Los limpiadores enzimáticos son limpiadores potentes multipropósito que se pueden usar de manera segura en la mayoría de las superficies, incluyendo el metal y el vidrio. Estos limpiadores ecológicos contienen enzimas y bacterias que digieren la materia orgánica, por lo que son ideales para eliminar manchas y olores causados por la sangre, el césped, el sudor, la orina y otros materiales biológicos. Puedes preparar tu propio limpiador con enzimas en casa con algunos ingredientes simples, pero necesitará algunas semanas para fermentar antes de poder usarlo.

Ingredientes

  • ½ taza (100 g) de azúcar morena o blanca
  • 1 cucharadita de levadura
  • 4 tazas y media (1 litro) de agua a temperatura ambiente
  • 2 tazas (300 gramos) de cáscara fresca de cítricos

Parte 1
Parte 1 de 3:
Mezclar los ingredientes

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    Lava y corta la cáscara de los cítricos. Enjuaga la cáscara de los cítricos bajo el grifo de agua y frota la parte exterior con un cepillo para verduras para quitar la suciedad e impurezas. Seca las cáscaras dando golpecitos con una toalla limpia y corta cuidadosamente las cáscaras en cubos de 1,3 centímetros (0,5 pulgadas). Es importante que los cubos sean lo suficientemente pequeños como para caber en la apertura de una botella de refresco.
    • Puedes usar distintas cáscaras de cítricos o una mezcla para preparar el limpiador casero con enzimas, incluyendo limón, lima, pomelo o naranja.
    • Es importante usar cáscaras frescas de cítricos que no estén secas o podridas. Las cáscaras secas no contienen la cantidad de aceite cítrico suficiente, y las podridas harán que se forme moho en la mezcla.[1]
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    Mezcla los ingredientes. Coloca un embudo de boca ancha en la boca de una botella de refresco limpia de 2 litros (67,6 onzas). Vierte los trozos de cáscara de cítricos de a un puñado por vez hasta que colocar todos en la botella. Agrega azúcar, levadura y agua. Quita el embudo y cierra la tapa firmemente. Agita la botella vigorosamente por algunos minutos hasta que el azúcar se disuelva.
    • Es importante usar una botella de refresco para esta receta, dado que estos recipientes están diseñados para contener líquidos que están bajo presión.
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    Libera el gas varias veces al día. Después de que el azúcar se disuelva, quita la tapa para eliminar la presión acumulada en la botella. Vuelve a colocar la tapa. Repite el proceso al menos tres veces al día durante dos semanas para evitar que la botella explote.
    • Después de dos semanas, reduce la ventilación a una vez al día, dado que la mayor parte del azúcar se habrá transformado, por lo que se producirá menos dióxido de carbono.[2]
    • A medida que la levadura consume el azúcar de la mezcla, la convertirá en alcohol y dióxido de carbono. El gas se acumulará en la botella cuando esté tapada.
    • Es importante dejar la tapa firmemente puesta durante el proceso, dado que la levadura necesita un ambiente libre de oxígeno para fermentar de forma correcta. El oxígeno también permite que las bacterias y el moho se desarrollen en la mezcla.

Parte 2
Parte 2 de 3:
Fermentar el limpiador

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    Coloca la botella en un lugar cálido para que la preparación fermente. La temperatura óptima para la fermentación de la levadura es 35 °C (95 °F), por lo que tendrás que colocar la preparación en un lugar cálido mientras fermenta.[3] Un buen lugar para colocarla es arriba del refrigerador.
    • La fermentación de la levadura puede tomar dos semanas aproximadamente, pero puedes dejar reposar la mezcla hasta por tres meses para una solución más fuerte.
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    Agita la botella diariamente mientras la mezcla fermenta. Con el paso del tiempo, los elementos sólidos de la mezcla se hundirán en el fondo. Todos los días, libera los gases, vuelve a colocar la tapa y agita la botella suavemente para mezclar los contenidos. Libera el gas nuevamente antes de volver a colocar la tapa.
    • Sigue agitando la preparación todos los días hasta que decidas que está lista.
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    Cuela la mezcla. Después de dos semanas, la mezcla se volverá opaca, y eso significa que está lista para usar y colar. También puedes dejarla reposar por otros dos meses y medio más si tienes tiempo y buscas un limpiador más potente. Cuando la mezcla fermente por el tiempo suficiente, viértela en un colador y en un recipiente para deshacerte de los elementos sólidos.
    • Tira las cáscaras de los cítricos una vez que los cueles.
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    Guarda la preparación en un recipiente hermético. Transfiere el líquido limpiador colado a un recipiente hermético para su almacenamiento. Exponer la mezcla al oxígeno hará que pierda su potencia, y no permitirá limpiar de manera tan efectiva.[4]
    • Para usar un limpiador listo para usar, guarda pequeñas cantidades de limpiador en una botella rociadora y guarda el resto en un recipiente hermético.

Parte 3
Parte 3 de 3:
Usar el limpiador con enzimas

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    Mezcla un limpiador diluido para trabajos delicados. En una botella rociadora u otro recipiente, mezcla una parte de limpiador con enzimas con 20 partes de agua. Agita o revuelve para mezclar. Esta mezcla se puede usar para limpiar autos, pisos y otros trabajos en la casa que no requieren un limpiador demasiado potente.[5]
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    Haz un limpiador multipropósito. Mezcla media taza (120 ml) de limpiador con enzimas y transfiérelo a una botella rociadora limpia. Mezcla cuatro tazas y media (1 litro) de agua. Coloca la boquilla del rociador y agita la preparación para mezclar el agua y el limpiador. Agita antes de cada uso.
    • Este limpiador multipropósito se puede usar en todas las superficies para limpiar baños, alfombras, cocinas, manchas leves y para otros propósitos de limpieza.[6]
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    Mezcla con vinagre para un limpiador incluso más fuerte. Si quieres un limpiador multipropósito fuerte, mezcla una parte de vinagre de manzana con cuatro partes del limpiador casero con enzimas. Transfiere la mezcla a una botella rociadora y úsala para limpiar cocinas, baños y manchas difíciles.[7]
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    Usa el limpiador sin diluir para los trabajos difíciles. Para las manchas difíciles, la mugre incrustada, los olores y la suciedad acumulada, aplica el limpiador casero con enzimas directamente en la superficie afectada. Permite que el producto actúe durante algunos minutos. Luego, limpia con una esponja húmeda o un paño.
    • Los limpiadores con enzimas son ideales como desengrasantes, y este limpiador se puede usar sin diluir en la cocina y el garaje.
    • También puedes probar este método para quitar el sarro y la acumulación de cal en cosas como lavavajillas, teteras, cabezales de ducha y otros electrodomésticos y accesorios.
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    Lava la ropa con la preparación. Puedes usar el limpiador con enzimas como reemplazo del detergente para ropa o como refuerzo para agregar en el detergente regular. Agrega ¼ de taza (60 ml) de limpiador con enzimas en el tambor de la lavadora o el compartimento del detergente. Configura y haz funcionar la lavadora como lo harías normalmente.[8]

Cosas que necesitarás

  • cepillo para verduras
  • cuchillo
  • embudo de boca ancha
  • botella de refresco
  • colador
  • recipiente hermético
  • botella rociadora

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