Tener un ave como mascota puede ser muy divertido, pero también es una gran responsabilidad. Una de las responsabilidades más importantes es limpiar la jaula. Si la jaula y los accesorios se mantienen limpios, el ave estará feliz y saludable. Si haces limpiezas diarias y semanales adecuadas, y además bañas a tu ave cada semana, podrás eliminar las bacterias y los desechos perjudiciales, y mantener al ave con buena salud.

Método 1
Método 1 de 3:
Realizar una limpieza diaria

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    Lava los platos. Debes lavar los platos de la comida y el agua todos los días, con agua caliente y jabón para platos. Enjuágalos antes de enjabonarlos y luego vuelve a enjuagarlos durante varios segundos con agua caliente. Cuando estén limpios, sécalos por completo con una toalla limpia.[1]
    • Algunos platos pueden colocarse en el lavavajillas, pero debes asegurarte de que sean aptos para hacerlo y usar un detergente seguro para animales.
    • Puedes encontrar detergentes y jabones para platos aptos para animales en las tiendas de mascotas de tu localidad, en Internet o en los supermercados donde vendan limpiadores que no dañen el medio ambiente.
    • Quizás también sea útil tener dos o tres juegos de platos si no tienes tiempo para lavarlos y secarlos todos los días.
    • El ave puede permanecer en la jaula mientras haces las limpiezas diarias, pero si crees que podría escaparse, puedes colocarla en otra jaula mientras limpias.
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    Revisa los accesorios de la jaula. Si tienes un baño para aves, columpios, escaleras u otros juguetes, lávalos en agua caliente con jabón de la misma forma que los platos. Raspa las perchas para quitarles el excremento y gíralas para asegurarte de que el desgaste sea uniforme.[2]
    • Cuando vuelvas a colocar los juguetes en la jaula, puedes cambiarlos de lugar para que el ave tenga variedad y mayor estimulación.
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    Cambia el forro. Debes cambiar el forro de la jaula todos los días. Por lo general, los forros que se prefieren son el papel de periódico o los forros de papel comprados, ya que son seguros, económicos y fáciles de revisar para detectar el excremento. Quita por completo el forro anterior, pasa una esponja o un trapo húmedo para quitar los restos de papel que se hayan pegado y coloca varias capas delgadas del nuevo papel.[3]
    • Los forros de periódico o cualquier otro papel reciclado no deben contener tintas de colores, ya que los pigmentos que contienen podrían ser tóxicos para las aves.
    • Coloca al menos siete capas de papel para que atrapen y absorban todos los excrementos y los desechos.
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    Barre los alrededores. Barre con una escoba o una aspiradora las áreas que rodean la jaula para recoger la comida, las plumas, los excrementos y otros desechos que hayan caído de la jaula. Seca también el agua o la humedad que se haya derramado en los alrededores.
    • Puedes usar un protector donde se acumulen los residuos que caigan de la jaula y vaciarlo con facilidad todos los días. Puedes encontrar estos protectores en las tiendas de mascotas y en las tiendas especializadas en aves.
    • Si la jaula se encuentra en un área alfombrada, puedes usar un revestimiento de plástico para el suelo, como un mantel individual o una alfombra para silla, para que atrape los desechos y puedas desinfectarlo con facilidad.

Método 2
Método 2 de 3:
Desinfectar la jaula con frecuencia

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    Elige un horario de limpieza. La frecuencia con la que debes desinfectar la jaula depende de varios factores, los cuales incluyen el tamaño de la jaula, el tamaño de las aves, la cantidad de aves que tengas y el tiempo que pasen en la jaula. Elige un horario de limpieza según tus necesidades específicas.[4]
    • Las jaulas más pequeñas con una sola ave podrían desinfectarse una vez al mes, sobre todo si dejas que el ave salga con frecuencia de la jaula.
    • Las jaulas grandes con aves grandes o con varias aves deben desinfectarse cada semana.
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    Saca todo. Mueve al ave a un área segura, como a otra jaula, y saca todos los juguetes y accesorios de la jaula para lavarlos de la misma forma que los lavas todos los días. Saca el forro y deja vacía la jaula.[5]
    • Es importante que dejes al ave en un área donde no quede expuesta a los vapores o excesos de productos mientras limpias la jaula.
    • No olvides lavar los platos y los accesorios en agua caliente con jabón antes de colocarlos de nuevo en la jaula limpia.
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    Raspa para quitar los desechos y el excremento. Quita los desechos y el excremento de la jaula con un detergente o jabón apto para mascotas y un estropajo. Raspa todas las superficies de la jaula, además de las perchas y los juguetes.[6]
    • Puedes usar papel de lija para quitar los residuos difíciles de los juguetes y las perchas de madera.
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    Lava la jaula. Lávala por completo con agua caliente con jabón, y luego enjuaga todo el jabón y la espuma. Si es una jaula pequeña, puedes hacerlo en un lavamanos, pero si la jaula es más grande, es posible que debas hacerlo en la ducha o usar una manguera en el exterior.[7]
    • En esta etapa del proceso de limpieza, puedes usar un detergente o jabón apto para animales.
    • Para desinfectar mejor, usa una toalla limpia para secar un poco la jaula y absorber el agua que forme charcos en las superficies.
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    Desinfecta la jaula. Después de lavarla, rocíale un aerosol desinfectante para jaulas desde arriba hasta abajo. Puedes comprar estos aerosoles diseñados específicamente para desinfectar las jaulas de aves en Internet, en una tienda de mascotas o en una tienda especializada en aves. Enjuaga la jaula por completo con agua y déjala secar al aire antes de volver a colocar al ave.[8]
    • Algunas personas usan una solución de limpieza hecha con 1 parte de vinagre blanco destilado y 2 partes de agua. Puedes preparar otra solución casera con 3 tazas de agua caliente, 3 cucharadas de bicarbonato de sodio y 3 cucharadas de jugo de limón.[9]
    • Si no puedes rociar el desinfectante sobre la jaula, empapa una toalla limpia con la solución y pásala sobre todas las superficies. Recuerda usar unos guantes protectores para manipular el desinfectante.
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    Vuelve a llenar la jaula. Después de desinfectarla, enjuagarla y secarla, puedes volver a colocar todas las perchas, los juguetes, los platos y los demás accesorios cuando estén secos. Coloca un forro limpio y asegúrate de que el protector y los alrededores estén limpios y no queden desechos antes de que el ave entre en la jaula.
    • No coloques elementos húmedos ni sucios en la jaula, porque podrían ser perjudiciales para el ave o dificultar su movimiento y acceso a algunas partes de la jaula.

Método 3
Método 3 de 3:
Mantener limpia al ave

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    Elige un baño para aves. Bañar al ave con frecuencia es tan importante para su salud en general como la limpieza de la jaula. Elige un baño para aves del tamaño adecuado para que el ave no tenga dificultades para entrar y salir del recipiente.[10]
    • Algunos baños para aves están hechos para usarse en el interior de la jaula, mientras que otros se usan afuera. Las aves más grandes pueden beneficiarse de los baños en el exterior, pero la colocación del baño dependerá de tus preferencias.
    • Si tienes un ave que nade, como un pato, asegúrate de que el baño tenga suficiente espacio y agua para que el ave pueda sumergir la cabeza con seguridad.
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    Usa agua tibia. El ave debe usar el baño únicamente mientras la supervises. Llena el baño con agua tibia y deja que el ave chapotee, se moje y se acicale durante varios minutos, antes de sacarla.[11]
    • Cuando haya terminado de bañarse, rasca en dirección contraria al crecimiento de las plumas para imitar el acicalamiento mutuo. No presiones las plumas contra su cuerpo porque a las aves no les agrada esta sensación.
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    Deja que se seque. El ave necesitará el tiempo suficiente para secarse antes de que llegue la noche. Si se baña cuando se acerque la hora de dormir, podría sentir un frío muy peligroso durante la noche. Asegúrate de que tenga varias horas para secarse por completo, sobre todo si se trata de un ave grande.[12]
    • Si el ambiente donde vives es frío, asegúrate de calentar bien la habitación cuando el ave se bañe y se seque.

Consejos

  • Es de mucha utilidad usar una jaula que incluya una rejilla y una bandeja extraíble en la parte inferior. Simplemente debes colocar papel de periódico sobre la bandeja y la mayor parte del excremento atravesará la rejilla.
  • Es recomendable contar con varias jaulas para que el ave pueda estar cómoda en una mientras limpias la otra.
  • Cuando saques al ave para limpiar la jaula, asegúrate de revisar si tiene algún residuo, plumas o excremento en las patas.

Advertencias

  • No forres la jaula con arena para gatos, virutas de madera, ni corazones de mazorcas de maíz, porque el polvo que producen es dañino para las aves.

Cosas que necesitarás

  • jaula
  • detergente o jabón apto para animales
  • agua tibia
  • solución desinfectante para jaulas
  • papel para forrar

Acerca de este wikiHow

Pippa Elliott, MRCVS
Coescrito por:
Veterinaria del Colegio Real de Cirujanos Veterinarios
Este artículo fue coescrito por Pippa Elliott, MRCVS. La Dra. Elliott es una veterinaria con más de 30 años de experiencia. Se graduó en la Universidad de Glasgow en 1987, y ha trabajado como cirujana veterinaria durante 7 años. Después, la Dra. Elliott trabajó como veterinaria en una clínica de animales durante más de una década. Este artículo ha sido visto 8864 veces.
Categorías: Aves de corral