Hervir una extensión es una forma rápida y sencilla de revitalizarla. Hiérvela en una cacerola con un poco de aceite de oliva y acondicionador sin enjuague, y déjala secar. Aplica un poco más de acondicionador mientras la extensión seca, para darle más brillo e hidratarla.

Parte 1
Parte 1 de 2:
Hervir la extensión

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    Pon a hervir una cacerola grande con agua. Colócala en una placa de cocción y llénala de agua hasta la mitad. Enciende la placa de cocción a fuego alto y espera a que el agua hierva. Una vez lo haga, baja el fuego a temperatura media, de modo que el agua hierva a fuego lento en lugar de burbujear con fuerza.
    • Coloca una tapa sobre la cacerola para acelerar el proceso de hervido.
    • Asegúrate de que la cacerola esté limpia antes de verter el agua.
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    Mezcla 1 cucharadita de aceite de oliva o de coco en el agua. Vierte con cuidado 1 cucharadita de aceite de oliva extra virgen en la cacerola. Si decides usar aceite de coco, tendrás que extraer 1 cucharadita. El aceite se asentará sobre el agua, por lo que tendrás que usar una cuchara para mezclarlo. Revuelve la mezcla en movimientos circulares. Continúa mezclando hasta que las grandes burbujas de aceite de la superficie se hayan deshecho.[1]
    • Evita sustituir el aceite de oliva por un aceite de cocina vegetal procesado. Los aceites naturales y no procesados penetran en las cutículas, hidratando el cabello profundamente. Los aceites naturales funcionan bien en todos los tipos de extensiones (las naturales y las sintéticas).[2] No obstante, si la extensión es sintética, no obtendrá algún beneficio al hervirse, y el calor podría dañarla. Si está muy sucia o dañada, quizás tengas que sustituirla.
    • Revuelve el agua y el aceite suavemente para no quemarte con ninguna salpicadura.
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    Añade 2 cucharadas de acondicionador cremoso sin enjuague. En la cacerola, agrega 2 cucharadas del acondicionador sin enjuague que prefieras. Un acondicionador cremoso dará los mejores resultados, ya que es más concentrado que los acondicionadores líquidos. Revuélvelo en el agua y aceite con suaves movimientos circulares. Sigue revolviendo hasta que se haya disuelto en la mezcla.
    • Si usas una cacerola pequeña con menos agua, usa una cantidad menor de acondicionador sin enjuague.[3]
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    Coloca la extensión en el agua. Deja caer la extensión suavemente sobre el agua hirviendo. Hazlo con cuidado, de modo que nada te salpique y te queme. Si tienes varias extensiones que no han sido teñidas o que son del mismo color, colócalas en la misma cacerola.
    • Si la extensión no se sumerge por sí sola, usa una cuchara para empujarla en el agua.[4]
    • Si hierves extensiones que han sido teñidas, es mejor hacerlo una por una, para evitar que el tinte se traslade a las otras. Como alternativa, puedes colocar cada extensión en su propia cacerola, en una hornilla separada. Así podrás hervirlas todas al mismo tiempo.
    • Si la extensión ha sido teñida y quieres conservar su color, quizás debas reconsiderar hervirla, ya que este proceso probablemente eliminará el color.
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    Deja hervir el cabello durante 10 minutos. Asegúrate de que el agua hierve levemente. Si el agua ha dejado de hervir, sube el fuego. Deja hervir el cabello durante 10 minutos antes de apagar el fuego.
    • La alta temperatura del agua suavizará la extensión, haciéndola más suave al tacto y más sedosa.
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    Retira la extensión del agua con unas tenazas. Sujétala cuidadosamente con tenazas y retírala del agua. Procura no salpicar, ya que el agua te quemará. Coloca la extensión en una toalla limpia y seca.[5]
    • Si has colocado varias extensiones en la cacerola, retíralas una por una.
    • No uses una toalla de color claro si has hervido una extensión teñida, ya que el color puede gotear sobre la toalla y mancharla.
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Parte 2
Parte 2 de 2:
Secar la extensión

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    Seca la extensión con una toalla para eliminar el exceso de agua. Presiona suavemente la toalla contra la extensión, pero no la frotes. Escoge una toalla de microfibra para minimizar el daño y el encrespamiento.
    • También puedes usar una remera limpia en lugar de una toalla. Las remeras son más suaves que las toallas, por lo que no dañan el cabello.
    • No uses un secador sobre cabello mojado.
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    Seca la extensión con un secador durante 3 minutos. Tiende el cabello recto sobre la toalla. Enciende el secador a temperatura media y dirige el calor sobre la extensión. Sostenlo a unos 30 cm (12 pulgadas) de la extensión. Muévelo por arriba y abajo del cabello. Esto ayudará a evitar que se produzcan daños por el calor. Seca el cabello durante unos 3 minutos. Aún debe estar ligeramente húmedo al terminar.[6]
    • Si has hervido varias extensiones, sécalas individualmente.
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    Peina 1 cucharadita de acondicionador sin enjuague en el cabello. Coloca cerca de 1 cucharadita del acondicionador sin enjuague que prefieras sobre la palma de las manos. Frótalas y aplica el acondicionador por toda la extensión, para que se distribuya uniformemente. Peina el cabello desde las puntas hasta las raíces, desenredando a medida que subes hacia la punta. Peina con la mayor suavidad posible para no dañar la extensión.
    • Un peine de dientes anchos es una buena opción si la extensión está enredada.[7]
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    Cuelga la extensión para que seque. Cuélgala sobre un tendedero. Evita usar ganchos, ya que pueden crear torceduras en la extensión. El tiempo de secado varía en función al grosor de la extensión. Por lo general, tardará al menos un día. Deja que la extensión seque completamente antes de fijarla al cabello.[8]
    • Un tendedero o un escurridor de platos limpio funcionarán bien para secar las extensiones.
    • Notarás que la extensión está mucho más suave y menos enredada.
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    Aplica un suero para cabello si la extensión está reseca o encrespada. Usa un suero para darle brillo. Exprime unas gotas del suero que prefieras sobre tu mano. Frota ambas manos y deslízalas sobre la superficie de la extensión.[9]
    • Usa un suero para cabello natural, de modo que evites acumular residuos en la extensión.
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    Riza la extensión si ha perdido su forma. Es probable que el cabello pierda sus rizos al hervirlo y secarlo. Esto es fácil de corregir: solo riza la extensión como lo harías normalmente para restaurar su forma.[10]
    • Asegúrate de que el cabello esté completamente seco antes de usar cualquier herramienta de peinado con calor. Peinar la extensión mientras está húmeda dañará las hebras de cabello.
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Cosas que necesitarás

  • cacerola
  • aceite de oliva extra virgen
  • acondicionador sin enjuague
  • cuchara
  • toalla
  • tenazas
  • toalla o remera
  • secador
  • peine
  • suero para cabello

Advertencias

  • Hervir el cabello puede eliminar el tinte de la extensión. Procede con precaución si quieres mantener el tinte.
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Acerca de este wikiHow

Ashley Adams
Coescrito por:
Estilista profesional de cabello
Este artículo fue coescrito por Ashley Adams. Ashley Adams es una cosmetóloga y estilista licenciada en Illinois. Completó su educación en Cosmetología en la Escuela de Diseño de Cabello John Amico en 2016.
Categorías: Extensiones de cabello
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