Siempre que un proyecto requiere el uso de un material para crear uniones duras y permanentes, la mayoría de albañiles profesionales e independientes utilizan cemento. Antes de usarlo, necesitas mezclarlo con arena y piedra. Aunque este proceso puede parecer complicado, es bastante sencillo si se utilizan las herramientas adecuadas. Puedes mezclar el cemento en una hormigonera con una pala antes de echarlo en la zona que vas a pavimentar.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Preparar la mezcla seca

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    Compra las cantidades correctas de cemento, arena y piedra. Las proporciones concretas variarán dependiendo del tipo de cemento, así que asegúrate de mirar la bolsa o leer las instrucciones que vengan con el cemento. En cualquier caso, como norma general, necesitarás una parte de cemento, dos partes de arena y cuatro partes de piedra.[1]
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    Ponte el equipamiento de seguridad. El cemento tendrá polvo y restos que pueden ser peligrosos en caso de no usar el equipamiento de seguridad adecuado. Utiliza una mascarilla para el polvo, así como gafas de seguridad y un par de guantes gruesos cuando mezcles el cemento.[2]
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    Mezcla los materiales. Mezclar el cemento es un proceso lioso que requiere de mucha atención. Mezcla los materiales con anterioridad. Necesitarás el cemento, la arena y la piedra, así como un cubo, una hormigonera y una pala o herramienta similar para mezclar todo.[3]
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    Vierte los ingredientes en una hormigonera. Usa una pala pequeña para echar una parte de cemento, dos partes de arena y cuatro de piedra en la hormigonera. Asegúrate de llevar una mascarilla para el polvo, ya que habrá polvo y otros restos en el aire durante el proceso.[4]
    • Para evitar que se seque el cemento antes de usarlo, no mezcles más de la mitad de la capacidad de la hormigonera cada vez. Cuando lo hayas usado, podrás hacer más mezcla.
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    Mezcla los ingredientes. Aunque los vayas a mezclar más adelante, es buena idea tener completamente hecha la mezcla en seco antes de añadir el agua. Después de verter el cemento, la arena y la piedra en la hormigonera, usa una pala o herramienta similar para mezclar los ingredientes hasta que tengas una mezcla homogénea y uniforme.[5]

Parte 2
Parte 2 de 3:
Mezclar con agua

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    Haz un hoyo en el montón de cemento. Usa la pala para cavar un pequeño hoyo en el centro de la mezcla de cemento. El hoyo debe ser de aproximadamente la mitad del diámetro del montón de cemento. Cuando termines, el montón debe parecerse a un volcán.[6]
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    Añade una pequeña cantidad de agua. No hay una cantidad concreta de agua que añadir al cemento. Simplemente necesitarás añadir suficiente como para que se forme una pasta con la consistencia de mantequilla de cacahuete. Hazlo poco a poco para evitar que se agüe el cemento. Vierte una pequeña cantidad de agua, como la mitad de un cubo, en el hoyo que hayas hecho. Después usa la pala para mezclar los materiales con el agua hasta que se absorba por completo.[7]
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    Prueba la mezcla. Arrastra una palada desde el centro del cemento. En caso de que la mezcla esté demasiado seca, los lados del canal que hayas creado se desmoronarán. Esto significará que la mezcla necesita más agua.[8]

Parte 3
Parte 3 de 3:
Completar el proceso

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    Ajusta la mezcla como sea necesario. Necesitarás varias pruebas de ensayo y error para conseguir la consistencia adecuada. Añade agua en pequeñas cantidades cada vez hasta que tengas una pasta firme y fácil de untar. En caso de que por accidente la mezcla quede muy húmeda, hasta el punto de que el cemento esté líquido, añade un poco más de mezcla seca para solucionar el problema.[9]
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    Vierte inmediatamente el cemento mezclado en la zona del proyecto. Debes completar este paso lo antes posible. Esto evitará que el cemento se seque antes de poder completar el proyecto. Inclina la hormigonera sobre la zona que vayas a pavimentar y vierte la mezcla de cemento sobre ella.
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    Limpia los suministros lo antes posible. Vierte agua en la hormigonera en cuanto vacíes el cemento. Sumerge las herramientas en la hormigonera. Después frota la hormigonera y las herramientas con un cepillo de cerdas duras hasta que hayas eliminado cualquier resto de cemento.[10]

Consejos

  • Echa un vistazo a las instrucciones del fabricante en la bolsa de cemento antes de hacer la mezcla. Puede que la marca que hayas elegido tenga algunos requisitos específicos que necesites seguir.
  • Si tu proyecto necesita más de una o dos hormigoneras de cemento, considera alquilar una mezcladora portátil de hormigón en una ferretería.

Cosas que necesitarás

  • equipo de protección
  • hormigonera para trabajos pesados
  • mezcla de cemento
  • arena
  • piedra
  • fuente de agua
  • pala pequeña

Acerca de este wikiHow

Gerber Ortiz-Vega
Coescrito por:
Especialista en albañilería y fundador de GO Masonry LLC
Este artículo fue coescrito por Gerber Ortiz-Vega. Gerber Ortiz-Vega es especialista en albañilería y fundador de GO Masonry LLC, una empresa de albañilería con sede en Virginia del Norte. Gerber se especializa en proporcionar servicios de colocación de ladrillos y piedras, instalaciones de concreto y reparaciones de albañilería. Gerber tiene más de cuatro años de experiencia dirigiendo GO Masonry y más de diez años de experiencia laboral en albañilería general. Obtuvo una licenciatura en Marketing en la Universidad de Mary Washington en 2017. Este artículo ha sido visto 756 647 veces.