Puede parecer intimidante hablar con un extraño. No obstante, ¡no tiene que ser así! Hablar con alguien que nunca has visto antes puede ser emocionante y educativo, si usas las técnicas adecuadas. Comienza la conversación presentándote. Luego, haz preguntas y escucha para aprender más sobre la otra persona. Por último, sigue algunas estrategias fundamentales para mantener la conversación fluyendo y luego terminarla de una buena forma.

Método 1
Método 1 de 3:
Presentarte

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    Lee su lenguaje corporal. Antes de abordar y hablar con una persona completamente extraña, considera el panorama completo. Asegúrate de que sea el momento adecuado para acercarte a ella verificando las señales no verbales. Observa cómo se para o se sienta, y examina su expresión facial. ¿Parece estar dispuesta a tener una conversación?[1]
    • Por ejemplo, si alguien está encorvado con los brazos cruzados y frunciendo el ceño, sigue caminando. Sin embargo, si tiene una posición relajada y parece optimista, es posible que esté interesado en hablarte.
    • Incluso cuando la conversación haya iniciado, debes seguir verificando el lenguaje corporal de la otra persona para saber si debes cambiar el tema o finalizar su interacción.
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    Acércate de forma amigable. Si decides saludar a alguien, ten un lenguaje corporal abierto y positivo. Míralo de frente. Sonríe levemente, alza la barbilla y pon los hombros hacia atrás. Querrás parecer calmado, seguro de ti mismo y amigable.[2]
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    Preséntate. Luego de acercarte a esa persona, preséntate. Salúdala con un tono alegre y dile tu nombre. Luego, haz una observación sobre algo que compartan (una técnica comúnmente llamada triangulación) para mantener la conversación fluyendo.[3]
    • Puedes decirle “Hola, soy Daniel. Veo que esperas a la Sra. Gómez. ¿Has estado haciéndolo por mucho tiempo?”.
    • Algo más que es genial y que puedes añadir a tu presentación es un cumplido genuino como “Me gusta tu peinado”.
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    Ofrécele tu mano. Para cerrar el trato, extiéndele tu mano derecha para que la otra persona pueda darte un apretón. Ofrécele tu mano extendida y cierra tus dedos alrededor de los tuyos tras el contacto. Dale un apretón firme, que sea igual a la presión ejercida por ella.[4]
    • ¿Por qué es importante darle un apretón de manos? En el momento en que hagas contacto con esa persona, tu cerebro enviará señales que aumentarán su vínculo.[5]
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    Recuerda su nombre y menciónalo con frecuencia. Cuando la otra persona diga su nombre, memorízalo y úsalo en la conversación. Al hacerlo, te ganarás su cariño y parecerá que son viejos amigos.
    • Por ejemplo, puedes decirle “¿Qué te trae por aquí, Paola?” luego de que esa persona te mencione su nombre. Después, puedes usarlo de nuevo diciendo “¿Cuál es tu tipo de música favorito, Paola?”.
    • Para recordar su nombre con facilidad, relaciónalo con las características que hayas aprendido de ella. Por ejemplo, puedes pensar “Paola lleva puesto un suéter morado” o “A José le guste el jazz”.[6]

Método 2
Método 2 de 3:
Tener una conversación

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    Haz contacto visual. Una interacción amigable no ocurre si ambas personas miran en lugares opuestos. Deberás cruzar tu mirada con la suya para mantener la conversación fluyendo. No obstante, encuentra un buen equilibrio: evita mirarla fijamente por demasiado tiempo sin esquivar por completo su mirada.[7]
    • En general, haz más contacto visual cuando hables que cuando escuches.
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    Haz preguntas abiertas. Mientras que algunas preguntas apagan una conversación, otras la mantienen fluyendo. Si quieres hablar con alguien que nunca has conocido, entabla una conversación haciendo preguntas de este tipo. Las preguntas abiertas te permitirán explorar caminos diferentes de la típica respuesta “Sí” o “No”.[8]
    • Por lo general, las respuestas abiertas comienza con “qué”, “cómo” o “por qué”, como “¿Cómo conoces a Tatiana?”.
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    Escucha. Debes demostrar que estás dispuesto a escuchar su respuesta cuando le preguntes algo. Desarrolla habilidades para hacerlo activamente escuchando lo que tenga que decir y mirar de frente a la persona. Intenta comprender por completo su mensaje antes de responder.[9]
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    Parafrasea. Demuéstrale que la escuchaste parafraseando lo que dijo. Esto te ayudará a asegurarte de haber recibido el mensaje correcto y le dará la oportunidad de aclararlo si no lo hiciste.[10]
    • Puedes parafrasear su mensaje diciendo “Entonces, parece que...” o “Si te he escuchado bien...”.

Método 3
Método 3 de 3:
Mantener la interacción

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    Mantente positivo. Las personas son más propensas a quedarse e interactuar contigo cuando mantienes la conversación positiva. No esperes desagradarles a las personas o que huyan de ti. Mantén la conversación positiva, y permanece amigable y accesible.
    • Aun cuando sientas nervios o no tengas la mejor autoestima, procura mantenerte confiado. Tratar de huir de una conversación o parecer temeroso hará que los demás abandonen la conversación rápidamente. Si sientes nervios, finge hasta que logres eliminarlos.
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    Haz que siga hablando de sí mismo. La mayoría de las personas puede hablar por horas una vez que ve que estás dispuesto a escuchar. En general, a la gente le gusta hablar de sí misma, de sus ideas y de sus intereses. Aprovecha esto y mantén el foco de la conversación en la otra persona.[11]
    • Demuestra interés por lo que te dice asintiendo con la cabeza o responder con comentarios como “¿En serio?”.
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    Sé ingenioso. Por lo general, las personas quedan cautivadas por gente que las hace reír. Sin embargo, es posible que no quieran escuchar un chiste tras otro. En vez de usar un humor abierto, menciona algo ingenioso que se ajuste al contexto.[12]
    • Por ejemplo, si ambos están esperando algo, puedes decirle casualmente “Dios, si hubiera sabido que la espera sería larga, habría empacado mi almuerzo. Si escuchas mi estómago rugir, perdóname”.
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    Encuentra algo que tengan en común. Las personas se sienten atraídas por aquellas que las “entienden”, así que presta especial atención a cualquier opinión o interés que tengan en común. Usa este dato para enfatizar cuán similares son y establecer una conexión fuerte entre ambos.[13]
    • Por ejemplo, puedes decirle “¡Me siento de la misma forma!” o “Qué irónico. También crecí en una ciudad pequeña”.
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    Evita compartir demasiadas cosas. A menos que quieras alejar involuntariamente a la otra persona, cíñete a conversar sobre temas ligeros o neutrales en un principio. Si bien es perfectamente aceptable revelarle algo importante a un amigo cercano, está mal visto hacerlo con un extraño. Compartir demasiadas cosas suele incomodar a otras personas.[14]
    • Por ejemplo, podría considerarse inapropiado decirle a alguien que recién conoces que sufres de una enfermedad preocupante.[15]
    • No tengas miedo de mostrar un poco de vulnerabilidad sobre temas que surjan de forma natural. Esto puede ayudar a aumentar la confianza. No obstante, compartir demasiada información de una sola vez puede ser poco atractivo.
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    Termina la conversación de una buena forma. La clave para interactuar agradablemente con un extraño es saber cuándo terminar una conversación. Verifica su lenguaje corporal. ¿Comienza a darte a la espalda, o parece distraerse con su celular o libro? Si es así, es posible que sea señal de separarse. Asegúrate de terminar la conversación de manera positiva.[16]
    • Por ejemplo, incluso si la conversación se volvió extraña o hubo silencio, puede ser bonito que te retires recordándole la conexión que tuvieron. Dile algo como “Fue agradable conocerte, Julia. Espero que me recuerdes cuando comas helado en un camino rocoso”.

Acerca de este wikiHow

Christina Jay, NLP
Coescrito por:
Formadora de parejas y coach de vida
Este artículo fue coescrito por Christina Jay, NLP. Christina Jay es una formadora de parejas y coach de vida certificada que reside en Toronto, Ontario, Canadá. Christina es la fundadora de Preferred Match, su servicio de búsqueda de parejas que encuentra el amor para personas exitosas y de élite. Tiene más de 10 años de experiencia en coaching, obtuvo su certificación NLP (Programación Neurolingüística) a través de NLP Canada Training y tiene una licenciatura en Administración de Empresas de la Universidad de Brock. Este artículo ha sido visto 327 755 veces.