Hacer tu propia mesada te permitirá darle una apariencia y estilo específicos, además de ser algo muy sencillo. Este mueble de bajo costo fácilmente puede durar toda una vida son solo el mantenimiento básico. Además, no se requieren muchas habilidades para su construcción. Este artículo tiene como finalidad ayudarte a crear tu propia mesada en casa. Solo deberás seguir las instrucciones que aparecen a continuación.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Elaborar la estructura de la mesada

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    Realiza las mediciones adecuadas para la mesada que necesitarás. Comienza a medir la zona que quieres cubrir con la mesada. De momento, no te preocupes por los espacios para cosas tales como el fregadero; simplemente fija la forma del mueble, ya sea rectangular o en forma de L, que necesitarás. Procura no tomar medidas demasiado grandes o la instalación será muy difícil. Si es posible, crea secciones pequeñas.
    • Ten en cuenta que generalmente hay un excedente de 2,5 cm (1 pulgada) desde el borde de los gabinetes. Asegúrate de agregar este excedente a las medidas para todos los lados que no estén empotrados a la pared.
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    Toma las medidas para los cortes necesarios, tales como el del fregadero. Si necesitas hacer un corte para colocar el fregadero, mide o traza la forma deseada en papel o cartón. Luego, traspasa esta forma a un bloque de espuma firme y de alta densidad (como el que se utiliza en los arreglos florales) y recórtala.
    • Este cuadrado de cartón te permitirá visualizar el fregadero u otro objeto para luego realizar cortes alrededor de él al momento de preparar la mesada.
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    Corta la base de melamina. Corta una base para el molde siguiendo las medidas que tomaste, pero con 2 cm (3/4 de pulgada) adicionales en todos lados. Puedes cortar la melamina con la ayuda de una sierra de mesa o herramienta similar.
    • Por ejemplo, si vas a hacer una mesada de unos 65 x 150 cm (25 x 60 pulgadas), recorta un pedazo de melamina de 70 x 155 cm (27 x 62 pulgadas).
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    Recorta los lados de la melamina de acuerdo con el espesor deseado. Recorta las piezas laterales de la mesada según el espesor deseado más un excedente de 2 cm (3/4 pulgadas) en ambos extremos y en uno de los lados con la finalidad de adecuarse a la construcción. Ajusta las medidas para los extremos largos o cortos en función de cómo quieres que las tablas se superpongan. No importa cómo lo hagas, siempre y cuando logres obtener la forma de la base.
    • Por ejemplo, si quieres mesadas con 5 cm (2 pulgadas) de espesor, debes cortar las piezas con una medida aproximada de 7 x 150 cm (2 ¾ x 61 ½ pulgadas) en los lados largos y 7 x 70 cm (2 ¾ x 26 ½ pulgadas) en los lados cortos.
    • Luego podemos ajustar las medidas de los lados cortos a 65 cm (25 pulgadas) de modo que puedan encajar entre las piezas laterales largas. También puedes hacerlo a la inversa y ajustar los lados largos de vuelta a 150 cm (60 pulgadas). De cualquier forma, prueba las medidas con la ayuda de una cinta métrica sobre la base de melamina con la finalidad de asegurarte de que todo encaje a la perfección.
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    Une las piezas. Con la ayuda de juntas de tope, haz agujeros piloto y luego atornilla los lados del molde para unirlos. Luego, puedes unir los lados a la base de la misma forma.
    • Utiliza tornillos para placas de yeso de unos 3 cm (1 ¼ pulgada) de largo pues serán lo suficientemente fuertes.
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    Agrega los espacios necesarios. Con la ayuda de cemento de caucho u otro adhesivo fuerte de secado uniforme, pega el recorte para el fregadero en el lugar donde instalarás la mesada. Debes asegurarte de que la espuma tenga la misma altura que el molde. La espuma debe impedir que algún resto de concreto ingrese en la zona para el fregadero al verterlo.
    • Si el fregadero estará en el borde de la mesada, quizás sea mejor construirlo en el molde y recortarlo con anticipación.
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    Coloca con cinta adhesiva y calafatea los bordes del molde. Pega con cinta adhesiva las uniones internas del molde de madera, dejando apenas un espacio pequeño (aproximadamente 3 mm o 1/8 de pulgada) entre las dos piezas directamente sobre las uniones. Luego, debes pasar una línea de masilla a lo largo de todas las uniones y darle forma con el dedo. Déjala secar y luego retira la cinta. De esta manera, evitarás que el concreto se filtre y provoque un aspecto desagradable.
    • Mientras trabajas, utiliza toallas de papel para limpiar el residuos.
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    Asegúrate de que la espuma y el molde estén nivelados y limpios. Utiliza un nivel de carpintero para asegurarte de que el borde superior esté completamente nivelado. Si es necesario líjalo para que todo esté uniforme. Luego, limpia el molde con una aspiradora y un paño húmedo, y deja que se seque antes de moverlo.
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    De manera opcional, puedes reducir el peso final al agregar más espuma en todo el molde. Este pequeño truco reduce considerablemente el peso final y el uso de más concreto. Utiliza más espuma y recórtala de modo que tenga la mitad de altura del molde. Luego, deja un espacio de 2,5 a 5 cm (1 a 2 pulgadas) entre las parees y la espuma, para luego pegar esta última. Ocupará una gran cantidad del espacio donde estaría el concreto, pero es mucho más ligera. Al terminar, calafatea el molde.
    • Une todas las piezas de espuma en ambos lados con cinta de embalaje, incluidos los bordes externos.
    • Asegúrate de dejar un espacio alrededor de los bordes, pues necesitarás colocar concreto en todo el perímetro.
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    Corta y coloca los alambres de refuerzo en el concreto. Esto le dará estabilidad y forma al concreto. Quizás necesites cortarlos y dóblalos un poco para que encajen perfectamente en el molde. No es necesario que los coloques en este momento; solo asegúrate de que encajen.

Parte 2
Parte 2 de 3:
Verter el concreto

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    Mezcla el concreto. Utiliza una mezcla de color y aditivos que esté especialmente diseñada para mesadas y pisos. Esto es importante, pues será necesario utilizar refuerzos y otros materiales de relleno para hacer que el concreto funcione mejor para este propósito. También deberás utilizar un concreto premezclado y de alta resistencia. Puedes acudir a la ferretería de tu localidad para que te ayuden a encontrar ambos productos.
    • Mezcla el concreto en una mezcladora con la finalidad de obtener el volumen y consistencia adecuados. Puedes alquilar esta máquina en la ferretería de tu localidad. Procura obtener una consistencia similar a la de mantequilla de maní.
    • Sigue las instrucciones del fabricante para la mezcla del concreto y los aditivos. Por lo general, en el concreto de alta resistencia, se debe utilizar una menor cantidad de agua en comparación con uno normal.
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    Vierte aproximadamente la mitad del concreto en el molde. Utiliza una pala para verter el concreto en el molde hasta que llegue completamente al borde superior. Utiliza una pala de jardinería o herramienta de pavimentado para uniformizar la superficie y echar el concreto a los lados.
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    Agrega el refuerzo de acero sobre la primera mitad del concreto. También puedes utilizar un refuerzo adicional al cortar y colocar una malla en el concreto húmedo a la mitad del proceso de vertido, de modo que quede completamente sepultado en el material. Esto no es completamente necesario, pero es importante para prevenir grietas y crear una mesada que dure toda una vida.
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    Sigue añadiendo la última mitad del concreto sobre el refuerzo. Opta por colocar una gran cantidad de concreto en el molde. Siempre puedes sacar el sobrante, pero agregar más será más difícil en el futuro.
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    Uniformiza la superficie del molde. Utiliza el borde de una tabla plana y pásala por toda la superficie del molde en un extremo y luego deslízala de un lado a otro mientras la desplazas hacia el otro extremo. De esta manera, extraerás el concreto adicional y te asegurarás de que la superficie esté nivelada. Puedes utilizar una tabla de 2 x 4 o una herramienta especial para trabajar en concreto. Mueve el borde de un lado a otro sobre la superficie, como si nivelaras la superficie en una taza medidora, para distribuir el concreto de manera uniforme.
    • Retira el exceso de concreto y utilízalo para rellenar las zonas bajas.
    • Guarda el concreto adicional para después, pues puede servirte para rellenar los espacios faltantes.
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    Haz vibrar los bordes del molde para quitar las burbujas de aire. Si es posibles, haz vibrar toda la mesa sobre la que está el molde, pero con una fuerza mínima para deshacerte de las burbuja. Si quieres hacerlo de manera más sencilla, puedes utilizar una lijadora a baja potencia y sin ningún accesorio para pasarla por todo el borde del molde.
    • Tu objetivo es lograr una superficie agradable y uniforme. Incluso puedes levantar y dejar caer toda la mesa a una altura de 5 a 7,5 cm (2 a 3 pulgadas) y rebotarla.
    • También puedes utilizar un maso de caucho para golpear los lados del molde y la base de la mesa.
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    Utiliza una pala de jardinería o herramienta similar para alisar toda la superficie del concreto, y utiliza la herramienta de acabado para biselar todo el borde. Alisa todo y crea un borde lindo y redondeado en todo el molde. Luego allana todas las imperfecciones que haya creado la herramienta de acabado y deja que se asienten.
    • Repite este proceso, sobre todo el allanado, al cabo de 2 a 3 horas.
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    Deja que el concreto se cure. Cubre el concreto con plástico y deja que se cure de acuerdo con las instrucciones del fabricante. Este tiempo puede ser de 1 a 2 días hasta una semana. No obstante, evita que el concreto seque completamente. Cuando puedas aplicar presión en el concreto y solo crees un hoyuelo pequeño, estarás listo para continuar.

Parte 3
Parte 3 de 3:
Darle acabado a la mesada

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    Suelta el molde cuando la superficie esté firme, pero siga siendo ligeramente flexible. Destornilla los lados del molde y haz una ligera palanca para retirar la melamina del concreto. Si el concreto comienza caerse, vuelve a poner la melamina. En caso contrario, utiliza la pala de jardinería para alisar el borde exterior de la mesada y así crear una superficie limpia y uniforme.
    • Si es necesario, rocía un poco de agua para hacer que el concreto sea más fácil de manejar. No será necesario rocía mucho.
    • Si un poco de concreto se desprende de la pared, puedes volver a aplicar parte del exceso rociándole agua.
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    Alisa la parte superior del concreto y espera hasta que esté seco casi por completo. El alisado final proporciona uniformidad y estilo a la mesada. Si bien no es completamente necesario, le dará un mejor aspecto.
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    Con la ayuda de un amigo, levanta la mesada, y quita el molde y la base. Debes dejar que la base de la mesada también se seque. Después de asegurarte de que está completamente seca como para no desmoronarse (en cuyo caso aún tendrías las paredes laterales), pídele a un amigo que te ayude a levantar la parte superior de la mesada. Retira la espuma y el molde para exponer la base de la mesada.
    • No apresures el proceso. Recuerda que el concreto debe marcarse apenas cuando coloques el dedo.
    • Deja que la mesada cuelgue sobre el borde (por lo menos un poco) para dejar que el aire que pasa por debajo lo seque.
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    Limpia la mesada después de que haya secado por completo. Ponte unos guantes de goma y luego limpia la mesada con una mezcla de 10 partes de agua con 1 de ácido muriático con la finalidad de eliminar los residuos y preparar el material de sellado. Retira el exceso de ácido con la ayuda de una escobilla de goma.
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    Lija la mesada. Utiliza una lijadora y aumenta paulatinamente el nivel del grano (120, 180, 220) para lijar la mesada y los lados hasta que esté completamente lisa. Retira el polvo con un paño y un poco de agua.
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    Si deseas, pinta o lava el ácido del concreto. Si quieres pintar el concreto, hazlo después de que todo haya secado por completo. Puedes utilizar cualquier tipo de pintura que quieras, siempre y cuando sea adecuada para este material.
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    Aplica sellador en la mesada. Utiliza un sellador penetrante y aplícalo abundantemente sobre un pañuelo doblado lo mejor posible. Luego, pasa el pañuelo sobre la mesada realizando trazos largos y superponiendo cada uno de ellos hasta cubrir toda la mesada. Deja que la mesada, lo que generalmente tardará 2 horas.
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    Encera y lustra la mesada. Utiliza una cera no tóxica y un pulidor para darle el acabado mesada. Cuando esté brillante y la cera se haya absorbido, ¡la mesada estará lista!
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    Instala la mesada. Coloca la mesada con cuidado en su ubicación final. Si es tan pequeña que no puede permanecer en su lugar por medio de su propio peso, utiliza un adhesivo. Verifica si está nivelada y, en caso contrario, utiliza cuñas de madera por debajo para nivelarla.

Cosas que necesitarás

Materiales

  • 4 bolsas de concreto (busca una mezcla adecuada para mesadas)
  • láminas de refuerzo de acero (de 10 x 20 cm [4 x8 pulgadas])
  • masilla de silicona
  • melamina (para el molde)
  • media tabla de espuma
  • sellador de concreto, quitamanchas de ácido o pintura

Herramientas

  • sierra ingletadora
  • sierra circular
  • sierra de mesa (opcional)
  • lijadora orbital
  • sierra caladora
  • taladro
  • tubo mezclador y pala
  • maso de caucho
  • pala de jardinería y bordeadora
  • cortacadenas
  • lija de grano 400

Referencias

  1. https://www.youtube.com/watch?v=nmoF47rds1c
  2. Donnatakespictures on Flickr – imágenes e instrucciones compartidas con permiso

Acerca de este wikiHow

Pete Sveen
Coescrito por:
Artesano
Este artículo fue coescrito por Pete Sveen. Pete Sveen es un entusiasta del bricolaje radicado en Montana. Él crea y comparte videotutoriales inspiradores sobre proyectos para hacerlos uno mismo, desde la creación de muebles hasta la metalurgia. Su canal de YouTube, DIY Pete, tiene más de 240 000 suscriptores. Este artículo ha sido visto 208 045 veces.