Hacer productos de limpieza en el hogar tiene muchas ventajas. Los limpiadores caseros te permiten tener un control absoluto sobre los ingredientes, lo que significa que puedes obviar los ingredientes con olores fuertes, residuos desagradables o sustancias irritantes que provoquen alergia. Preparar productos de limpieza por ti mismo también resulta económico, ya que generalmente puedes utilizar ingredientes simples y baratos como el bicarbonato de sodio y el vinagre. Además, los productos de limpieza caseros son naturales, de manera que no vas a utilizar sustancias químicas agresivas en tu hogar. Existen varias recetas que puedes utilizar para hacer un desengrasante natural en casa. Con cualquiera de estos métodos obtendrás un limpiador que elimine la grasa de la cocina sin producir mal olor, irritación en la piel o gastos excesivos.

Método 1
Método 1 de 2:
Hacer un desengrasante natural con cítricos

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    Mezcla bicarbonato de sodio con aceite esencial de limón. Los cítricos son excelentes para desprender la grasa debido al limoneno presente en las cáscaras. Para hacer este desengrasante, debes utilizar aceite esencial de limón. Mezcla 2 tazas de agua tibia, 1 cucharada de bicarbonato de sodio y 20 gotas de aceite esencial de limón en una botella con atomizador. Rocía el líquido sobre la grasa y limpia con un paño húmedo.[1]
    • También puedes utilizar zumo de limón en vez del aceite esencial.
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    Mezcla bicarbonato de sodio con jabón de Castilla y aceite esencial de naranja. Otra opción que puedes usar en vez del aceite esencial de limón es el aceite de naranja. Mezcla 113 g (4 onzas) de bicarbonato de sodio con 60 g (2 onzas) de jabón de Castilla en un recipiente hasta formar una pasta. Agrega de 20 a 25 gotas de aceite de naranja. Mezcla todo muy bien. Moja con agua la superficie manchada de grasa. Luego coloca la pasta en una esponja y restriega la superficie. Finalmente, limpia con un paño.
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    Utiliza jabón natural, vinagre, bicarbonato de sodio y aceites esenciales. Primero, debes preparar un jabón líquido natural con nueces de lavado. Pon a hervir 2 o 3 nueces de lavado con 1 taza de agua durante 30 minutos. Cuela el líquido resultante, asegurándote de atrapar incluso los pequeños trozos de cáscara. Luego, agrega en un tazón ½ taza del jabón casero, 1 ½ tazas de bicarbonato de sodio, ¼ de taza de vinagre de manzana, 2 a 4 gotas de aceite esencial de algún tipo de cítrico (limón, naranja, toronja, lima, etc.) y la cantidad necesaria de agua para formar una pasta espesa y fácil de untar. Mezcla muy bien todos los ingredientes. Luego, esparce la pasta sobre la mancha de grasa y déjala reposar. Por último, limpia la superficie.
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    Mezcla sal, ceniza de soda y varios aceites esenciales. Este desengrasante contiene bicarbonato de sodio, vinagre, aceites esenciales de cítricos y muchos otros ingredientes que sirven para desprender la grasa. Mezcla en un recipiente ½ taza de sal, ¼ de taza de ceniza de soda y 450 g (16 onzas) de bicarbonato de sodio. Luego, agrega ¼ de taza de agua para formar una pasta. Esparce la pasta sobre la mancha de grasa y déjala reposar. Después, agrega en una botella con atomizador ¾ de taza de vinagre destilado, 10 gotas de aceite esencial de tomillo y 10 gotas de aceite esencial de limón o naranja. Agita muy bien y rocía el líquido de la botella sobre la pasta. Por último, limpia con un paño.[2]
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    Haz un limpiador a base de vinagre y cítricos. Cada vez que comas frutas cítricas, utiliza las cáscaras para preparar un limpiador en lugar de arrojarlas a la basura. Utiliza 6 toronjas, 8 naranjas, 12 limones o 12 limas; ¡o una combinación de todo! Coloca las cáscaras en un frasco. Echa vinagre destilado dentro del frasco hasta que las cáscaras queden completamente cubiertas. Cierra el frasco. Deja reposar la mezcla durante 2 semanas. Luego, retira las cáscaras, cuela el líquido y almacénalo en el mismo frasco. Agrega cantidades iguales de agua y el líquido a base de vinagre y cítricos en una botella con atomizador.[3]
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Método 2
Método 2 de 2:
Hacer un desengrasante natural con otros productos caseros

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    Utiliza vinagre destilado. El vinagre destilado (también conocido como vinagre blanco) puede utilizarse por sí solo como un desengrasante. Puedes aplicar el vinagre sobre superficies grasosas, ya sea con una botella atomizadora o con un paño, y de ese modo desprenderás la mayor cantidad de grasa sin tener que restregar mucho. Mezcla 1 parte de vinagre por cada 4 partes de agua. Deja reposar por 5 a 10 minutos antes de enjuagar con agua.[4]
    • El olor del vinagre se desvanecerá en poco tiempo después de que se haya secado completamente, así que asegúrate de secar muy bien las superficies con un paño luego de utilizar el vinagre.
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    Haz una pasta de bicarbonato de sodio para eliminar la grasa. El bicarbonato de sodio también funciona muy bien por sí solo como un desengrasante. Para poder utilizarlo con ese propósito, mézclalo con agua para formar una pasta. Dependiendo de cuán fuerte deseas que sea la mezcla, puedes mezclar hasta 5 partes de agua con 1 parte de bicarbonato de sodio, aunque al agregar menos agua obtendrás una pasta más espesa y efectiva. Después de aplicar la pasta de bicarbonato de sodio con un paño, enjuaga la superficie con agua para no dejar ningún residuo de la pasta.
    • Este desengrasante natural no se puede aplicar fácilmente con una botella atomizadora, ya que el bicarbonato de sodio podría taponar el atomizador. Se recomienda que la untes directamente sobre la superficie para que funcione mejor.
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    Crea una solución de amoniaco y agua. Otro modo de obtener un desengrasante natural hecho en casa es utilizando una botella vacía de lavavajillas. Llena la botella hasta la mitad con amoniaco y la otra mitad con agua caliente. Agrega unas cuantas gotas de jabón de Castilla natural. Cierra la botella y agítala muy bien. La solución se puede aplicar directamente desde la botella sobre la superficie con grasa o también puedes aplicarlo con un paño.
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    Agrega vinagre, bicarbonato de sodio y amoniaco en un recipiente con agua. Vierte 4 litros (1 galón) de agua en un balde grande. Añade al agua 1 taza (240 ml) de amoniaco, ½ taza (120 ml) de vinagre y ¼ de taza (60 ml) de bicarbonato de sodio. Mezcla muy bien todos los ingredientes. Aplica esta mezcla con un paño para eliminar la grasa, y luego guarda el resto en un recipiente limpio con tapa para utilizarlo posteriormente. Antes de cada uso, revuelve bien la mezcla en caso de que el bicarbonato de sodio se haya asentado en el fondo del recipiente.[5]
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Consejos

  • Todos los ingredientes mencionados, excepto los aceites esenciales, se pueden conseguir en la sección de productos de limpieza de cualquier supermercado. Los aceites los puedes comprar por Internet o en una tienda naturista de tu localidad.
  • Se recomienda trabajar con las ventanas abiertas si el olor del amoniaco o del vinagre te resulta muy molesto o si utilizas el amoniaco en espacios pequeños. El amoniaco es una sustancia potencialmente tóxica. Debes utilizarlo con mucho cuidado.
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Acerca de este wikiHow

Susan Stocker
Coescrito por:
Experta en limpieza ecológica
Este artículo fue coescrito por Susan Stocker. Susan Stocker es la directora y propietaria de Susan’s Green Cleaning, la empresa de limpieza ecológica número 1 en Seattle. Susan es conocida en la región por sus excelentes protocolos de servicio al cliente, obteniendo el premio Better Business Torch en el 2017 por su ética e integridad, y por su enérgico apoyo a las prácticas de limpieza ecológicas. Este artículo ha sido visto 141 753 veces.
Categorías: Limpieza del hogar
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