Un ave como mascota puede ser una compañía muy placentera. Ya sea un perico, un pinzón o una cacatúa, si eres el dueño de una, debes proveerle todo lo que necesite para que viva feliz y saludable. Elige una jaula que tenga el tamaño adecuado y colócala en un lugar alejado de los peligros, forra la base y colócale recipientes de comida y de agua, así como un baño para aves. También debes proporcionarle perchas y juguetes para que el ave esté cómoda y feliz.

Parte 1
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Elegir la jaula adecuada

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    Elige una jaula que tenga suficiente espacio para el ave. Obviamente no querrás que el ave esté apretada en una jaula demasiado pequeña, por eso debes elegir una que tenga por lo menos el doble de la altura y de la anchura de su envergadura. Adquiere la jaula más amplia que puedas de acuerdo al espacio que tengas en casa.[1]
    • Muchas de las jaulas son específicas para determinadas especies. Por ejemplo, un pinzón se adapta mejor a una jaula amplia en la que tenga espacio para volar.
    • Muchas aves, como los loros y las cacatúas, se estresan en jaulas circulares; por lo tanto, deberías elegir una jaula cuadrada o rectangular para evitar este malestar en tu mascota.[2]
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    Asegúrate de que los barrotes de la jaula tengan el espacio adecuado. Las diferentes especies de aves requieren jaulas con los barrotes espaciados a determinadas distancias como a 1,3 cm (1/2 pulgada) para los pericos y las ninfas. No debes ignorar este aspecto puesto que la cabeza del ave podría atorarse entre barrotes si estos estuvieran demasiado separados como para su tamaño. Inclusive podrían escapar y lastimarse o, en el peor de los casos, morir.[3]
    • Por lo general, el espacio adecuado para aves pequeñas como los pinzones, los canarios y los agapornis no debe ser mayor que 1,6 cm (0,6 pulgadas). Para las ninfas, los loris y los loritos senegaleses, los barrotes deben de tener de 1,3 cm (1/2 pulgada) a 2,2 cm (0,9 pulgadas) de espacio. Para aves más grandes como los loros yaco, los guacamayos y las cacatúas, los barrotes deben de tener de 1,9 cm (0,8 pulgadas) a 3,5 cm (1,4 pulgadas) de separación.[4]
    • Realiza una búsqueda en internet o averigua en una tienda de mascotas cuál es el espacio adecuado que deben de tener los barrotes de la jaula para la especie de aves que tienes.
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    Elige una jaula hecha de un material resistente. Las jaulas para aves generalmente se hacen de alambre, de metal o de acero inoxidable. Algunas pueden oxidarse o perder el acabado con el tiempo así que, si deseas algo que dure por muchos años, elige el acero inoxidable.[5]
    • Evita las jaulas que contengan plomo o zinc puesto que podrían ser dañinas para las aves.[6]

Parte 2
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Encontrar una ubicación adecuada para la jaula

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    Protege la jaula de las temperaturas extremas y de la luz solar directa. Aleja la jaula de la cocina para proteger a la mascota de peligros como los cambios extremos de temperatura. No la coloques en un lugar donde reciba luz solar directa puesto que podría provocar que el ave se caliente demasiado.[7]
    • El humo de algunas ollas antiadherentes puede enfermar o incluso matar a las aves. Si usas este tipo de ollas, debes mantener a las aves lejos de la cocina en un lugar bien ventilado.
    • Si estas en un lugar donde el clima es frío, mantén al ave alejada de los puntos y las corrientes más frías como las puertas y las ventanas. La salud del ave se puede perjudicar al estar expuesta al frío.
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    Aleja la jaula de puertas y ventanas exteriores que no tengan pantallas. Para evitar las fugas, debes colocar la jaula de las aves en una habitación que no tenga puertas hacia el exterior y que todas las ventanas tengan pantallas de seguridad.[8]
    • Asegúrate de que el ave no logre estirar sus patas hacia afuera de la jaula hasta alcanzar la cuerda de alguna persiana en la ventana, de esta manera no se enredarán ni las masticarán puesto que si las llegan a ingerir podrían lastimarse.
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    Evita que los niños y otras mascotas tengan acceso a la jaula. Asegúrate de que los niños pequeños y otras mascotas en la casa no tengan acceso a la jaula puesto que podrían estresar o lastimar sin intención a las aves. También es importante que la jaula esté alejada de los acuarios puesto que representan un riesgo de ahogamiento, si el ave se moja no logrará salir volando.[9]
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    Coloca la jaula en una habitación que tenga un piso fácil de limpiar. Elije una habitación con piso de linóleo, de baldosas o de vinilo en vez de alfombras. De lo contrario, coloca un protector de plástico resistente para pisos (como los que se usan debajo de las sillas de los escritorios) debajo de la jaula. Así podrás barrer y limpiar el espacio del ave con más facilidad y mayor frecuencia.[10]
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    Dale al ave una vista agradable. Si el ave va a pasar la mayor parte del tiempo en la jaula en vez de deambular por la casa, debes brindarle cosas interesantes para ver. Coloca la jaula cerca de una ventana con sombra para que pueda ver hacia el patio o hacia el jardín. También puedes colocar plantas seguras para mascotas cerca de la jaula o ubicarla en un lugar donde se pueda ver un comedero para aves en el exterior.[11]
    • Muchas aves se sienten seguras cuando la jaula está cerca a alguna pared, considera instalarla de esta manera.

Parte 3
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Preparar la jaula

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    Forra la base de la jaula. Coloca periódicos o papel toalla sobre el fondo de la jaula para atrapar los desperdicios y para que la limpieza sea más fácil. Se recomienda usar jaulas que tengan rejillas elevadas a algunos centímetros del fondo para evitar que las aves alcancen sus desechos.[12]
    • Cambia el forro todos los días.[13]
    • Evita usar arena, arena para gatos, aserrín u otros materiales en el fondo de la jaula.[14]
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    Coloca recipientes de agua y comida en la jaula. La mayoría de tiendas de mascotas venden recipientes que se pueden colgar en uno de los lados de la jaula y son adecuados para que el ave se pueda posar encima. Este tipo de recipientes son fáciles de reabastecer y son más convenientes que un tazón colocado en la base de la jaula.[15]
    • También puedes usar una botella de agua en lugar de o además de un recipiente de agua.
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    Coloca un baño para aves. Las aves tienen muchas oportunidades de bañarse en la naturaleza, así que, debes brindarles la oportunidad de hacerlo en su jaula. Elije un tazón pesado y resistente, que no sea muy alto y llénalo con agua tibia para luego colocarlo en el piso de la jaula.[16]
    • Como alternativa, puedes comprar un baño para aves que se cuelgue a uno de los lados de la jaula para evitar que la humedad se acumule en el fondo.
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    Incluye perchas para el ave. Las aves necesitan perchas puesto que disfrutan pasar mucho tiempo sobre estas. Adquiere perchas de diferentes alturas, perfiles y texturas y colócalas a diferentes niveles dentro de la jaula.[17]
    • Por ejemplo, coloca una percha de madera en sentido horizontal y una cuerda delgada en dirección diagonal.
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    Coloca juguetes seguros en la jaula. Los juguetes son esenciales para la jaula puesto que proveen estimulación al ave y la mantienen entretenida. Algunos buenos juguetes para aves son los espejos, las escaleras, los columpios y las campanas. También puedes colocar juguetes de madera, de plástico o de cuerda para que el ave juegue y los mastique.[18]
    • Lava frecuentemente los juguetes del ave con jabón y agua tibia, enjuágalos bien y déjalos secar al aire antes de devolverlos a la jaula.[19]
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    Evita los juguetes peligrosos. Los juguetes peligrosos son aquellos hechos de cuero teñido y los que tienen ganchos en forma de “S” o partes pequeñas y extraíbles que puedan ser ingeridas. Las campanas del tipo cascabel también son inapropiadas puesto que los dedos o el pico del ave se pueden atorar en las aberturas.[20]
    • Evita sobrecargar la jaula con demasiados juguetes, altérnalos regularmente para mantener al ave interesada.[21]

Advertencias

  • No dejes salir al ave de la jaula sin supervisión puesto que podría lastimarse al volar contra los espejos o contra las ventanas o podría encontrar otras maneras de causar daños.

Acerca de este wikiHow

Melissa Nelson, DVM, PhD
Coescrito por:
Doctora en Medicina Veterinaria
Este artículo fue coescrito por Melissa Nelson, DVM, PhD. La Dra. Nelson es una veterinaria que se especializa en Medicina de Animales de Compañía y Animales Grandes en Minnesota, donde tiene más de 18 años de experiencia como veterinaria en una clínica rural. Recibió su título de médica veterinaria en la Universidad de Minnesota en 1998. Este artículo ha sido visto 2989 veces.
Categorías: Aves