Hablar de manera sensual y atrevida con tu pareja no siempre es algo fácil de hacer. Los estudios dicen que la comunicación sexual está asociada directamente al aumento de la satisfacción sexual.[1] Cuanto más cómoda te sientas hablando de manera sensual y atrevida, más cómoda te sentirás en el mismo acto sexual.[2] Esto incluso puede hacer que se abran conversaciones importantes fuera del dormitorio como el uso protección, las cosas que te gustan o te disgustan, o incluso el consentimiento debido. Tal vez seas alguien que solo quiere avivar las cosas.

Método 1
Método 1 de 3:
Hablar de manera sensual y atrevida en el dormitorio

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    Empieza con cosas sencillas. No es necesario que digas inmediatamente una línea bien ensayada. Acércate al oído de tu pareja.[3] Cuando la intimidad haya progresado, trata de decirle al oído algo como lo siguiente:
    • "Mmmmmm"
    • "Ohhhhh"
    • "Sí"
    • "Ahhhh"[4]
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    Sube un poco el nivel de las cosas.[5] No es necesario que digas una oración entera. Simplemente di una o dos palabras que aumenten la intensidad de lo que sucede en la cama. Puedes susurrar las siguientes cosas al oído de tu pareja o incluso añadir un gemido:[6]
    • "Continúa".
    • "Guau".
    • "Más rápido".
    • "Más profundo".
    • "Más duro".
    • "No te detengas".[7]
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    Opta por frases completas. Cuando te sientas cómoda haciendo sonidos simples o diciendo frases sencillas, estarás lista para usar frases completas. Tanto las frases largas como las cortas son efectivas, y estas varían dependiendo de las personas y la situación.[8] Si sigues sin saber muy bien qué es lo que debes decir, prueba algo con lo siguiente:
    • "Se siente tan bien".
    • "Quiero sentirte más profundamente".
    • "Quiero ser tuya".
    • "¡Me gustaría que pudieras hacer eso toda la noche!".[9]
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    Di lo que sientes.[10] Trata de no ser demasiado mecánica al hablar de manera sensual y atrevida durante el sexo. Simplemente di lo que sientes, lo que haces o lo que experimentas en ese momento.[11] Al empezar a hablar de esta manera en el dormitorio, evita los términos groseros hasta que sepas bien cómo reaccionará tu pareja.[12]
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    Expresa qué funciona y qué no. Luego, tómate un tiempo para repasar qué funcionó y qué no. No serás una experta de la noche a la mañana, así que tendrás que darle a tu pareja y a ti misma el tiempo necesario para hablar de los aspectos positivos y negativos. El mejor momento para hablar de estas cosas es inmediatamente después del sexo, cuando ambos estén relajados y quieran estar cerca el uno del otro.[13]
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    Dile que te conteste. Si sientes la necesidad, susúrrale a tu pareja durante el sexo algo como "Háblame de manera sensual y atrevida". Es posible que incluso esta frase avive la acción. También hay una posibilidad de que tu pareja se excite con esta invitación y que haga que las cosas progresen.[14]
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    Habla de manera sensual y atrevida como una forma de juego previo. Muchas parejas dan inicio al juego previo hablando de manera sensual y atrevida entre sí. Puedes llamar por teléfono a tu pareja para decirle que te excita la idea de verla y soltar una línea simple como "Me gustaría besarte y mordisquearte el cuello".[15] Sorprender a tu pareja con esta manera de hablar puede conducir a una noche excitante.
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    Experimenta con la voz.[16] Si te parece natural, modula la voz cuando te acerques a tu pareja. Cambiar la manera de decir algo para dejar salir lo que sientes puede hacer que ambos se pongan de ánimo. Ya sea que grites, susurres o gimas, deja salir lo que sientes. Respeta a tu pareja y ten cuidado de no sacarla de su zona de confort.[17]

Método 2
Método 2 de 3:
Comunicarte sin palabras

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    Gime cuando el sentimiento sea correcto. No siempre necesitas decir palabras para avivar la comunicación durante el sexo. Los científicos han descubierto que la comunicación no verbal está más asociada a la satisfacción sexual que la comunicación verbal.[18] Gemir es un primer paso sencillo que no sentirás como salir demasiado de tu zona de confort, pero que hará que las cosas sean excitantes.[19]
    • No exageres.
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    Respira y suspira más fuerte de lo normal. Aumentar la fuerza con que respiras o suspiras ayudará a que la intimidad se vuelva más vocal.[20]
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    Usa el lenguaje corporal. Puedes decirle mucho a tu pareja mordiendo suavemente tu labio. El lenguaje corporal puede transmitir cosas en el dormitorio, aunque no trates de comunicar algo.[21] Ten cuidado si eres propensa a reprimir las emociones, porque se manifestarán a través del lenguaje corporal.[22] Esta es la razón por la que es importante ser consciente del lenguaje corporal antes del sexo y usarlo a tu favor durante este.
    • La posición que escojas puede decir mucho. Por ejemplo, si te pones encima, entonces tienes el control total de tu placer y el de tus parejas.
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    Usa el contacto visual. El contacto visual puede expresar mucho si se usa en el momento correcto en el dormitorio. Puede ser una buena manera de iniciar las cosas. Durante el sexo, te permite leer las expresiones faciales de tu pareja y calcular si las cosas funcionan.[23]

Método 3
Método 3 de 3:
Relajarte y prepararte

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    Practicar actividades relajantes. Si no estás acostumbrada a hablar de manera sensual y atrevida en el dormitorio, es posible que te sientas ansiosa o preocupada. Estos sentimientos pueden sobrecargar tus pensamientos y arruinar la intimidad.[24] Practica ejercicios de respiración profunda o incluso trata de hacer yoga.
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    Olvida tus preocupaciones con respecto a ser sexi. Enfócate más en el momento. Si eres propensa a sentirte insegura, puedes preparar el dormitorio o tu guardarropa para reforzar tu autoestima. Prepara la iluminación del ambiente con velas o usa una cortina fina que cubra la luz para atenuar la atmósfera.
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    Mira películas de romance real. No busques inspiración para hablar de manera sensual y atrevida en películas pornográficas. La pornografía es una mala representación de la intimidad genuina entre una pareja. Mira una buena película como Match Point (La provocación), Unfaithful (Infidelidad) o Y tu mamá también.[25] Estas también son buenas películas que puedes ver con tu pareja y que harán que la sangre circule.
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    ¡Diviértete! No se supone que deba ser algo serio. Además, es más divertido cuando puedes jugar con las ideas y las palabras.
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    Explora sustantivos distintos. Dilos en voz alta para ti misma o trata de usarlos en una oración como si fuera algo normal. Cuanto más cómoda te sientas diciendo palabras como "sexi", "senos", "vagina" o "pene", menos miedo te darán las palabras. Solo son partes de la anatomía humana.
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    Añade verbos a los sustantivos. Hacerlo dará a las frases un toque de personalidad. Los verbos que se usan comúnmente son "acariciar", "apretar", "lamer" o "tocar".

Consejos

  • Practica durante un tiempo a solas. De esta manera, tendrás una comprensión fluida de "tus" expectativas y de "las" de tus parejas.
  • No se trata de lo que digas, sino de cómo lo digas. ¡Di algo! No importa qué.
  • No es necesario que digas algo extravagante. Nada supera al buen y tradicional "se siente muy bien" o "no te detengas".

Advertencias

  • Empieza de a pocos y desarrolla gradualmente la confianza.
  • No deseas ponerte en evidencia, sino desarrollar la confianza. Sea quien sea con quien estés, valorará un gesto pequeño.

Acerca de este wikiHow

Jacqueline Hellyer
Coescrito por:
Terapeuta psicosexual con licencia
Este artículo fue coescrito por Jacqueline Hellyer. Jacqueline Hellyer es una terapeuta psicosexual con licencia y la fundadora de The Love Life Blog y The LoveLife Clinic. Con más de 20 años de experiencia, Jacqueline se especializa en consultoría sexual, consejos sexuales y asesoría sobre relaciones. Además de ser una terapeuta psicosexual acreditada por la Sociedad de Sexólogos Australianos (SAS), Jacqueline también es Entrenadora Profesional Certificada de la Federación Internacional de Entrenadores (ICF). Tiene una licenciatura en bioquímica y ciencias humanas de la Universidad Nacional de Australia, un diploma de posgrado en ciencias aplicadas de la Universidad de Canberra, una licenciatura en idiomas y literatura de la Universidad de Nueva Inglaterra (AU), una maestría en salud sexual de la University of Sydney, y una maestría en conciencia, espiritualidad y psicología transpersonal de The Alef Trust. Su trabajo y experiencia han aparecido en Australian Men’s Health, Cosmopolitan, Australian Women’s Health, Marie Claire y 60 Minutes. Este artículo ha sido visto 17 897 veces.
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