¿Necesitas que no entre la luz a tu habitación? Quizás trabajas por la noche y duermes durante el día o quizás tan solo quieres tomar siestas diurnas. En caso de que tus cortinas o persianas dejen entrar la luz del sol, puedes hacer algunas cosas para ayudar a oscurecer tu habitación de forma que puedas descansar.

Método 1
Método 1 de 2:
Cubrir las ventanas

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    Instala persianas blackout que se montan en las ventanas. Acude a una tienda local de artículos para el hogar para buscar persianas blackout. Estas ayudan a evitar que entre cualquier luz a la habitación. Compra persianas que midan alrededor de 1 cm (1/2 pulgada) menos que el ancho de la ventana pero que tengan la longitud suficiente como para cubrirla toda. Instala las persianas antes de añadir cualquier otra cosa a la ventana (por ejemplo, cortinas).[1]
    • Por ejemplo, en caso de que tu ventana mida 91 x 152 cm (36 x 60 pulgadas), debes conseguir una persiana de alrededor de 90 cm (35 1/2 pulgadas) de ancho y 150 cm (60 pulgadas) de largo.
    • Si bien las persianas blackout son eficaces, funcionan mejor al combinarlas con cortinas blackout.
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    Monta sobre tus ventanas cortinas blackout que combinen con las persianas. Instala una varilla para cortinas a alrededor de entre 10 y 13 cm (4 a 5 pulgadas) sobre la ventana de forma que la cortina pueda cubrir del todo el vidrio. Asegura las cortinas blackout a la varilla, revisando bien que el material cubra toda la ventana.[2]
    • Si quieres un aspecto más sofisticado, puedes combinar las cortinas blackout con cortinas de encaje, pináculos u otros accesorios.
    • Las cortinas blackout ayudan a bloquear la parte exterior de las ventanas, en tanto que las persianas cubren el centro.

    Consejo: en caso de que no tengas ningún equipo blackout a la mano, pega una frazada gruesa sobre la ventana. Es posible que esto no elimine toda la luz que entre por la ventana, pero podría marcar una diferencia positiva.[3]

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    Bloquea las ventanas usando papel de aluminio en caso de que no tengas cortinas y persianas blackout. Mide las dimensiones del cristal y traza estas medidas en una hoja de papel de aluminio. Corta el papel de aluminio medido y pégalo a la ventana usando unas cuantas tiras de cinta adhesiva para pintores. En caso de que el rollo de papel de aluminio no tenga el ancho suficiente como para cubrir la ventana, superpón varias secciones de papel y usa cinta adhesiva para asegurarlas unas a otras.
    • El papel de aluminio añade una capa más de apoyo debajo de las cortinas y persianas blackout.
    • En caso de que no tengas papel de aluminio, también puedes pegar bolsas de basura negras, cartón o algo similar a la ventana.[4]

Método 2
Método 2 de 2:
Bloquear las fuentes adicionales de luz

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    Apaga todos los dispositivos electrónicos en la habitación. Busca en tu habitación cualquier dispositivo que podría brillar durante la noche (por ejemplo, un televisor o computadora). Desconecta los dispositivos que no uses durante la noche, ya que siempre puedes volver a conectarlos cuando te despiertes.[5]
    • Por ejemplo, apaga por completo el televisor en lugar de dejarlo en una pantalla de espera.
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    Pega cinta aislante sobre cualquier fuente de luz que no puedas apagar. Busca pantallas que se iluminen y que sean esenciales para tu rutina (por ejemplo, un reloj despertador). No desconectes el dispositivo sino, en cambio, pega tiras de cinta aislante oscura sobre la zona iluminada. Quita las tiras al despertar de forma que puedas volver a ver la hora.
    • Esta constituye una excelente solución para las superficies pequeñas e iluminadas (por ejemplo, un monitor de aptitud física que hayas conectado para cargarlo).
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    Cúbrete el rostro con un antifaz para obtener un apoyo adicional. No dejes nada al azar al irte a dormir. Aunque tu habitación esté oscura, un antifaz puede ayudar a bloquear la luz adicional que podrían recibir tus ojos. Ponte el antifaz cuando tengas la intención de irte a dormir. Esto puede facilitarte más el quedarte dormido durante el día.[6]
    • Puedes comprar un antifaz en línea o en la mayoría de las tiendas.
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    Cubre el espacio debajo de tu puerta con una toalla o tapón para corrientes de aire. Consigue una toalla o tapón para corrientes de aire que sean gruesos y oscuros y asegúralos debajo de la parte inferior de la puerta. Revisa que la toalla o el tapón estén ajustados y que no pueda filtrarse nada de luz a través de la parte inferior de la puerta.
    • Puedes comprar un tapón para corrientes de aire en línea.
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    Reordena tu cama en caso de que mire hacia una ventana. Pídele a un amigo o pariente que te ayude a volver a posicionar tu cama de forma que no mires a una ventana u otra fuente de iluminación. Aunque hayas bloqueado las ventanas, es posible que te resulte más fácil quedarte dormido si tu cama mira en otra dirección.[7]
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    Pinta las paredes de un color más oscuro. En caso de que quieras hacer un cambio de largo plazo, considera la posibilidad de cambiar del todo el color de las paredes. Opta por un tono oscuro (por ejemplo, negro o azul marino). Esto ayudará a que tu habitación parezca más oscura durante el día.[8]

Consejos

  • Quizás te resulte más fácil dormir en una habitación que sea oscura por naturaleza (por ejemplo, un sótano).
  • Mantén la habitación con una iluminación tenue antes de cuando tengas la intención de irte a dormir.[9]

Cosas que necesitarás

Cubrir las ventanas

  • persiana blackout
  • varillas para cortinas
  • cortina blackout
  • papel de aluminio
  • cinta adhesiva para pintores

Bloquear las fuentes adicionales de luz

  • cinta aislante
  • antifaz
  • tapón para corrientes de aire o toalla
  • pintura oscura

Acerca de este wikiHow

Suzanne Lasky, ASID
Coescrito por:
Consultora de diseño de interiores
Este artículo fue coescrito por Suzanne Lasky, ASID. Suzanne Lasky es diseñadora de interiores y fundadora de S Interior Design, una empresa de consultoría de diseño con sede en Scottsdale, Arizona, que se especializa en la construcción de nuevas viviendas, remodelaciones de viviendas y todas las opciones de diseño relacionadas para clientes residenciales y de pequeñas empresas. Suzanne tiene más de 19 años de experiencia en diseño de interiores y consultoría. Es miembro aliado de la Sociedad Estadounidense de Diseñadores de Interiores (ASID, por sus siglas en inglés). Obtuvo una maestría en Administración de Empresas en la Universidad de Indiana y el título de Asociada en Ciencias Aplicadas en Diseño de Interiores en la Universidad Comunitaria de Scottsdale. Este artículo ha sido visto 137 499 veces.