¿Deseas sorprender a tu hijo con una pequeña travesura de duende el próximo día de San Patricio? Con un poco de tiempo y pintura, puedes estampar huellas pequeñas de duende en toda la cocina, baño, etc. Si tu hijo ha construido una trampa para gnomos la noche anterior, podrías incluso dejar una golosina allí para que tu hijo la encuentre. ¿No tienes ganas de usar pintura? ¡No hay problema, también puedes hacer huellas comestibles!

Método 1
Método 1 de 4:
Crear huellas

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    Vierte un poco de pintura verde lavable en un plato. Será mejor usar témpera o pintura para manos.[1] Para realizar una limpieza más sencilla, mezcla algunas gotas de detergente líquido para platos en la pintura.[2]
    • Si vas a hacerlo sobre papel, considera la opción usar una almohadilla de tinta verde en su lugar.[3]
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    Mezcla la parte inferior de tu puño en la pintura. Enrolla la mano en la forma de un puño. Métela en la pintura y luego retírala. Necesitarás cubrir todo el borde de la palma de la mano y el meñique. Mantén el puño firmemente enrollado para hacer el siguiente paso.[4]
    • También puedes aplicar la pintura en el puño usando un pincel.
    • Si vas a usar una almohadilla de tinta, simplemente hunde el puño en ella.
    • Otra opción es recubrir la parte inferior de un zapato pequeño (es decir, de una muñeca o un bebé) con pintura.
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    Presiona el puño exactamente hacia abajo sobre la superficie deseada, luego levántalo. Puedes hacer las huellas en casi cualquier tipo de superficie. Las superficies duras y fáciles de lavar, tales como los pisos, los mostradores y las ventanas, funcionan mejor. Sin embargo, no muevas ni tuerzas el puño mientras realizas la huella.[5]
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    Sumerge el dedo meñique en la pintura. También puedes usar un pincel para aplicar la pintura en su lugar. Necesitas la cantidad suficiente como para cubrir la punta del dedo.
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    Añade cinco dedos de los pies sobre la huella base. Usa el dedo meñique pintado para estampar cinco puntos pequeños sobre la parte superior y ancha de la huella.[6] Puedes hacer que se parezcan incluso más a una huella real haciendo que sean cada vez más pequeños, en dirección hacia el borde lateral del pie.
    • Ten en cuenta la colocación. El borde de la palma de la mano será el borde exterior del pie. ¡Ahí es donde va el dedo meñique del pie!
    • Si vas a usar una almohadilla de tinta, tendrás que volver a aplicar la tinta con frecuencia.
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    Repite el proceso con la otra mano. Haz la siguiente huella un poco más arriba y al lado de la primera huella. Ten en cuenta la ubicación a la izquierda y a la derecha. Recuerda: el borde de la palma de la mano creará el borde exterior del pie.
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    Haz más huellas, si lo deseas, y luego deja que la pintura se seque. Considera la posibilidad de trabajar hacia atrás en lugar de hacia adelante. De esta manera, no te arriesgarás a correr accidentalmente la pintura mientras se seca.
    • La mayoría de las témperas y pinturas de manos se secan rápidamente. Estarán listas en media hora, como máximo.
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Método 2
Método 2 de 4:
Crear huellas de zapato

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    Rocía un poco de pintura verde lavable en un contenedor pequeño. Las témperas o pinturas para manos funcionarán mejor. Si deseas que la pintura sea incluso más sencilla de limpiar, añade unas gotas de detergente líquido para platos antes de aplicar la pintura en la superficie.
    • Si vas a hacerlo en papel, considera la opción de usar una almohadilla de tinta verde en su lugar.[7]
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    Busca un zapato pequeño para usar. Unos zapatos de muñeca, zapatos de Barbie o zapatos de bebé funcionarán igual de bien.[8] Si no puedes encontrar uno, puedes tallar la forma de un zapato en un corcho. También puedes hacerlo usando un sello de goma con forma de huella de zapato.
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    Moja los zapatos en la pintura. Alternativamente, puedes aplicar la pintura en la parte inferior del zapato con un pincel. Si vas a usar un sello de goma, puedes intentar presionarlo sobre una almohadilla de tinta en su lugar.
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    Sella la pintura en la superficie deseada. Piensa en dónde podría haber estado el duende, luego presiona el zapato en esa superficie. Podría tratarse del suelo, el mostrador, o incluso una mesa.[9]
    • No menees o tuerzas el zapato, o podrías correr la pintura de la huella.
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    Repite el proceso con el otro zapato. Haz la segunda huella un poco más arriba y a la izquierda o derecha (dependiendo del zapato) de la primera. Lleva un registro del zapato que usas. El zapato izquierdo necesita estar en el lado izquierdo de la huella, y el zapato derecho necesita estar en el lado derecho.
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    Haz más huellas, si lo deseas. Si los zapatos son lo suficientemente pequeños, puedes ponerlos en tus dedos índice y medio, y luego "caminar" con los dedos. Sin embargo, si los zapatos son más grandes, considera la opción de trabajar en reversa en lugar de hacia adelante. De esta manera, no te arriesgarás a correr accidentalmente la pintura.
    • Vuelve a empapar los zapatos con la pintura con frecuencia, de lo contrario las huellas empezarán a desvanecerse.
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    Deja que la pintura se seque. El tiempo que esto toma depende del tipo de pintura que hayas usado. Sin embargo, la mayoría de los tipos de témperas y pinturas para manos se secan relativamente rápido, en un lapso de alrededor de 30 minutos más o menos.
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Método 3
Método 3 de 4:
Hacer huellas comestibles

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    Crea una plantilla. Busca e imprime un conjunto de huellas pequeñas de pisadas o de zapatos, aunque, en su lugar, también puedes dibujarlas. Llena el papel con estas huellas, dejando espacio entre cada una. Usarás esta plantilla para trazar las huellas comestibles, así que usa un tamaño que te parezca conveniente.[10]
    • Usa un color oscuro, de lo contrario no podrás ver las huellas a través del papel de pergamino.
    • En su lugar, puedes poner las huellas directamente en el plato. Con respecto a esto, haz clic aquí para continuar.[11]
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    Cubre la plantilla con una hoja de papel pergamino. Coloca la plantilla en un mostrador o en una hoja de papel para hornear, y luego pega los bordes con cinta adhesiva. Cúbrela con una hoja de papel pergamino, y luego pega los bordes con cinta adhesiva también.[12]
    • Si vas a usar glaseado real, puedes usar papel encerado en lugar de papel pergamino.
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    Funde algunos caramelos verdes para derretir. Compra una bolsa de "caramelos verdes para derretir" en la tienda de manualidades. Colócalos en un cuenco para microondas, luego caliéntalos en intervalos de 30 segundos en el microondas, revolviendo entre cada uno de los intervalos. Sigue haciéndolo hasta que estén suaves. Asegúrate de poner el microondas al 50 % de potencia para que no se quemen.[13]
    • Si no encuentras caramelos verdes para derretir, usa chocolate blanco en su lugar. Tíñelo de verde con colorante de caramelo (no uses colorante alimentario).[14]
    • También puedes usar glaseado real en su lugar. Prepáralo desde cero o a partir de una mezcla comprada en la tienda. Revuelve un poco de colorante alimentario verde en él.[15]
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    Transfiere el caramelo derretido a una manga pastelera. Coloca primero una manga pastelera en un vaso alto y luego dobla el borde superior sobre el borde del vaso. Llena la bolsa con el caramelo derretido o glaseado real. Cierra la bolsa y corta la punta.[16]
    • También puedes verter el caramelo derretido o glaseado real en una botella exprimible en su lugar.
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    Primero saca las huellas y luego llénalas. Si has usado pies descalzos para hacer las huellas, puedes usar puntos simples para hacer los dedos. Sin embargo, asegúrate de que estén unidos a la parte principal del pie, o de lo contrario se separarán al quitar el papel de pergamino.[17]
    • Para darle un toque más elegante, añade un poco de brillantina verde comestible sobre las huellas de los pies mientras el chocolate o glaseado aún está húmedo.
    • Haz huellas adicionales en caso de que alguna se quiebre al despegarla del papel pergamino.
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    Deja que las huellas se sequen. El tiempo que esto lleve dependerá del frío que haga en la cocina. La mayoría de los caramelos que se derriten solamente tardan unos 10 o 15 minutos.[18] Si usas glaseado real, esto podría tomar entre varias horas y toda la noche.
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    Quita las huellas del papel de pergamino. Es posible que te resulte más fácil cortar el papel de pergamino en cuadrados individuales primero, y luego despegarlo de las huellas.[19] Ten mucho cuidado durante este paso para que las huellas no se rompan.
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    Arregla las huellas. Escalona las huellas para que parezca que el duende ha estado caminando. Colócalas en un plato o en otros alimentos comestibles (dulces), tales como: pasteles, tartas o panqueques.
    • No uses los "caramelos para derretir" en la comida caliente, de lo contrario se derretirán.
    • Considera la opción de dejar alguna evidencia, tal como una moneda de chocolate o unos Skittles.
    • Sé creativo con el camino del duende. Haz que el duende camine alrededor de los alimentos que no le gustan y pise los alimentos que sí le gustan.
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Método 4
Método 4 de 4:
Usar la creatividad

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    Piensa en cómo el duende podría haber entrado y salido de la casa. Los gnomos probablemente pueden teletransportarse, pero sería más realista que las huellas comenzaran y terminaran en algún lugar lógico, tal como una puerta. Aquí hay algunas ideas para empezar:
    • puertas delanteras o traseras
    • armarios o cajones
    • puertas para gatos o perros
    • ventanas o respiraderos
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    Crea un camino. Los duendes son curiosos y traviesos, así que corren por una casa sin parar. Piensa en lo que el duende haya hecho en tu casa, y luego crea un camino basado en eso. Aquí hay algunas cosas en las que puedes pensar:[20]
    • ¿Le dio hambre? Tal vez se detuvo en la nevera o en el tarro de galletas.
    • ¿Se tomó un descanso para ir al baño?
    • ¿Tuvo problemas para subir por una superficie empinada? Tal vez se resbaló.
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    Deja atrás alguna evidencia. Cuando tu hijo vea las huellas, probablemente las siga para ver a dónde llevan. Deja una o dos sorpresas a lo largo del rastro del duende para contar la historia de lo que haya hecho. Aquí hay algunas ideas:[21]
    • Un duende hambriento podría haberle dado un mordisco pequeño al desayuno de tu hijo.
    • Un duende desordenado y hambriento podría haber dejado un rastro del cereal que estaba comiendo.
    • Un duende travieso podría haber dejado algunas huellas en la nevera. Incluso podrías teñir la leche de color verde con colorante alimentario.
    • Un duende travieso podría haber dejado huellas por todo el asiento del inodoro y podría haber teñido el agua de verde con colorante para alimentos. ¡Incluso podría haber dejado la tapa levantada!
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    ¡Deja una golosina al final! No dejes a tu hijo decepcionado al ver el final de las huellas en la puerta sin nada para recordar al duende. Si tu hijo ha construido una trampa para duendes, considera la opción de terminar las huellas allí, y deja un regalo pequeño para que el niño lo encuentre. Aquí hay algunas ideas para empezar:[22]
    • Si se trata de un duende lindo, deja una pila de monedas de oro (preferiblemente de chocolate) al final del camino.
    • Un duende creativo podría haber dejado el dinero doblado en una forma interesante, tal como un anillo o un avión.
    • Un duende olvidadizo podría haber dejado una olla de plástico con monedas de oro, Lucky Charms o Skittles.
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Consejos

  • El duende no tiene que tener los cinco dedos del pie. Tal vez los gnomos solamente tienen cuatro dedos.
  • Añade un poco de brillantina a la pintura antes de empezar a estampar, o agrégala encima de ella después de que se seque. Sin embargo, si lo haces en tus pisos y mostradores, es posible que la limpieza resulte más difícil.
  • Puedes hacer las huellas en una hoja de papel como un proyecto de arte del día de San Patricio para tus hijos.
  • Deja las huellas después de que tu hijo se haya acostado, para que sea una sorpresa cuando se despierte.
  • Deja que tu hijo investigue las huellas. Haz que adivine qué ha pasado y en qué orden.
  • Si no estás seguro de si la pintura se desprenderá de la superficie, realiza una prueba de la huella primero sobre un área discreta. Déjala secar y luego intenta limpiarla.
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Cosas que necesitarás

Crear huellas

  • pintura verde lavable
  • plato pequeño
  • pincel (opcional)

Crear huellas de zapatos

  • pintura verde lavable
  • plato pequeño
  • pincel (opcional)
  • sello en forma de zapato o zapato pequeño

Hacer huellas comestibles

  • plantilla de la huella
  • papel pergamino
  • cinta
  • caramelo verde derretido
  • cuenco para microondas
  • manga pastelera
  • tijeras

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