cerca del hueso de los deseos hacia arriba en dirección al pescuezo del pato. Con la otra mano, engancha dos dedos debajo de la pechuga, cerca al abdomen.
    • Debes poder sentir la pechuga de forma bastante clara en el pato, ya que es la porción de carne más grande y sustancial, ligeramente elevada arriba del abdomen y de un rojo ligeramente más oscuro que el tejido que la rodea.
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    Jala hacia arriba firmemente. Después de enganchar tus dedos firmemente alrededor de la pechuga, jala hacia arriba, tironeando ligeramente hacia adelante y hacia atrás para ayudar a que la pechuga se desprenda. Las alas también deben arrancarse en el proceso, ya que las articulaciones son firmes. Si lo haces correctamente, arrancarás la carne de la pechuga perfectamente limpia y con las alas adheridas, dejando las vísceras, piel, cabeza, rabadilla y plumas en el suelo. Perfecta para la olla y para que el guarda de caza pueda identificarla.

Consejos

  • Los detectores de metal cuestan solo unos $20 y facilitan el proceso de buscar un disparo perdido.

Advertencias

  • Siempre revisa si las aves presentan signos de enfermedad. Los síntomas notorios pueden incluir: puñados faltantes de plumas, la presencia de parásitos o crecimiento de hongos y otros crecimientos anormales en la carne del pecho u órganos. Si notas cualquiera de estos signos, no comas la carne.

Cosas que necesitarás

  • Cuchillo
  • Bolsas plásticas que se puedan sellar


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Categorías: Caza