Según el tipo de cabello corto que tengas, puede ser difícil lavarlo y secarlo correctamente. Elegir las técnicas de lavado y los productos capilares correctos es fundamental para mantener tu cabello brillante, lleno de vida y saludable. Sigue los consejos de este artículo para evitar que tu cabello corto se dañe.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Comprar los productos correctos para tu cabello

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    Presta atención a tu cuero cabelludo. Identifica el tipo de cuero cabelludo que tienes. Esto influye en la clase de champú y acondicionador que debes comprar para tener un cabello corto saludable.
    • Una persona con cuero cabelludo graso debe evitar los productos que ofrezcan propiedades humectantes o hidratantes, mientras que una persona que tenga el cuero cabelludo seco debe buscarlos.
    • En el caso de un champú hidratante, elige productos que ofrezcan efectos que restituyan el balance o aumenten el volumen, como los que contienen menos o nada de sulfato, tal como el lauril éter sulfato de amonio, lauril éter sulfato de sodio y lauril sulfato de amonio.[1]
    • Las personas que tienen un cuero cabelludo normal deben cambiar el tipo de productos que usan ya que la condición de este cambia a lo largo del año.[2]
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    Elige un producto saludable para tu tipo de cabello. ¿Tu cabello es fino, ondulado, rizado o grueso? Al igual que tu cuero cabelludo, el tipo de cabello que tengas influirá en los champús y acondicionadores que mantendrán tu cabello más saludable.[3]
    • Al cabello fino lo benefician productos que añaden volumen y otorgan una apariencia de más cuerpo. Entre los ingredientes a buscar se incluyen la proteína, la proteína de seda, el pantenol y el hamamelis.[4]
    • Al cabello mediano u ondulado lo benefician la mayoría de los tipos de champú, dependiendo de cómo desees que luzca tu cabello. Entre las alternativas generales y sanas para el cabello mediano se incluyen los productos que lo suavizan y desenredan.
    • Al cabello grueso, ensortijado, rizado o abundante lo benefician productos hidratantes y humectantes. Incluso puedes considerar lavar tu cabello solo con acondicionador, en lugar de usar un champú en seco.
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    Ten en cuenta si tu cabello está teñido. El cabello teñido se puede dañar u opacar si aplicas un champú que no está elaborado específicamente para ese tipo de cabello. Los champús especializados para cabello teñido ayudan a restaurar la capa lipídica que se pierde cuando lo tiñes y evita que se decolore tan fácilmente.
    • El champú para cabello teñido suele incluir ingredientes que lo hidratan mucho. Tenlo presente si tienes un cuero cabelludo graso y combínalo con un acondicionador que equilibre la humedad.[5]
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Parte 2
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Lavar el cabello corto

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    Enjuaga tu cabello con agua fría. El agua caliente tiende a resecar el cabello y el cuero cabelludo, lo que puede provocar caspa y un cabello débil (particularmente evidente en el cabello corto). En su lugar, baja la temperatura del agua y enjuaga tu cabello con agua fría o tibia.[6]
    • Si prefieres una ducha caliente, puedes subir la temperatura después de lavar tu cabello primero. También puedes lavarte el cuerpo con una ducha caliente y luego bajar la temperatura antes de lavar tu cabello.
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    Aplica champú en el cuero cabelludo. Vierte una cantidad pequeña de champú en la palma de tu mano (el tamaño de una nuez debe bastar, pero puedes optar por un poco más si tienes el cabello más largo). Frota el champú sobre tu cuero cabelludo con movimientos circulares suaves aproximadamente por 30 segundos. En el caso del cabello corto no es necesario cubrirlo directamente con champú.
    • Deja que el champú haga espuma con un poco de agua antes de aplicarlo a tu cuero cabelludo para evitar usarlo puro.[7]
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    Enjuaga el champú de tu cabello. Usa agua tibia o fría para enjuagar el champú de tu cabello. Una vez que hayas enjuagado todo el champú, exprime el exceso de agua. Esto no debe ser muy difícil con el cabello corto, ¡siempre y cuando tengas cabello suficiente para agarrar!
    • Dejar mucha agua en el cabello antes del acondicionamiento evita que absorba adecuadamente los ingredientes del acondicionador.[8]
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    Acondiciona tu cabello. Aplica el acondicionador desde las puntas hacia el cuero cabelludo. Aplícalo uniformemente por todo tu cabello y déjalo reposar entre 1 y 2 minutos.
    • Si tu cabello es demasiado corto para aplicar eficazmente el acondicionador con los dedos, usa un peine de dientes anchos para ayudar a hacerlo.
    • Toma esos minutos para ocuparte de algo más en la ducha, como restregar tu cuerpo o afeitarte.[9]
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    Enjuaga el acondicionador de tu cabello. Nuevamente, enjuga con agua tibia o fría. Asegúrate de retirar todo el acondicionador antes de salir de la ducha. Dejar acondicionador en tu cabello puede obstruir los folículos pilosos y crear una acumulación en el cuero cabelludo.
    • Si tienes un cabello más abundante u ondulado, tal vez tengas que emplear más tiempo para enjuagar el acondicionador.
    • El acondicionador sin enjuague es una alternativa para un cabello más abundante o con rizos que no debe enjuagarse después de una ducha.[10]
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    Repite el proceso varias veces a la semana. El tipo de cabello que tengas determinará la frecuencia con la que debes lavarlo. Analiza tu tipo de cabello y cómo te sientes respecto a las prácticas de lavado actuales para adaptar tus hábitos correctamente.
    • El cabello fino por lo general solo necesita lavarse 3 veces a la semana. Lavarlo demasiado o muy poco puede limitar la “elasticidad” natural del cabello.
    • Un cabello abundante no debe lavarse más de un día por medio para ayudar a mantener su volumen.
    • El cabello rizado y grueso no se pone graso tan rápido como otros tipos de cabello y puede durar más tiempo sin necesidad de un lavado. Lavarlo dos veces a la semana te ayudará a mantener esos rizos.[11]
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Secar el cabello corto con un secador

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    Seca el cabello con una toalla para prepararlo. Usa una toalla para secar tu cabello con palmaditas suaves. En el caso del cabello corto esto no debe tomar mucho tiempo. No es aconsejable frotarlo ya que puedes dañarlo y crear remolinos. ¡Seca con cuidado para eliminar la humedad!
    • Exprime con tus manos el exceso de humedad de tu cabello antes de secarlo con la toalla.
    • Dobla la toalla a medida que se humedezca de modo que puedas aplicar las partes secas a tu cabello.[12]
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    Rocía tu cabello con un espray de peinado. El espray correcto protegerá tu cabello de los daños que ocasiona el calor y le permitirá mantener su forma una vez que se seque. Este producto viene en una variedad de estilos, incluyendo algunos que fomentan la hidratación, por lo que debes elegir un tipo que se adapte a tu cabello.
    • Para escoger un espray de peinado, sigue las mismas reglas que usas para elegir un champú y un acondicionador. El espray debe basarse en el tipo de cabello que tienes y el nivel de sequedad de tu cuero cabelludo.
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    Aplica el secador y cepilla tu cabello. Usa un cepillo plano para estirar tu cabello en todas las direcciones. El propósito es crear un efecto “lifting” voluminoso, sin que tu cabello se ponga “esponjoso”.
    • Deja que el cabello ondulado y el liso se sequen al aire durante varios minutos después de pasarle la toalla y antes de encender el secador. Con el cabello rizado se puede comenzar inmediatamente después de secar al aire.
    • Divide tu cabello en secciones con horquillas para realizar un secado más rápido y más eficaz. Esto puede darle a tu cabello un estilo más acabado también.
    • Seca secciones de cabello de entre 7 y 10 centímetros (entre 3 y 4 pulgadas) cada vez para ayudar a dar forma a tu cabello. También usa un cepillo de cerdas mixtas para ayudar a secar las raíces.
    • Mantén el secador con dirección hacia el piso para ayudar a evitar que el cabello se encrespe.[13]
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    Aplica una laca texturizante y péinate. Usa el espray texturizante para peinarte el cabello como quieras. Este producto ayudará a evitar una apariencia de “cabeza de casco”.
    • Elige el nivel de fijación de la laca de acuerdo a tu tipo de cabello. El cabello liso por lo general solo necesita una laca de fijación baja. El cabello más abundante o con un peinado "recogido" necesitará una fijación media a fuerte.
    • Si tu cabello empieza a perder fijación durante el día, rocíale un poco de agua para restaurarla.[14]
    • Siéntete libre de usar tus manos para peinarte el cabello y conseguir un estilo más natural o usa un peine si deseas un estilo más elegante.[15]
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Consejos

  • Asegúrate de enjuagar tu cabello por completo. Contrariamente a la creencia popular, enjuagar hasta que el cabello o el cuero cabelludo cruja es perjudicial. Enjuaga hasta que no haya burbujas en el desagüe.
  • Cuando apliques acondicionador a tu cabello, asegúrate de llegar especialmente a la parte inferior o a las partes de tu cabello flexibles y con más capas.
  • Trata al cabello rizado parecido al cabello fino, aunque ten más cuidado, ya que es delicado.
  • Los champús que contienen aceites esenciales, como el aceite de árbol de té o la manteca de karité, son ideales por sus propiedades hidratantes naturales.[16]
  • Una vez que hayas terminado de lavarte el cabello, considera aplicar un aceite capilar.
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Cosas que necesitarás

  • champú
  • acondicionador
  • espray de peinado
  • toalla (opcional)
  • agua tibia o fría
  • ducha

Acerca de este wikiHow

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Categorías: Cabello corto
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