El corcho es un material excelente que se usa para hacer de todo, desde tapones para vino y mangos para cañas de pescar hasta zapatos y pisos. Tenerlo limpio puede ser fácil si le quitas el polvo y la suciedad de la superficie con regularidad, lo lavas con un detergente suave o vinagre, lo frotas para quitarle las manchas y lo mantienes.

Método 1
Método 1 de 3:
Lavar pisos de corcho

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    Aspira pisos de corcho. Aspira o barre los pisos de corcho con el fin de quitarles las capas visibles de polvo o tierra. Este suciedad puede rayar el piso con el tiempo. Por ello, usa una escoba de cerdas suaves o la aspiradora en una configuración de baja potencia.[1]
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    Prepara una solución limpiadora con detergente, vinagre y agua. Combina un poco de detergente lavavajilla suave con 60 ml (1/4 de taza) de vinagre blanco y 1 l (1 cuarto) de agua caliente. Echa la solución en una botella con atomizador y rocíala fácilmente sobre cualquier superficie. Muévela de atrás hacia adelante o revuélvela suavemente para mezclarla. No la agites o crearás espuma que no quieres.[2]
    • No te preocupes si echas un poco más de detergente
    • También puedes usar una combinación de detergente líquido y agua. Prueba con 5 gotas de detergente por cada litro (cuarto) de agua.
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    Usa limpiadores comerciales. Prueba con una solución limpiadora ligeramente abrasiva. Ten cuidado con los limpiadores que contengan lejía, pues podría quitarle el color al corcho. También evita los productos ácidos que podrían dañarlo.[3]
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    Trapea los pisos de corcho. Usa un trapeador suave para limpiar el piso con algún limpiador comercial, una mezcla de detergente y agua, o la solución de agua, vinagre y detergente. Enjuaga la solución limpiadora, de lo contrario, verás vetas o una película jabonosa cuando se seque. Deja que el aire seque el piso o hazlo con un trapo suave.[4]
    • Exprime el exceso de agua cuando empieces a trapear para no saturar el piso. El agua en exceso lo lastimará.

Método 2
Método 2 de 3:
Limpiar objetos pequeños de corcho

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    Limpia la suciedad con agua. Humedece un trapo o un paño suave con agua caliente. Luego, úsalo para frotar el corcho. Trata de desprender la suciedad que tuviera cuando lo estés humedeciendo.
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    Pon el corcho debajo de una corriente de agua. Lávalo directamente debajo del grifo. Usa este método con el corcho que puedas mojar totalmente, como un mango para caña de pescar. No dejes agua estancada en los pisos de corcho. Tampoco sumerjas zapatos con tacones o plataformas de corcho bajo el agua, pues podrías arruinar la parte de cuero o gamuza que tuvieran.[5]
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    Lava otros tipos de corcho con una solución limpiadora. Usa una esponja húmeda para frotar suavemente el corcho con una solución limpiadora jabonosa. Hazlo en movimientos circulares y limpia toda la superficie. Luego, enjuaga la solución del corcho. Finalmente, sécalo con un trapo limpio y suave o deja que se seque con el aire de un día para otro antes de usarlo.
    • Limpia los artículos pequeños de corcho con un detergente suave y agua, la solución de detergente, vinagre y agua que se mencionó anteriormente o algún limpiador comercial.
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    Forma una pasta con bórax. Para quitar la suciedad resistente que está incrustada, prepara una pasta con bórax. Combina este producto con agua en un recipiente poco profundo. Comienza con 60 ml (1/4 de taza) de bórax y agrégale las gotas de agua necesarias para formar un pasta espesa.[6]
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    Frota el corcho con la pasta de bórax. Frótale la pasta con la ayuda de un cepillo suave húmedo, incluso un cepillo de dientes servirá. Restriega toda la superficie del corcho con la pasta y, luego, enjuágala bien. Usa un trapo para secarlo. Después, repite el proceso de frotación y déjale la pasta. Deja que se seque de un día para otro en el corcho y límpiala con un trapo.

Método 3
Método 3 de 3:
Hacerle mantenimiento al corcho

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    Desinféctalo con peróxido de hidrógeno. Si tienes corcho que quieras desinfectar, por ejemplo, un tapón viejo de vino o tapetes y bloques para yoga de uso común, aplícale una capa delgada de peróxido de hidrógeno con una esponja húmeda. Luego, frótala sobre el corcho y déjalo secar completamente con el aire antes de usarlo.[7]
    • No diluyas el peróxido de hidrógeno.
    • No es necesario enjuagar el peróxido del corcho.
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    Lija el corcho una o dos veces al año. Es posible lijar cualquier artículo hecho de corcho, incluso el piso. Frótalo muy delicadamente con una lija de grano fino o extrafino. Muévela en una sola dirección y no en círculos. Hacerlo sacará la película de suciedad que tuviera, pero también le quitará la capa superficial; por lo tanto, ponle un límite a las veces que lijas el corcho cada año.[8]
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    Protégelo con un sellador para corcho. Usa un sellador comercial para proteger zapatos, pisos y mangos de cañas para pescar de corcho. Consulta con un profesional en pisos o el fabricante para escoger el mejor producto para el piso de corcho. En otros casos, prueba con un sellante hecho para zapatos de corcho. Usa este producto para mantener el corcho limpio y evitar que se deteriore con el tiempo.[9]

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Categorías: Limpieza del hogar